Damián.
- Bájate...
- Estás cavando tu propia tumba.
- Si si, camina - Le contesto jalándolo de su saco y apuntándole nuevamente en la cabeza con el arma.
Caminamos por los pasillos de una enorme casa ubicada en el puerto y a medida que avanzamos, salen hombres de todos los rincones armados como si fueran cucarachas, apuntándome todos a la cabeza. Situación que no me importa en lo más mínimo, luego escucho cuando ingresan los demás en la casa para tratar de protegerme y de equilibrar un poco las cosas.
- Abre la puerta. - Le ordeno al hombre que tengo en mis manos.
Este sin dudarlo, abre de inmediato y puedo ver que la habitación es como una oficina, pero rápidamente me concentro en el hombre que está al otro lado del escritorio, quien se encuentra viendo unos papeles pero que en el preciso momento en que se abrió la puerta aún con los papeles en la mano, nos observa con algo de asombro pero al instante deja los documentos, toma uno de sus puros, lo enciende y se recuesta en el espaldar de la silla.
- Es usted consciente de lo que está haciendo señor Evans?. El hecho de entrar de ese modo a mi casa y apuntarle a uno de mis hombres en la cabeza, es un ofensa que se castiga con la muerte…
Observo al hombre que tengo frente a mí, es alto como de un metro ochenta y siete, moreno, con una pequeña barba en forma de candado y sin ningún índice de cabello porque evidentemente no le gusta tener pelo y se rapa completamente la cabeza. Tiene complexión de hacer mucho ejercicio, ya que sus músculos se pueden ver atreves de la camisa elegante de color blanco y de mangas largas.
- Estoy muy consciente de ello pero no me importa, en este momento no tengo nada que perder. Además, esta fue la única alternativa que usted me dio al comunicarme que posiblemente me podría ver la próxima semana y ese es un tiempo que no me puedo dar el lujo de permitirle.
- Con que yo le mande a decir que tal vez lo podría ver la próxima semana... - Dice mientras fuma un poco de su puro para luego mirar el rostro del hombre al que aún le apunto con mi arma.
- Después de entregarle pruebas en el club de que a su socio le gusta jugar a dos bandos dejando en evidencia su traición y cuando le comuniqué a su hombre de confianza de que necesitaba reunirme con usted de inmediato por el secuestro de mi esposa, pensé que usted era alguien con honor y que correspondería a mi amabilidad...
- Ya veo... parece Raúl que no me diste toda la información de la reunión con el señor Evans... tiene una copia de las pruebas que menciona?. Me gustaría verlas...
- Vincent... - Al momento entra él con una laptop y se la coloca al hombre en el escritorio con la pantalla hacia él.
Pasan varios minutos mientras él mira la información y las grabaciones, y cuando termina de hacerlo, baja la pantalla de la laptop.
- Muy interesante... - Mira nuevamente a Raúl con una mirada indescriptible.
- Sabes que la traición y la deslealtad se pagan muy caro en este mundo... - Hace una señal y algunos de sus hombres, me lo arrebatan y lo cogen ellos, inmovilizándolo. Yo solo bajo el arma y me dedico a mirar la escena que se pone muy interesante cuando aquel hombre se levanta del escritorio y camina hacia el hombre que era su mano derecha y ahora un completo traidor.
- Llévenselo, ya después nos veremos las caras Raúl... - Le dice con una mirada siniestra y yo no puedo evitar sonreír, ya que también me gusta la idea de que va a sufrir.
- Muy bien señor Evans… siéntense que usted y yo tenemos que hablar, no creo que se haya tomado toda esta molestia por nada. - Me dice al volver a dirigirse a su asiento y al señalarme uno al frente del suyo.
- Esta en lo correcto, esto no es una visita de cortesía. - Le contesto al sentarme y colocar mi arma encima de su escritorio como señal de precaución.
- Me agrada señor Evans y dígame Arturo.
Después de hablar un rato, él me mira directamente a los ojos y en completo silencio por un breve momento.
- Hay algo en que no puedo complacerlo y es en entregarle a Hall.
- Cuál es su razón?. - Lo observo completamente serio y molesto por su negativa.
- Porque Hall tiene cuentas pendientes conmigo pero con respecto a lo demás, lo voy a ayudar a encontrar y a salvar a su esposa. Pero hay un problema señor Evans...
- Y cuál es?...
- Él ha desaparecido desde ayer, no he podido contactarlo y por lo que usted me dice, desapareció unas horas después del secuestro de su esposa. Es muy probable que ya haya salido del país pero eso lo averiguare muy rápido. – Al terminar de hablar alguien entra, él da unas ordenes en el idioma Zulú, después con los hombres de él y los míos, nos damos unas tareas para encontrarlos más rápido.
- Es mejor que ustedes permanezcan acá en mi casa Damián, por si tenemos que salir de inmediato. Voy a ordenar que les asignen habitaciones para que descansen porque se vienen muchas cosas. – Me dice después de terminar la reunión.
- Y usted que piensa hacer Arturo mientras logramos averiguar algo? - Pregunta Hunter.
