La pérdida de Hoyler y la forma en que murió dejó a los Whalers de un humor sombrío. Ves esperaba que su brusco despertar los impulsara a trabajar más meticulosamente, pero los Balleneros demostraron una notable capacidad para superar la tragedia.
Celebraron una fiesta festiva durante la noche en la que más de la mitad de los balleneros se emborracharon hasta quedar estupor. Cuando se despertaron a la mañana siguiente, el dolor por perder a Hoyler se había convertido en una punzada distante.
Todo volvió a la normalidad, aunque los balleneros intensificaron su alerta. Ya no cayeron del cielo más barcos piratas en sus proximidades.
De hecho, cada portaaviones descendente pretendía aterrizar en medio de terreno no reclamado. Las naves que se estrellaron cerca de los Vesianos o los Brighters se vieron obligadas a desviarse de sus trayectorias originales debido al daño que sufrieron en la batalla en el espacio.
Esto dejó a todos con un poco de respiro. Hasta que los piratas se recuperaron de sus desembarcos y se reunieron, no representaron ninguna amenaza para los balleneros.
Fadah y Ves se reunieron en los establos donde descansaba Blackbeak. El robot no sufrió más que un par de rasguños a manos de los piratas. De hecho, sufrió más daños por su caída cuando el robot de Hoyler explotó, y eso tuvo que arreglarse.
"Puedo arreglar el Blackbeak en medio día". Dijo, mirando su propio trabajo con un nuevo sentido de aprecio. La falta de armadura no parecía tan grave ahora que sabía que Fadah podría aprovecharla al máximo en el Planeta Resplandeciente. "¿Hay algo más que te gustaría modificar mientras estoy en esto?"
"No." Fadah sacudió la cabeza letárgicamente. "El Blackbeak todavía está en bastante buena forma. Sólo haz lo básico y continúa arreglando los otros mechs".
"Está bien."
Ves se puso a trabajar en silencio, aunque para sus adentros volvió a suspirar. Fadah esperaba demasiado de él. No era un hacedor de milagros. Los balleneros pilotaban mechs baratos y en mal estado. Sus talleres carecían de muchas herramientas avanzadas y los técnicos mecánicos parecían más vagabundos que profesionales.
Aún así, se guardó sus quejas para sí mismo y trató de sacar lo mejor de ellas, sabiendo que tal vez necesitaría acostumbrarse a trabajar en circunstancias difíciles.
Con su inclinación a meterse en problemas, podría verse obligado a trabajar en un robot sin herramientas ni suministros.
Pasaron un par de días mientras Ves modificaba mech tras mech. No pasó gran cosa sobre el terreno.
Los piratas que desembarcaron en la superficie se reunieron y formaron una serie de bases subterráneas. De vez en cuando, el Mech Corps y la Mech Legion en órbita bombardeaban sus posiciones, pero la gran distancia y algunas influencias desconocidas del Planeta Resplandeciente hicieron que la mayoría de los disparos no dieran en el blanco.
Era una pérdida de tiempo y energía bombardear a los piratas a menos que reunieran al menos un regimiento completo.
Sin embargo, cada vez que lo hacían, la flota pirata que permanecía en las cercanías del Planeta Resplandeciente se acercaba y amenazaba a los mechs. Esto llevó a complicadas maniobras orbitales en las que los tres bandos intentaron encerrarse entre sí sin éxito. Todos los ajustes de rumbo infructuosos frustraron a los pilotos que tuvieron que permanecer en espera como Ghanso.
"¡¿Cuándo terminará esto?!" Gimió dentro de su Vhedra-S.
"Esto terminará cuando los piratas cometan un desliz". Respondió el viejo Alex.
"Como si eso alguna vez fuera a suceder. Esos bastardos de los Dragones del Vacío son muy astutos y escurridizos. Siguen engañándonos una y otra vez y nosotros seguimos cayendo en sus trucos".
"Para ti, eso es un combate espacial. No es como si estuviéramos en tierra donde detendremos nuestro movimiento una vez que apaguemos nuestros motores. Todo está en movimiento. Para prosperar en el espacio, debes comprender la mecánica detrás de todo". estas cosas."
"¿Tú?"
"No. ¿Estás loco? Prefiero mejorar mis habilidades de pilotaje que volver a la escuela. Deja que el teniente Fairfax y el capitán Rynsel piensen. Escuché que tomaron algunos cursos adicionales para calificar para el ascenso".
Eso abrió algunas puertas en la mente de Ghanso. Comprendió la necesidad de familiarizarse más con el funcionamiento del movimiento en el espacio. Los cursos básicos impartidos en las academias sólo arañaron la superficie de lo que había sucedido aquí.
