Alexa.
Todo el día me la paso encerrada con Jake en la oficina desatrasándonos de nuestras vidas y trabajando para el evento que sería el viernes de esta semana.
Antes de que terminemos, Kelly me pregunta si vamos a ir a cenar pero en cuanto le doy una negativa, ella me informa que ya es su hora de salida pero que si la necesito se quedaría, así que decido que es mejor decirle que no y que se puede ir con Damián mientras él deje un reemplazo.
Treinta minutos después, decidimos que ya es suficiente de trabajar por el día de hoy, que ya es hora de cenar y que definitivamente teníamos que comer afuera porque ya habíamos estado encerrados todo el día en la oficina. Recogemos nuestras cosas y salimos, llevándome tremenda sorpresa cuando veo a Damián sentado en el sofá de la sala de espera, el celular de Jake suena y me hace la señal de que debe contestar, alejándose de nosotros un poco para poder hablar. Cierro la oficina y me dirijo hacia él.
- Qué haces aquí?, por qué no te fuiste con Kelly?, yo le dije que se podían ir juntos. - Le digo seria porque ha sido un día largo, estoy cansada y verlo en este momento me duele.
- Yo soy su guardaespaldas y nadie más, estás a mí cuidado y no confío en nadie más para que la proteja, no podrás deshacerte de mí tan fácilmente y con respecto a la señorita James, le informo que ella salió con su novio. – Me dice muy serio.
Creo que no escuché muy bien, no entiendo nada, se suponía que él es el novio y cuando él se acerca a mí como para decirme algo, Jake nos interrumpe.
- Vamos Ale que tengo mucha hambre. - Me dice mientras guarda su celular en el bolsillo.
- Claro, a dónde quieres ir a cenar?. - Le pregunto al guardar mis llaves de la oficina en la cartera y al dirigirnos al mismo tiempo al ascensor.
Entramos los tres al ascensor y me siento un poco incómoda, Damián está completamente serio, como molesto por algo y cuando Jake coloca un brazo alrededor de mis hombros, puedo ver por el rabillo del ojo que Damián tiene un gesto peor que el de antes.
Mi mente comienza a divagar con lo último que Damián me ha dicho con respecto a Kelly, cuando Jake comienza hablar de nuevo.
- Ale, te parece si vamos a cenar comida mediterránea?. - Me pregunta Jake mientras salimos del elevador hacia el auto que se encuentra en el estacionamiento de la empresa.
- Claro que sí, vamos a donde tú quieras ir. - Le contesto mientras me abre la puerta para entrar en el auto.
Después de unos minutos, llegamos al restaurante Moussaka, uno de los restaurantes más populares de la ciudad y con especialidad en la comida mediterránea. Mientras cenamos y recordamos viejos tiempos, trato de seguir enfocada en la conversación pero hay momentos en los que me desconecto y mi mente viaja hacia el único tema que se apodera de mi mente y que lo hace desde hace semanas, en Damián Evans.
Como deseo estar en el lugar de Kelly, ser la dueña de su corazón. Pero tengo que aceptar que yo no estoy ahí por idiota, por no haberme dado cuenta de que tenía a mi lado al hombre de mis sueños, que debo mantenerme al margen y desearles toda la felicidad del mundo.
Terminamos de cenar y después de mucho discutir con Jake, al final accedió a que lo llevara al hotel donde se está hospedando, ya que no había aceptado irse para mi casa los días que se fuera a quedar en la ciudad.
Llegamos al hotel y subo con Jake a su suite a pesar de las protestas y enojo de Damián, no logro comprender su actitud en el día de hoy, pero al final tuvo que aceptar porque no le di más opciones y a mí me tocó aceptar que subiera con nosotros hasta la suite, aunque le dije que revisara y luego me esperara afuera en el pasillo, ya que no se me quería despegar.