- Yo tengo unos asuntos pendientes con mi mano derecha y voy a resolverlos, no sé, tal vez él pueda ayudarnos con alguna información.... con permiso, ya les asignaran sus habitaciones. – Nos dice y luego se marcha.
- Ese hombre se ve que es perverso, quién sabe que le hará a ese hombre que lo traicionó... - Me dice Andy.
- Lo va a torturar hasta que le de lo que quiere y pague por su traición, al final lo matara cuando se sienta satisfecho.
- Cómo puedes decirme eso y estar tan calmado Damián?.
- Es el precio por meterse en ese mundo. Además, no me preocupa lo que le hagan, ya que por su culpa Ryan tiene a Alexa.
- Cómo que por su culpa?...
- Es evidente que él puso sobre aviso a Hall de lo que estaba pasando y en su afán por escapar, secuestro a Alexa para llevarla con él.
- Y porque este idiota no se fugó también?.
- Porque él no contaba con lo que yo iba hacer, seguramente pensó que yo aceptaría la supuesta respuesta de su jefe y me quedaría tranquilo por algunos días y ya. Cuando todo explotara y Arturo se diera cuenta de la verdad, él estaría muy lejos.
- Pues pobre, no quisiera estar en sus zapatos en este momento...
Una mujer me hace una reverencia y me indica que la siga, seguramente me mostrara el cuarto donde me voy a quedar hasta que todo esto termine. Recojo algunas cosas y salgo tras ella y mientras lo hago, pienso para mí que ya no me importa nada ni nadie, solo me importa recuperar a mi esposa y que cada quien sea responsable por sus actos.
Llego al cuarto que me asignaron, lo reviso en busca de algún dispositivo y después de asegurarme de que no haya nada, comienzo a sacar algunas cosas de mi maleta cuando veo la cajita que hace unas horas me había entregado Andy. Dudo en sacarla por unos minutos, pero después me armo de valor y la saco de la maleta, tomo asiento en un sofá y abro la cajita. Es el anillo de compromiso que había pedido para Alexa y de inmediato empiezo a pensar que no sabré si algún día voy a volver a verla y mucho menos si lograré ver este anillo en uno de sus hermosos dedos.
Creo que al final me sobrepasa los sentimientos que he mantenido guardados desde que comenzó el secuestro de Alexa, porque ya no puedo contener algunas lágrimas y la zozobra se apodera de mí.
- Te voy a recuperar mi amor, solo espérame...
Parpadeo un poco porque creo que me he quedado dormido pero al mirar la hora en mi reloj, me puedo dar cuenta de que solo había dormido por una hora. Voy al lavamanos a echarme un poco de agua en la cara, luego me dirijo hacia la puerta y recorro un poco la mansión haciéndome el idiota mientras me voy haciendo un mapa mental del lugar, pero no es por mucho tiempo porque me sale uno de los guardias impidiéndome el paso a ciertas áreas, pero en cierto momento, el hombre que me seguía me dice que Arturo quiere verme en el despacho.
Al entrar, no veo a nadie pero escucho sonidos que provienen de otra habitación, al parecer es del baño. Decido sentarme y luego de un par de minutos, Arturo sale secándose las manos con una toalla blanca con unas manchas rojas al igual que su camisa.
- Ya sé a dónde se fue Hall, estoy preparando todo para irnos a Nueva Zelanda...
- Estoy de acuerdo, cuando salimos...
- Estaremos saliendo más o menos en treinta minutos para que ustedes estén listos.
- Muy bien... - Me levanto para salir.
- Damián... recuerde que Hall es mío... - Me advierte Arturo a mis espaldas.
- Yo aún no he aceptado esa petición, llegado el momento, lo discutiremos...
Salgo sin decir nada más y Arturo también guarda silencio.
Me encuentro mirando una información que Vincent me había compartido sobre las propiedades de Hall en Nueza Zelanda para pasar el tiempo mientras pasan las horas de vuelo.
- Puedo sentarme?. - Me pregunta Arturo con un vaso de Vodka en su mano.
- Por supuesto, este es su avión. - Le respondo al bajar la pantalla de la laptop.
- Solo lo he tratado algunas horas y ahora puedo entender el odio desmedido que siente Hall por usted...
- Me tiene sin cuidado los sentimientos del señor Hall hacia mí, pero ahora que tenemos este pequeño espacio, quiero hacerle una pregunta.
- Adelante.
- Necesito saber el nombre de la mujer que es cómplice de él en los intentos de asesinato hacia mi esposa.
- Créame Damián que yo no sé absolutamente nada de ella, sé que existe porque Hall la mencionaba algunas veces, pero él siempre fue muy hermético con respecto a la identidad de la mujer, solo puedo decirle que es como muy cercana a su esposa y su odio no se compara con algo que haya visto antes.
- Estoy muy consciente de ello, por eso necesito saber quién es ella. – Le respondo y pienso al mismo tiempo que por ahora tenía que enfocarme en Hall, ya tendría tiempo para ella...