"Todo está bien. No hay necesidad de que te preocupes", dije, esforzándome al máximo para sonar convincente.
"¿En serio?" Preguntó escépticamente.
"En serio. Estamos viviendo juntos en la misma suite, pero tenemos habitaciones separadas y para ser honesto, ambos no estamos interesados el uno en el otro... De esa manera. Tal como viste en la iglesia, Hayden ya tiene una mujer de la que está enamorado...".
"Ya veo. Eso es bueno entonces..." mi abuela balbuceó.
"Por supuesto, como te dije, no hay nada de qué preocuparse", dije, tranquilizadoramente.
"¿Qué hay de ti?" Preguntó abruptamente.
"¿Qué hay de mí?" Pregunté, sin entender a qué se refería.
"También tienes a alguien que amas, ¿verdad? Ya sabes, ese tipo que venía a nuestra tienda muy a menudo para verte...", preguntó.