"Quizás también me registre en esas clases".
"Buena suerte, entonces. Eres lo suficientemente joven para seguir aprendiendo, así que aprovéchalo mientras puedas. ¡Nunca dejes de mejorar!"
Ghanso detectó algo de arrepentimiento en la voz del viejo Alex. Quizás el hombre perdió muchas oportunidades en su juventud. "Gracias por la orientación".
"No es nada. Ustedes, los Larkinson, son capaces de resolver las cosas tarde o temprano. Si no fuera yo, entonces algún otro pariente suyo les habría dado una pista".
Eso no restó valor al consejo de Alex. Ghanso abrió su comunicador y buscó las siguientes vacantes disponibles para las clases que tenía en mente.
Mientras persistía un punto muerto en el espacio, de regreso en el suelo, Ves se tomó un descanso después de modificar el décimo robot que pasó por sus manos.
"Muy bien, esto es suficiente. ¡Ve a tomarte el resto del día libre!"
Los exhaustos técnicos mecánicos gritaron mientras dejaban caer sus herramientas en la cubierta. Ves hizo una mueca ante el trato descuidado de su equipo. Si tan solo los balleneros tuvieran un jefe adecuado que les infundiera algo de sentido común.
Últimamente Ves hacía todo su trabajo bajo tierra. Los Balleneros terminaron de excavar un par de salas seguras del tamaño de robots y terminaron de trasladar la mayoría de sus activos de superficie a estos espacios vacíos. Ves se sintió mejor al tener capas de rocas entre su cabeza y un rayo láser desde la órbita.
"¡Melkor!"
Se encontró con Melkor en la entrada del taller. Últimamente, su primo se había ofrecido como voluntario para patrullar. Aunque Lucky había huido a desenterrar especies exóticas de gran valor, Ves apenas sintió ninguna amenaza por parte de los balleneros. Por tanto, permitió que Melkor se ofreciera como voluntario para otras tareas.
"Necesitamos discutir algo". Melkor mientras guiaba a Ves por el brazo. "Se trata de la batalla en el espacio. Existe la posibilidad de que nos queden sin posibilidad de escapar, al menos durante las próximas dos semanas".
Ves se puso amargado al contemplar la posibilidad. Nunca sucedía nada bueno cuando una fuerza terrestre era separada del soporte en órbita. Ya pasó por una comunidad en su anterior aventura hacia Groening IV.
'¿Qué está haciendo el Mech Corps?'
"Mi conjetura es que han decidido que la 4ª división está demasiado expuesta y superada en número para hacer una jugada por la supremacía orbital. Incluso podría ser imposible mantener una órbita geosincrónica sobre sus hombres en tierra. Se están retirando a una órbita más alta. sobre el planeta donde tienen mucho más espacio para maniobrar. Los Blood Claws y los Whalers y los otros equipos que firmaron con ellos harán lo mismo ".
¿Entonces vamos a dejar que los piratas sobrevolen el planeta con impunidad?
"No exactamente. Se han visto obligados a entrar en una órbita aún más alta. Están tan lejos en el cielo que no podrán amenazar nuestra base. Los hombres con los que he hablado escucharon de otros hombres que especulaban que "Los piratas están esperando refuerzos. O esperan mucha ayuda o están manteniendo conversaciones secretas con los mercenarios que aún no han firmado un contrato".
Ves entendió la preocupación de Melkor. No podían descartar la posibilidad de que los señores mercenarios se unieran a los piratas, que poseían la mayor cantidad de barcos de las tres fuerzas principales que luchaban por el control.
Comenzaron a discutir contingencias. Cualquier cosa podría suceder en las próximas semanas y los Balleneros podrían terminar enfrentándose a una amenaza que ninguno de ellos podría vencer.
"Desviaré algunos suministros de los balleneros. Ni siquiera los protegen. Lo único en lo que se centran es en la creciente pila de especies exóticas que han extraído del suelo".
Melkor asintió. "Está bien. Me ofreceré como voluntario para patrullar fuera de los muros. Estaré trazando nuestras rutas de escape y tomando nota de cualquier peligro en el camino".
Ambos rezaron para no tener que implementar nunca sus contingencias, pero el equilibrio de poder seguía desviándose del favor de la República Brillante. Los señores mercenarios que decidieron permanecer neutrales lo hicieron porque carecían de fe en la fuerza de la República.
Con el tiempo, el Mech Corps seguiría perdiendo poder. Melkor le transmitió a Ves que el Mech Corps se negó a enviar más divisiones al Planeta Resplandeciente. No podían darse el lujo de despojar sus defensas para perseguir riquezas en un planeta alienígena desconocido.
