La evacuación comenzó en serio al día siguiente. El Mech Corps ya había cerrado sus equipos de minería y cargado sus transportes con exóticos los días anteriores, pero ahora comenzaron a desmantelar y empaquetar sus activos de alto valor.
La mayoría de los objetos que ocupaban mucho espacio pero que en realidad no eran valiosos quedarían atrás. Esto consistía en cosas como estructuras y paredes prefabricadas. Aunque incorporaban una buena cantidad de elementos exóticos, dependían más de su grosor que de la calidad del material para resistir los ataques enemigos.
En comparación con los productos a granel de bajo valor, el Mech Corps prefiere cargar sus transportes con productos más exóticos. Incluso llenar el espacio de carga restante con chatarra exótica tenía más sentido que recuperar sus paredes.
Los otros equipos hicieron lo mismo. Le dieron alta prioridad al envío de su botín. La recuperación de sus mechs se produjo en cuestión de segundos. Una buena cantidad de mechs terrestres entraron en los portaaviones y se amarraron.
Debido a las recientes batallas, muchos de los amarres quedaron libres. Sus propietarios llenaron hábilmente el espacio restante con contenedores adicionales de exóticos.
Aún así, no pudieron deshacerse de todos los robots listos para el combate. El movimiento masivo atrajo la atención de los piratas de los alrededores.
¡Su presa planeaba huir!
Las alianzas piratas se abalanzaron sobre la base sin ningún intento explícito de coordinar sus ataques. Simplemente siguieron sus instintos y actuaron ante cualquier signo de debilidad.
El repentino pero esperado ataque requirió una fuerte defensa. Muchos mechs terrestres permanecieron atrapados en el planeta y tuvieron que luchar contra los piratas que constantemente invadían sus líneas.
En cierto campo de rocas y acantilados, el Stanislaw se agachó hacia adelante con su rifle irradiando bastante calor. El robot fusilero parecía haber visto días mejores. Se habían desprendido cantidades significativas de armadura de todos los láseres y proyectiles explosivos que habían rebotado en el marco.
"¡Escuadrón entrante de mechs piratas!" Melkor informó, aunque su mech ya había enviado la telemetría de sus avistamientos a los Blood Claws. "¡Uno ligero, seis medianos y uno pesado!"
"Dime de nuevo, ¿acabas de mencionar un pesado?"
"¡Es un robot de artillería rescatado! ¡Probablemente lo desplegarán en el terreno elevado más adelante y bombardearán las paredes desde la distancia!"
El operador de Blood Claw en el otro extremo del canal maldijo. "Ya hemos agotado nuestro stock de misiles y no tenemos nada que pueda superar a un robot de artillería pesada. Enviaremos un escuadrón de gran tamaño para encargarnos de la amenaza. Mantén tu posición y guía al escuadrón hacia el mecánico de artillería cuando lleguen. ¿Puedes hacer eso?
"Entendido. A mi robot todavía le queda algo de pelea. Tengo que devolverles el dinero por arañar a mi Stanislaw".
En un lado más abierto del campo de batalla, los piratas desplegaron sus mechs en cantidades significativas. Un enjambre de mechs corrió hacia adelante para abrumar las líneas defensivas.
Raella, Fadah y Walter estaban frente a las paredes junto con el resto de los Blood Claws y sus grupos afiliados. Se les había encomendado la tarea de mantener estable este trozo de muro y, por el bien de su enorme botín, prometieron defenderlo hasta la muerte.
Si el Mech Corps creía o no en el voto era otra cuestión.
En cualquier caso, los Blood Claws se opusieron y los piratas corrieron para desafiar su convicción.
"Cuidado, muchachos. No todos los mechs piratas llevan células de energía con poca carga. Apunten a la parte superior del torso o las piernas si es posible. Eviten la cintura y la espalda baja tanto como puedan. Mechs a distancia, apunten alto y concéntrese en derribar "Sus cabezas si es posible. Son mucho más fáciles de desactivar una vez que pierden sus sensores principales".
Mientras el comandante de los Blood Claws instruía a sus hombres, Raella suspiró y abrió un canal hacia Fadah. "Apuesto a que puedo eliminar más mechs que tú. No soy la Raella que has visto antes".
"¡Posibilidad de grasa!" El especialista en robots ligeros se rió. "Incluso con tu nuevo y elegante robot, todavía palidece en comparación con lo que diseñó tu primo. ¡No hay competencia sobre qué robot es mejor!"
