—Sí, escuché que Ruben no se queda en el dormitorio de hombres ni viene a la empresa desde que hizo la audición y fue seleccionado. Bueno, excepto esa vez que les quitaste la sala de práctica a Phoebe y a su amiga.
—Vaya, eso es extraño —frunció el ceño Jeslyn.
—Sí, es extraño. Le pedí visitarlo una vez, pero se negó, diciendo que nunca está cerca o algo así.
—Jeslyn asintió: Mm, yo diría lo mismo. Quiero decir, lo odias y no te molestas en ocultarlo, ¿por qué de repente querrías verlo si no es para acosarlo de nuevo? Ruben hizo lo correcto.
—Ah, Rossa, eso es injusto. Sí, no me gusta mucho porque me parece un farsante, un mentiroso o algo así. Simplemente no puedo poner mis dedos en el sentimiento real, pero definitivamente estoy segura de que es una mala persona.
—Jajaja, o tienes sentimientos por él pero no quieres admitirlo, algo así como de enemigos a enamorados–