Mientras Jake toma una copa de vino y yo me tomo un té, observamos en su computadora los diseños que ha elegido para el anillo de compromiso. Después de pedirme en la oficina que lo ayudara con este tema y con los preparativos para la propuesta, de contarme lo que le gustaba a Caroline y lo que él quería, escojo un anillo en oro blanco de 18 quilates con un diamante central de 0,25 ct engastado en caja de 4 uñas y con zafiros laterales de 0,40 cts.
A Jake le encanta el diseño que escojo porque tiene los detalles que son del gusto de los dos. Miro mi reloj y ya son casi las diez de la noche, así que tomo mi bolso y me despido de Jake con un gran abrazo, luego él me acompaña hasta la puerta de la suite porque Damián está afuera esperándome y porque me comenta que le da algo de miedo de él por cómo lo mira. Yo sólo puedo reír al ver su cara de miedo porque sé que en el fondo, él está jugando.
Cuando Jake cierra la puerta, dejo de mirar mí celular para decirle a Damián que ya es hora de irnos, pero me llevo una tremenda sorpresa...
Damián no está al lado de la puerta esperándome como es su costumbre, en cambio, se encuentra como a la mitad del pasillo con una mujer que lo está abrazado por el cuello. Fue como un golpe directo al estómago, la sangre empezó a hervir por mis venas y mi corazón a latir rápidamente. Trato de recomponerme, ya no puedo hacer más tonterías por el día de hoy, siento ganas de llorar pero también tengo que tragarme las lágrimas, así que tomo aire y lo boto por mi boca lentamente sin hacer ruido.
- Qué sucede ahora Damián?. - Le pregunto sin ningún ánimo en mi voz y absolutamente cansada, para que él no se dé cuenta de que estoy triste y celosa.
Damián se gira al escucharme totalmente sorprendido.
- Esta señorita acaba de salir del elevador y comenzó a caerse por todo el pasillo, al parecer se le pasaron las copas y estoy tratando de ayudarla. – Me responde algo nervioso.
Camino en silencio hacia ellos, cogiendo el bolso de la chica y sacando la llave de la habitación, miro el número y luego me dirijo a la habitación que tiene el número correspondiente, abro la puerta y una mujer sale de la habitación algo enojada.
- Oiga!!!, qué le pasa?, está no es su habitación, llamaré a seguridad.
- Está mujer se hospeda en esta habitación con usted?. - Le pregunto muy seriamente y bastante cansada, mientras le señalo en dirección hacia Damián y la mujer que aunque está completamente ebria, no pierde el momento para coquetearle.
La mujer que había acabado de salir muy enojada, mira hacia donde yo le estoy señalando e inmediatamente corre hacia la mujer.
- Amiga, no debiste haber bebido de esa manera. - Le dice mientras revisa su estado.
Sólo puedo pensar mientras veo ese espectáculo, que este ha sido un día horrible y ya quiero que termine.
La mujer intenta ayudar a su amiga a llegar a la habitación, pero ella no se deja y tampoco quiere soltar a Damián, así que él la levanta y camina hacia la habitación con ella en brazos.
- Discúlpeme por la forma en que le hable, muchas gracias por ayudarnos, se los agradezco a los dos. - Comenta la amiga de la mujer bastante apenada cuando vuelve a pasar a mí lado para tenerle la puerta abierta a Damián.
- No se preocupe. - Le contesto con cortesía, pero la verdad es que ya estoy bastante molesta.
- Espérame por favor, no me demoro. - Me dice Damián al pasar a mí lado con la mujer en brazos prácticamente inconsciente.
La verdad, ni lo miro y ni le respondo, solo le hago una señal de que entre en la habitación para que esto termine de una vez por todas. Cuando él ingresa, solo muevo mi cabeza de un lado para otro, tratando de mantener la calma. Vuelvo a tomar aire, me quito los tacones para caminar descalza por el pasillo en círculos.
Un minuto después a mí espalda, escucho que la mujer le da las gracias nuevamente a Damián por ayudarlas, a lo que me giro para ver si Damián ya viene pero me encuentro con la imagen de que la chica grosera, también le está coqueteando y hasta trata de robarle un beso.
