Después de una intensa lucha, Ayari logró esquivar todos los ataques de Raydix y finalmente lo derrotó con su espada de la virtud. Los ciudadanos aplaudieron a Ayari por su valentía y rápida acción para protegerlos.
Después de la pelea, Ayari fue a la estación de policía para entregar al villano y asegurarse de que no volvería a hacer daño a nadie. El jefe de policía agradeció a Ayari por su ayuda y dedicación a proteger a los ciudadanos.
De vuelta en casa, Ayari se sintió agotado por la pelea, pero también satisfecho por haber cumplido su deber como héroe. Se quitó su traje y se relajó en el sofá mientras su esposa, Yosu, le trajo una taza de té caliente.
Yosu y Ayari eran una pareja feliz y comprometida. Después de su día de trabajo, les gustaba pasar tiempo juntos en casa.
"Estás hecho un héroe, Ayari", dijo Yosu con una sonrisa. "Estoy muy orgullosa de ti."
"Gracias, mi amor", respondió Ayari, bebiendo su té. "Pero todo lo que hice fue mi trabajo. Cada vez que salgo como Virtuous Sword, mi objetivo es proteger a los ciudadanos y hacer lo correcto".
Yosu notó que Ayari estaba distraído.
"¿Pasa algo, amor?" preguntó Yosu.
"Estoy preocupado por Musashi", respondió Ayari. "Creo que está luchando con su don. No puedo evitar sentirme responsable de él."
"Entiendo cómo te sientes", dijo Yosu. "Pero Musashi es un niño fuerte y seguro de sí mismo. Estoy seguro de que encontrará la manera de manejar su don."
"Lo sé", dijo Ayari. "Pero siempre querré lo mejor para él. Quiero que tenga éxito en todo lo que haga."
"Lo sé, amor", dijo Yosu. "Pero debemos recordar que Musashi tiene su propio camino por recorrer. Nuestro papel es apoyarlo y ayudarlo a lo largo del camino, no controlarlo."
Ayari asintió, reconociendo la sabiduría en las palabras de su esposo. "Tienes razón, Yosu. Gracias por recordármelo."
"Siempre estamos aquí el uno para el otro", dijo Yosu. "Eso es lo que hace que nuestro matrimonio sea tan especial."
Yosu y Ayari se sentaron juntos en el sofá, tomados de la mano, disfrutando de la tranquilidad de su hogar.
"Te amo, Ayari", dijo Yosu.
"Te amo también, Yosu", respondió Ayari. "Eres mi mejor amigo y mi compañero en todo. No podría pedir un esposo mejor."
Yosu sonrió, sintiendo el amor y la felicidad llenando su corazón. "Estoy agradecido por cada día contigo, Ayari."
La pareja se abrazó, disfrutando del momento de tranquilidad juntos, sabiendo que siempre estaban allí el uno para el otro, sin importar lo que el futuro les depara.
Después de descansar un rato, Ayari decidió pasar tiempo con su hijo, Musashi. Lo encontró en su habitación jugando con sus juguetes.
"Hola, papá", dijo Musashi levantando la cabeza para saludarlo.
"Hola, Musashi", respondió Ayari sonriendo. "¿Cómo estuvo tu día en la escuela?"
"Fue divertido", dijo Musashi, emocionado. "Jugamos a los detectives y resolvimos un misterio. ¡Y también dibujé un dibujo de un héroe!"
"¿Un héroe, dices?", preguntó Ayari, interesado. "¿Quién era?"
"No lo sé", dijo Musashi encogiéndose de hombros. "Solo lo imaginé. Pero era fuerte y valiente, como tú."
Ayari se sintió conmovido por las palabras de su hijo y lo abrazó con cariño.
"Gracias, Musashi", dijo Ayari con una sonrisa. "Eres un gran apoyo para mí."
Y así, la familia Miyamoto pasó el resto de la noche juntos, disfrutando de su compañía y recordando el valor de ser un héroe. Ayari sabía que había mucho trabajo por hacer, pero estaba decidido a seguir protegiendo a los ciudadanos y a su familia con todo lo que tenía.