"¿Qué pasa con los vesianos?"
"No tengo ni idea." Melkor se encogió de hombros. "La Legión Mech tampoco parece estar esperando refuerzos. Creo que tienen demasiado miedo para enviar tantas fuerzas a través de la frontera. Es más fácil para nosotros tenderles una emboscada si tienen que entrar a nuestro territorio primero".
Ves asintió comprendiendo y se alejó. Ahora que tenía algo de tiempo para sí mismo, Ves tenía intención de regresar al cuartel y dormir. Salió de la sala del taller y atravesó los pasillos huecos hacia su destino.
Los sombríos túneles subterráneos arrojan una luz deprimente a su alrededor. Prefería el espeluznante resplandor verde a las intensas luces blancas del techo del pasillo.
La única ventaja de trabajar bajo tierra fue que los balleneros sellaron las entradas. Todos los que estaban dentro se deshicieron de sus voluminosos trajes de emergencia, incluido Ves. Incluso si la base sufrió un ataque que provocó una fuga de aire, todavía tenía su ropa antigravedad para proporcionarle algo de oxígeno.
Ves pasó por una habitación vacía que aún no había sido utilizada. Mientras giraba la cabeza para echar un vistazo, de repente sintió una palma delgada pero increíblemente fuerte que lo empujaba hacia adentro.
Entró en la habitación hecho un ovillo. ¡Esa palma tenía mucha fuerza, mucho más de la que su cuerpo mejorado podía soportar!
"¿¡Quién está ahí!?" Gritó y apuntó con su pistola trasera hacia la entrada, solo para encontrarse con una vista familiar. "¡No! ¡No puedes estar aquí! ¡No eres real!"
Un escalofrío recorrió su cuerpo al encontrarse nuevamente con la aparición de su madre. Después de su primer encuentro con su madre, trató de convencerse de que ella en realidad no había resucitado de entre los muertos.
"Vessssss..." Su madre se prolongó mientras su cuerpo se acercaba más a su hijo.
Cada vez que su madre se acercaba, Ves daba un paso atrás. El escalofrío en su cuerpo se volvió más gélido y su mente se volvió lenta. El fantasma de su madre lo llamó de una manera que lo convirtió en un niño pequeño indefenso que anhelaba el abrazo de su madre.
"Tú... no eres... real..." siseó Ves entre sus dientes apretados mientras luchaba contra su mente y su cuerpo que no cooperaban. "Esto... es... todo... en... mi... mente..."
"Mi muchacho Vessie. El corazón no miente. ¿No me reconoces?" Preguntó su madre mientras se acercaba a su hijo. Se volvió más sustancial cuanto más se acercaba a Ves. "Los sueños y la realidad están interconectados. Lo que ves frente a ti no necesita existir para existir".
"¡Deja de actuar como mi madre! ¡No te pareces en nada a ella!" Pronunció mientras su espalda chocaba contra la pared de la habitación. Deslizó su cuerpo hacia un lado hasta quedar atrapado en un rincón.
Su madre se acercó con expresión decepcionada. "Ves... nunca quise que te involucraras con mechs. Tu padre siempre insistió en que los mechs están en tu sangre, pero no lo es. No deberías haberte convertido en diseñador de mechs y no deberías haber venido aquí en primer lugar. ".
"Por qué…?"
"Porque hice que alguien cambiara tus genes". Ella reveló mientras se detenía frente a Ves. Su dedo se estiró y recorrió su mejilla nuevamente. Su dedo fantasmal le pareció muy real a Ves. "Solías ser un Larkinson. Cuando pensé en mi bebé arriesgando su vida en un planeta extraño, no podía soportar la idea de perderte. Fui a espaldas de tu padre y visité una clínica en Bentheim para quitarte tu aptitud genética."
"¿Qué? ¡Madre, eso es una tontería!"
"Es verdad. Te quité tu afinidad por los mechs".
"¡Estás mintiendo!" Gritó, aunque su voz carecía de su fuerza habitual. "Me amabas. Siempre me prometiste que me apoyarías si me convertía en piloto..."
Aunque ya se había reconciliado con su suerte en la vida, su madre había abierto brutalmente sus heridas mentales. El dolor de la decepción y la desesperación de saber que nunca podría ser un verdadero Larkinson siempre habían acechado en su mente.
A su madre no pareció importarle.
"Ves. Deberías haberte quedado en Cloudy Curtain. Deberías haber estado a salvo allí". Su cara se puso fea. "¡Pero tu padre lo arruinó todo!"