Damián la aleja de inmediato y creo que siente el peso de mi mirada porque sus ojos se encuentran con los míos por unos segundos, pero me giro de inmediato y me voy caminando hacia los elevadores. Mientras camino y avanzo por el pasillo, escucho una voz femenina molesta y luego el ruido de un portazo, al mismo tiempo puedo escuchar a alguien correr a mí espalda.
- Espérame por favor. - Me dice Damián al detener mi marcha colocándose al frente de mí.
- Damián… estoy cansada y solo quiero irme, pero te voy a decir algo... más te vale que no lastimes a Kelly y que le sepas dar su lugar. - Le contesto y luego retomo mi camino hacia los elevadores esquivándolo.
- Alexa, espera, tú y yo tenemos que hablar, primero sobre la señorita James. - Me dice cogiéndome de la mano, obligándome a mirarlo al mismo tiempo que detiene mis pasos.
- Damián, no hay nada de qué hablar. Está mañana creo que fui lo suficientemente clara con ustedes al respecto, además es la vida privada de ambos, la cual a mí no me incumbe mientras respeten el horario laboral. - Le digo tratando de zafarme de su agarre.
- Es que eso es lo que trato de explicarte, no sé porque llegaste a la conclusión de que tengo una relación amorosa con la señorita James, ella es solo una amiga. – Me dice como con algo de desesperación en su voz o eso es lo que me parece.
- Damián… yo no estoy pidiendo explicaciones pero tampoco soy una idiota para no ver lo cerca que se mantienen todo el tiempo. Dejemos las cosas como están, estoy cansada y quiero irme a dormir. - Le respondo muy molesta y zafándome de su mano.
- Pero déjame y te explico...
- Ya Damián, no quiero hablar más sobre este tema. Sólo diré que me siento decepcionada y dolida en el alma por el hecho de que ni tú ni Kelly hayan sido capaces de contarme lo que estaba sucediendo entre ustedes. Pensé que éramos amigos y que nos teníamos confianza para hablar de lo que fuera, pero me doy cuenta de que no es así y que mi concepto de la amistad es totalmente distinto al de ustedes. - Le digo mientras sigo avanzando hacia los ascensores y él me sigue.
- Alexa escúchameee!!!!!!. - Me dice cuando yo ya estoy presionando el botón para llamar al elevador.
- Ya por favor. - Le contesto al entrar en el elevador, ya que este abre sus puertas de inmediato.
Una vez adentro del elevador, Damián toma mis muñecas con un poco de fuerza, arrinconándome en una de las esquinas del elevador. De inmediato lo observo con rabia, con celos y él con impotencia.
- Suéltame Damián, qué estás haciendo?. - Le pregunto apretando mis dientes con algo de ira.
- Yo no tengo nada con Kelly ni con ninguna otra mujer, la relación que yo tengo con Kelly es solo una amistad que se forjó cuando estabas en coma. Ella me ayudaba a sacar del estudio sus libros favoritos para que yo pudiera leérselos en las noches cuando me dejaban quedarme con usted en la unidad de cuidados intensivos para cuidarla. – Me dice con algo de frustración.
Me quedo en silencio procesando lo que él me ha acabado de decir y rápidamente se me viene a la mente lo que la enfermera me contó ese día en el consultorio. Sería posible que todo lo que ella me dijo fuera verdad?... no, no podía ser.
- Igual… a ti que más te da lo que yo piense, es tú vida privada y puedes andar con quien te plazca. – Le contesto al mirar hacia otro lado.
- Porque yo... porque yo... - Comienza a decirme en un susurro mientras mira mis labios y pasa su lengua por su labio inferior, ese gesto me produce un deseo indescriptible que aumenta mi temperatura corporal.
- Dime una cosa... estás celosa?... - Me pregunta sin dejar de mirar mis labios y al acercarse más a mí.
- Estás loco, yo no estoy... - Le trato de contestar al mirar sus labios como hipnotizada, pero cuando trato de recomponer mi cordura, el elevador deja de funcionar, las luces se apagan y el ascensor empieza a moverse un poco.