Chereads / Todo sea por el juego. / Chapter 9 - Un rubio apagado.

Chapter 9 - Un rubio apagado.

Narración normal:

Inquietud.

Sientes que todos te miran, te juzgan por cada acción que cometes y tiemblas por el mero hecho de saber que tienen su visión puesta en ti.

Decepción, miedo, odio, sientes que todo eso se junta a pesar de que no estén diciendo nada en contra tuyo.

Esa sensación invadió la cabeza de Kuro, sentía cada pequeña pizca de cada una de esas emociones, su visión podía distinguirlas.

Tal vez fuera porque la habilidad de "Mirada maestra" no estaba entrenada aún, y que hasta hace poco llevaba sus lentillas puestas, que recién ahora entendía como se sentían cada uno de ellos.

Un miedo genuino era lo más abundante.

Viendo el inminente ataque que estaba por recibir, quiso moverse hacia atrás pero su cuerpo no respondía, la sensación que le dio la activación de su habilidad fue tan chocante que quedó absorto en esta.

En el momento que todos pensaron que el golpe daría directo en su rostro, fue jalado hacia atrás por su amigo, Hiroshi, quien justo a tiempo lo retiró de ahí impactando la agresión contra el suelo, dejando un pequeño cráter en este.

Hiroshi: "Mifune, analiza!" - pidió desesperado a su ayudante, en un intento de saber que mierda fue ese golpe, si bien, el tenia una fuerza parecida de normal, había notado una gran diferencia.

[Analizando....]

[¡Análisis exitoso!]

[Puño rotativo]

[Rareza: ☆]

[Descripción: Potenciado con magia, se rodea el puño con esta manteniéndola constantemente en movimiento, una técnica básica pero eficiente.]

-Efectos-

Ninguno.

[Desgaste: Bajo]

Hiroshi: "¿Cual seria el peligro de recibir un golpe de esos?" - pregunto intentando averiguar cuál era el riesgo que tenían adelante.

[En su estado actual, fácilmente podría sacarles de lugar la articulación en la que impacte.]

Hiroshi: "Tch, gracias" - agradeció a el asistente, no eran las mejores noticias que podían recibir pero tampoco lo iba a culpar de aquello.

Nuestro protagonista se puso finalmente de pie, analizando medianamente la situación dio un pequeño golpe con el codo a Hiroshi.

Y como si le leyera la mente, el pelirrojo asintió a la acción de su compañero.

Se arremango la camisa que tenía puesta, los dos prepararon sus pies y salieron corriendo en dirección a Mashira, parecía que no les desagradaba la idea de pelear.

Pero justo cuando este iba a detenerlos con un golpe, siguieron de largo como si nada hacía el fondo de la aldea

Sip, estaban huyendo.

Kuro: "¡Sabia que funcionaría!" - soltó una risa leve por el éxito de su absurdo plan - Bueno, solo tenemos que seguir...

Una daga rozó su cabeza en ese instante, quedando atorada en uno de los puestos que dejaron atrás.

La responsable de ello fue Tina, quien desde uno de los techos más cercanos, tiro esa arma, y no parecía que fuera a parar pues tenía 4 más, sosteniendo cada uno entre las separaciones de los dedos.

Tina: "Parece que falle el primero..." - fue el pensamiento de la pelimorada, mirando con suma delicadeza e intentado predecir hacia donde iría nuestro dúo - "Son un verdadero peligro aquí, no debo dejarlos ir, o bueno..." - una sonrisa ladina se formó en su rostro, sabiendo de ante mano que iba a pasar. - ¡No debemos dejarlos ir!

En el instante que pronunció eso, Mashira apareció detrás de el dúo venido de otro mundo, con toda la intención de atraparlos.

Mashira: No escaparán monstruos! - exclamo con puro odio en sus palabras, extendiendo ambas manos intentando agarrarlos.

Kuro: ¡Hiroshi! - llamo su atención señalando una división en los caminos que tenían disponibles - ¡Tu izquierda y yo derecha, no nos puede seguir a ambos!

El pelirrojo asintió y el par saltó hacia su respectivo costado, dividiéndose por los caminos del pueblo.

Kuro: "Habra seguido, habrá seguido..." - intentaba adivinar, dando un suspiro volteo su cabeza levemente hacia atrás con una expresión irritada, viendo exactamente lo que esperaba. - ¡Claramente debía ser a mi! - hablo con un tono sarcástico en lo que miraba a Mashira, el cual tomó la decisión de seguirlo a el.

Mientras más aumentaba el ritmo de la persecución Kuro ya había aceptado algo, no había forma de que dejara atrás al pelinegro, por más giros extraños que diera, obstáculos que le pusiera, no era capaz de dejarlo atrás en absoluto.

En un punto del camino las casas y pequeños mercados dejaron de aparecer, dando paso a puras construcciones derrumbadas y destruidas, dispersas varias de sus partes a lo largo del suelo.

