En este capítulo, Mateo se sumerge en un proceso profundo de sanación y crecimiento personal. Después de reunirse con su hermano perdido, comienza a explorar nuevas formas de abordar las heridas emocionales y encontrar la paz interior.
Mateo se compromete con un enfoque más profundo en su terapia individual. Junto a su terapeuta, explora las capas más profundas de su dolor y trauma. A medida que se sumerge en los recuerdos dolorosos de su infancia, descubre patrones emocionales y comportamientos arraigados que han influido en su vida adulta.
La terapia le brinda un espacio seguro para expresar sus emociones sin juicio, y Mateo se permite llorar, enojarse y confrontar los aspectos más oscuros de su pasado. A través de las conversaciones reflexivas con su terapeuta, comienza a comprender la complejidad de sus experiencias y cómo han impactado en su sentido de identidad y autoestima.
En paralelo, Mateo se sumerge en técnicas de autocuidado y sanación. Comienza a practicar la meditación y el mindfulness, encontrando en estas prácticas una forma de calmar su mente y conectar consigo mismo a un nivel más profundo. También explora la terapia artística, donde utiliza el arte como una forma de expresión y liberación emocional.
A medida que avanza en su viaje de sanación, Mateo se encuentra con desafíos que lo empujan a su zona de confort. Uno de estos desafíos es la reconciliación con su madre biológica. A través de una serie de encuentros y conversaciones sinceras, Mateo intenta comprender las circunstancias que llevaron a su madre a tomar decisiones tan dolorosas en el pasado. Aunque el proceso es difícil y lleno de altibajos emocionales, Mateo descubre una nueva comprensión y empatía hacia su madre, lo cual contribuye a su proceso de sanación.
En este capítulo, Mateo también encuentra apoyo en una comunidad de personas que han pasado por experiencias similares. Asiste a grupos de apoyo donde comparte sus experiencias, escucha las historias de otros y encuentra consuelo en la compañía de personas que pueden entender su dolor y sus desafíos. Estos vínculos se convierten en una fuente de fortaleza y motivación para seguir adelante.
A medida que el capítulo avanza, Mateo se enfrenta a momentos de resistencia y desánimo. A veces, el peso de su pasado parece abrumador y la sanación puede parecer un camino interminable. Sin embargo, con el apoyo de su terapeuta, su familia y la comunidad de apoyo, encuentra la fuerza para continuar.
En el clímax del capítulo, Mateo realiza un acto de perdón hacia su madrastra. A través de un encuentro lleno de emociones, Mateo logra expresar su dolor y confrontar a su madrastra por el maltrato y el abuso que sufrió durante su infancia. Aunque el perdón no es fácil, Mateo llega a comprender que aferrarse al resentimiento solo lo mantiene anclado en el pasado. Al liberarse del rencor, experimenta una sensación de alivio y ligereza.