Desde que su Sliverath compró la granja, los Blood Claws prepararon otro robot para que ella lo usara. Aunque alguien más había reservado originalmente el robot, los jefes decidieron entregárselo debido a su habilidad. Muchos de los pilotos mecánicos empleados por los Blood Claws nunca disfrutaron de la cantidad de entrenamiento sistemático por el que había pasado cualquier potentado de Larkinson.
"¡Aquí vienen!"
Una ola de mechs piratas desafió la base con fanatismo impulsado por la codicia y el lavado de cerebro. A estas alturas, todo el mundo había oído hablar de cómo los Dragones del Vacío se metían con las cabezas de los piratas y los hacían obedientes a sus órdenes. Si los Dragones del Vacío quisieran deshacerse de mil mechs, podrían hacerlo fácilmente sin ninguna consecuencia.
Se necesitó mucho coraje para atacar directamente al Mech Corps. Muchos de los equipos piratas más inteligentes habían aparecido en el campo de batalla, pero hábilmente se quedaron detrás de la primera ola de idiotas que se había adelantado. Nadie sobrio quería liderar la carga.
"¡Cuidado con sus células de energía! ¡Elimínalas a distancia si puedes!"
Esta vez, el lado defensor trajo más mechs a distancia que mechs cuerpo a cuerpo. Una vez que los piratas llegaron a un cierto alcance, todos los rifles y cañones escupieron rayos y proyectiles a los mechs entrantes.
Su fuego se centró ante todo en los mechs ligeros. La desventaja de cargar en un enjambre masivo y descoordinado era que los robots ligeros no tenían mucho espacio para maniobrar. Se arriesgaban a una colisión si giraban demasiado y chocaban con otro robot.
Incluso entonces, se necesitó una buena cantidad de potencia de fuego para conseguir las primeras muertes. La mitad de los mechs colapsaron en un montón sin vida, pero la otra mitad explotó violentamente.
Algunas de esas explosiones afectaron a los mechs que estaban a su lado. Una parte de los mechs que sufrieron el daño más sustancial explotaron y sus células de energía sobrecargadas se descargaron todas a la vez.
La posterior reacción en cadena interrumpió la carga y sumió a la formación en una confusión momentánea.
"¡Esta es nuestra oportunidad! ¡Carguen!"
Los Blood Claws avanzaron, acortaron la corta distancia que quedaba y se estrellaron contra el confuso grupo de piratas.
Una cosa que el Mech Corps aprendió sobre estos piratas con lavado de cerebro fue que perdieron su ventaja. En la práctica, se volvieron más tontos y no podían pensar por sí mismos.
Era como si se hubieran convertido en robots con forma humana. Una vez que los forzaste a entrar en un bucle de errores, podrías cerrarlos fácilmente.
En este momento, Raella surgió con su nuevo robot. Ella piloteó un robot hostigador avanzado llamado Nimue, que presentaba en particular una capa parcial de armadura comprimida.
El Nimue pasó rápidamente por delante de las primeras filas de los piratas y les cortó los brazos. Aunque los golpes no habían penetrado profundamente, logró cortar parte de la armadura más delgada alrededor de los brazos e infligir algunos daños internos, debilitando así las extremidades.
"¡Oye! ¡Estás profundizando demasiado!" Fadah llamó mientras colocaba su Blackbeak frente a un caballero lento. "¡Vuelve aquí, Raella!"
El piloto enemigo frente a él se recuperó justo a tiempo para detener la espada de Fadah con su escudo. Aún así, no pudo evitar que Fadah se deslizara hacia sus flancos y hundiera el borde afilado del escudo del fénix de Blackbeak en sus piernas.
El caballero pirata se dobló un poco, abriéndolo para apuñalar a través de su delgada armadura trasera. El Blackbeak empujó su peso hasta que la espada llegó a la cabina.
"Eso es uno menos". Murmuró mientras retiraba con cuidado su espada para evitar chocar con las células de energía.
Muchos de los robots pirata llevaban células de energía sobrecargadas. Sus restos seguían siendo un peligro incluso si se hubieran sacado de forma segura. Sólo hizo falta un disparo perdido para hacerles estallar. Por eso Fadah apartó su Blackbeak lo más rápido posible. En los últimos tiempos, todo piloto ha adquirido la costumbre de evitar los accidentes caídos. El riesgo de quedar atrapado en una explosión repentina era demasiado.
La ola de defensores finalmente se retiró después de haber reducido la gentuza pirata. El movimiento constante y los cambios repentinos de dirección sirvieron para confundir aún más a los piratas con lavado de cerebro. Ni siquiera se dieron cuenta de que sus enemigos se habían retirado. Necesitaron al menos diez segundos para comprender la nueva situación.