Kuro: "Si que tienen este pueblo descuidado." - pensó sin darle mucha importancia a este hecho, estaba más preocupado por no recibir una paliza. - ¡Mira, no sé ni porque me estás persiguiendo, o porque estás tan enfadado! ¡¿Es porque mentí sobre ser humano?! ¡Esta bien, lo lamento! - se disculpó sin bajar la velocidad, intentando apaciguar a su perseguidor.

Mashira: ¡Debes estar bromeando! - exclamo, parece que las palabras de nuestro protagonista sólo lo habían hecho enfadar aún más - ¡Háganse los desentendidos todo lo que ustedes quieran! ¡El que hayas ido por este camino solo me hierve la sangre, eres monstruo muerto! - por cada palabra que salía de su boca, su voz se resquebrajaba más, es como si le estuviera doliendo el tener que transitar esa zona.

Kuro: ¡¿Hacerme idiota de que?! ¡Verdaderamente no te entiendo! - hablo ahora aun más confundido, esto no era algo como un miedo leve, lo típico que tienen las personas a lo desconocido.

Y sus ojos se lo aseguraban, ese era un odio demasiado profundo.

Un instante, eso fue lo que tardo el persecutor después de escuchar las palabras de la presa, el cual quedó en shock al notarlo

Kuro: "Como fue que-"

No alcanzo a terminar de pensar, gracias a que tuvo que mover su cuerpo a la derecha, esquivando apenas un golpe de su ahora enemigo. Se extraño por eso, normalmente no habría podido evitarlo, debía ser por los efectos de la capa que tenia puesta.

Kuro: Tch! Debes relajarte! - aconsejo con una mezcla de temor y enojo

Lanzo una patada directo al brazo extendido del chico, clavandola en medio de este la extremidad se dobló levemente, haciendo que el pelinegro diera un pequeño gruñido por el dolor.

Kuro: Mashira! No quiero lastimarte, eso va en serio! Solo déjanos en paz y nos iremos sin causar problemas! - ya estaba desesperado por tranquilizarlo, ahora si bien salio ileso nada le garantizaba poder safarse de otro ataque de esos, que si conectaban con su cabeza podía quedar fácilmente noqueado.

Mashira: Irse...Sin problemas... - lo miro sin emociones, había quedado en silencio al escuchar esas palabras, hasta que una vena se marcó en su cuello y su mirada tomó un tono rojizo - Problemas...Problemas....Problemas...

[La habilidad "Puño rotativo" a evolucionado a "Puño Espiral"]

Kuro: Huh-?

De la nada, un golpe impactó directamente en la boca de su estómago, sin que este pudiera hacer nada al escuchar la notificación.

Crack

Ese sonido provino del cuerpo de nuestro protagonista al recibir el ataque

Kuro: Dh-!

Salio disparado bastantes decenas de metros hacia atrás, chocó varias veces contra el suelo hasta que terminó por parar al darse contra un pilón de pedazos de madera, golpeándose la cabeza contra estos

Nada más ocurrió rebotó separándose de ellos, cayendo al suelo mientras se agarraba el estómago.

Kuro: Ag- escupió sangre al instante, gracias al golpe recibido, manchando un poco el suelo - A-Ah....- no tenía la fuerza para decir aunque sea una palabra, su estomago ardía como nunca lo había sentido y el aire se le fue arrebatado, luchaba por respirar en aquel momento.

[La habilidad "Puño Espiral" a sido activada]

Otro mensaje llegó a su cabeza, levantó la cabeza aterrado y allí estaba, Mashira preparando otro puñetazo, el cual estaba rodeado en una aura anaranjada.

Kuro: "¡¿Que hago, que hago?!" - gritaba en su cabeza, intentando hallar una solución al inminente problema - "¡Si me da directo en la cabeza podría matarme, pero, mi cuerpo no responde...!"

La presencia frente a el aumentaba, parecía que el pelinegro estaba preparando un golpe con toda la fuerza que podía reunir, no quería darle ni media oportunidad de salir vivo de ahí.

Justo cuando estaba apunto de conectar con su cabeza, algo lo detuvo de hacerlo, algo que no era por voluntad propia.

-Oye...-

Una tercer persona estaba presente en el sitio, la parte sin filo de su espada detenía al chico de matar a Kuro.

La persona que lo había salvado era un chico de su misma edad, tal vez un poco más bajo, vestía una túnica negra y unos pantalones blancos, aparte de tener unos ojos celestes.

-Mashira, n-no se que ocurre aquí...-

Hablaba bastante tembloroso, no parecía ser alguien al que le gustara tratar con situaciones así

-P-Pero...-

Lo primero que noto Kuro del invitado sorpresa, no fue ninguna de las cosas ya mencionadas, si no el color de su cabello, rubio tirando a blanco, más bien sería...

-Estas volviendo esto un maldito problema. - miro serio a Mashira, apretando el mango de su espada con más fuerza.

Un rubio apagado.