"¡Abran fuego!"
Los mechs a distancia enfriaron sus rifles láser o cambiaron los cargadores de sus armas balísticas una vez que los mechs cuerpo a cuerpo entraron. Ahora que regresaron, los mechs a distancia abrieron fuego nuevamente.
Esta vez, se escucharon más explosiones, ya que gran parte del fuego se centró en mechs dañados e inmovilizados. Las reacciones en cadena que resultaron de la segunda descarga destruyeron incluso más mechs que al principio.
Una vez que los mechs a distancia alcanzaron sus límites, detuvieron el fuego, lo que provocó que los mechs cuerpo a cuerpo avanzaran nuevamente.
La inteligente táctica de balancín acabó rápidamente con la oleada inicial de piratas. Los espectadores que querían sacar provecho a expensas de la primera ola no habían podido reunir el coraje para seguirla. Los defensores apenas sufrieron pérdidas.
¡Las mantis murieron demasiado rápido para que los oropéndolas se abalanzaran sobre las cigarras!
"Pff. Los cobardes." Raella se burló mientras volvía a poner a su Nimue en línea. Su robot sufrió una buena cantidad de rasguños, pero todos los puntos vitales se mantuvieron firmes con la ayuda de su armadura comprimida. "¿Por qué pensaron que tenían una oportunidad en primer lugar? Incluso si invadieran nuestra posición, todavía tienen que lidiar con las reservas de la 4ª División".
Fadah golpeó con el dedo el reposabrazos de su silla de pilotaje. "No se puede culpar a los piratas por hacer un último intento. Tengo la sensación de que los Dragones del Vacío nunca planearon recuperar estos mechs en primer lugar. Míralos. En su mayoría son junkers que valen diez millones de créditos como máximo. Un solo contenedor lleno de chatarra exótica vale al menos el doble."
Eso tenía un inquietante sentido. A pesar de que el Mech Corps constantemente golpeaba a los piratas, estos seguían regresando como si literalmente no tuvieran valor. Cuando los Dragones reunieron esta escoria, solo se componía de una fracción de lo que inicialmente trajeron a la superficie.
"Bueno, deberíamos agradecer a nuestra suerte que los Dragones del Vacío hayan sido tan relajados con sus esclavos. Si los hubieran salvado a todos, podrían haber abrumado nuestras defensas con su gran número".
Mientras los defensores restantes estabilizaban las líneas, Ves observaba desde el techo de uno de los talleres prefabricados. No tenía ninguna utilidad en este momento, ya que el tiempo de reparación había pasado. En este momento, todas las manos disponibles ayudaron a cargar las naves espaciales.
Miró a lo lejos e imaginó todos los combates que se desarrollaban allí. Ves había accedido a la transmisión de su Blackbeak pero perdió la conexión en el camino. Algunas de las líneas de comunicación habían sido cortadas por alguna razón u otra.
"Tal vez este sea un buen momento para gastar mis billetes de lotería".
Nadie le prestó atención a Ves en ese momento. Con piratas a la vuelta de la esquina y barcos que necesitaban ser llenados, el Mech Corps no escatimó esfuerzos en monitorear a un único diseñador de mech, aunque algo especial.
Ves miró atentamente de un lado a otro y no vio a nadie cerca. "Suerte, ¿hay algo vigilándonos en este momento?"
"¡Maullar!"
Lucky ya había eliminado algunos insectos. Desde entonces, nada más se había acercado. Ves lo tomó como una afirmación y se sentó en un rincón cerrado. Encendió su comunicador y activó su Escudo de privacidad antes de pasar a la página de la Lotería.
Diez relucientes billetes dorados esperaban su lectura. Como siempre, el Sistema hizo un esfuerzo adicional para mejorar sus funciones. Los billetes parecían reales y flotaban delante de Ves como un atractivo banco de peces.
"Espero que encuentres algo mejor que una vieja linterna o algo así".
Ves consideró que los billetes de bronce y plata eran una pérdida de tiempo y DP. Incluso si pudiera comprarlos al por mayor, preferiría usar sus puntos en la Tienda o en el Árbol de Habilidades. Al menos obtendría lo que pagó en esos casos.
En cuanto a estos billetes de lotería, si su suerte no augura nada bueno, podría terminar con diez fracasos totales. El riesgo de cometer diez fallos seguidos pesaba mucho sobre Ves.
"No tengo tanta mala suerte, ¿verdad?"