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Chapter 4 - Caso 2: Manchas

Prólogo - Monólogo de Haru Rivaille

Un frío intenso, unos pies descalzos, una rodilla herida y una frente caliente.

Ver a mi hermana en tal estado lamentable me molestó.

Me molestó el hecho ser lo que somos, de ser lo que soy.

El no ser nada es una desventaja en este mundo que se basa en el status y lo social.

No importa cuánto camine, no importa si la llevo a urgencias, no nos aceptarán por lo que somos.

A sus ojos, somos ratas, a sus ojos, nacimos en la basura y moriremos en la basura.

El frio intenso empieza a debilitar mi cuerpo.

«No siento mis pies...»

Pero incluso en este invierno, se puede encontrar el calor en lugares inesperados.

«¿Una cabaña?»

A pesar de nacer en lo más bajo, no significa que nos quedaremos aquí.

«Es vieja, pero sirve»

Los papeles se invertirán.

«Por favor, enciende»

Nosotros....

«¡Si, la chimenea aún sirve!»

Seremos quienes los veamos desde arriba.

¹

—Charlotte...

—Ya voy.

Han pasado días desde el acontecimiento del pueblo y aún sigue dando que hablar.

Los noticieros intentaron comunicarse con Haru y Liz, pero ambos hermanos se niegan a hablar.

Buena elección.

Ellos solo quieren hacer tendencia y multiplicar sus ganancias.

Lastima para ellos que ambos hermanos no son estúpidos.

Y además, les tienen un gran rencor a personas que les dieron la espalda.

—Llegaremos en una hora, procura no olvidarte de nada.

—De acuerdo Arlo, por cierto, ¿sabes dónde encuentra ahora mismo?.

—En la estación, su trabajo no termina.

—A pesar de haber pasado días.

Luego de que las pruebas fueran entregadas, la jefa de la estación, acudió inmediatamente al pueblo.

Arrestando a todos los causantes.

—De entre todos los cuerpos encontrados, uno de ellos destaca.

Arlo me muestra la imagen.

Una mujer calcinada.

Pero lo que destacaba, era la vida que yacía en su interior.

²

—¿Otro caso?

—Si, será está noche.

Haru me informa con antelación, un nuevo caso por completar.

—Claro, no tengo elección de todos modos.

—Y eso es lo que me alegra.

Una sonrisa casi burlona de Haru.

—Debido a tu decisión de tener a más inquilinos en casa, Liz tendrá que quedarse.

El caso anterior dejo muchas heridas, tanto físicas como mentales.

Ahora la vida de ambos niños están a mi cuidado.

—Me quedaré a cuidarlos, procura en volver ileso Tony.

—De acuerdo.

—Tu también Haru.

—Entendido mamá.

—Tengo sed.

Decido retirarme a comprar una soda.

Y siento el jalón de mi ropa.

—Tony...

Amy quiere acompañarme.

—De acuerdo.

Ella se alegra.

Por otro lado, Elliot decide quedarse junto a Liz.

—Yo también voy, hace tiempo que no compro algo de beber.

—¿Y tu desde cuándo tomas soda?

Liz pregunta por la decisión de Haru.

—¡Desde hoy!

Al llegar al minimercado.

Noto que hay precio 2x1.

—Llevare este.

Amy me pide una galleta de vainilla.

—Esta bien.

Amy se alegra.

—No se que llevar.....Por un lado está la cero azúcar a descuento y por otro lado está la original pero con 30% más de contenido.

Mientras Haru se decide entre gastar menos o tomar más, me encuentro en el área de pago, con Amy en brazos.

—¿Tony?

«Que molesto»

—Si, es el.

—Mira, cómo has estado.

A pesar que me reconocen, ni siquiera reconozco sus caras.

—Has cambiado, más delgado.

De entre todas las omegas, siempre debe haber un alfa.

—Tony, hola, cómo has estado.

—Y tu eres...

—Vamos, ¿acaso no me reconoces?

Coloca su mano en mi hombro y empieza a apretar fuertemente.

—¿Cómo está León?

Las chicas de atrás empiezan a reírse en silencio.

—¿Se encuentra mejor?

—Oh, tu eras el Bullying de León, ¿cómo has estado?

Ante mi respuesta, tanto el alfa como las omegas se quedan atónitas.

—Me impresiona que me reconozcas de ese modo.

—Bueno, nunca nos presentamos antes, así que te reconozco por rumores.

—Es entendible.

—Por cierto, me puedes dar el teléfono de León, desearía poder comunicarme con el.

—No puedo, no tengo contacto con el desde mucho tiempo.

De repente, envía una mirada amenazadora.

—¿No me estás mintiendo verdad?

—No tengo motivos por el que mentirte.

—Bueno, me prestas dinero, no tengo para las cervezas.

—No puedo, estoy corto de fondos.

—Creo que no me entiendes, dame dinero.

Nuevamente, la mirada amenazadora.

Las elfas de este tipo empiezan a mirarme con pena.

Su mirada amenazante, cambia en el momento de ver a Amy.

—Pero que linda niña.

Intenta tocarla y en ese instante....

—"Que asco"

—¿Que?

Tanto El tipo como las elfas se quedan sorprendidas ante la respuesta de Amy.

Y yo también.

—"Seres poco evolucionados, me dan lastima"

Quedó en silencio.

El tipo, al no saber que contestar, empieza apretar más fuerte mi hombro.

—Mas te vale controlar a tu hija o te dejará en ridículo delante de ella.

—¿Dejar en ridículo a quien?

¡El jefe al rescate!

—Y yo pensé que tendríamos un día tranquilo.

—Lamento arruinar el día.

Me disculpó con Haru.

—No te preocupes, ¿quienes son?.

—Cariño, es un detective.

Una de las prosti...elfas se percata del status de Haru.

—Vamonos, Tony, aún me debes las cervezas.

Se retira, con una amenaza vaga.

—Sabes, si deseas, puedo localizar a cada uno de ellos y darles un regalo inolvidable.

—No te preocupes, no hay necesidad.

—Como gustes.

«De todos modos, no pienso tolerar dos veces ese tipo de actitud»

—Por cierto, no sabía que Amy tenía un vocabulario increíble.

—Igualmente, estoy«orgulloso»sorprendido.

Miro a Amy y ella me devuelve la mirada con una sonrisa.

—Listo, ya pague las compras, hora de irnos.

Luego de que Haru pagará todo, nos dirigimos a casa.

³

Durante años, la corrupción logra vencer ante la justicia.

Hasta que finalmente se volvió algo común.

—¿Aqui es?

Pregunto a Haru.

—Segun el informe, si.

Ana Sánchez, una mujer que fue abusada sexualmente por Carlos Lerdo.

Debido al caso de status y fortuna, Carlos logro comprar tanto al Juez cómo al jurado, quedando libre del juicio.

Un tanto maltratado, no, este lugar está descuidado.

Aunque los rumores son vagos, se menciona que el vídeo de la violación se encuentra en los archivos de la fiscalía.

Objetivo, encontrar el archivo azul del caso de Ana Sánchez.

—Asi que....¿vamos a entrar con solo la fe de Jesucristo?

—Básicamente, si.

Haru me responde francamente.

—La última esperanza de Ana está aquí.

Menciona Haru con una tristeza, ver el rostro pálido de Ana tras perder el caso, es algo difícil de presenciar.

En lo cual, Ana no soporto el llanto.

—De acuerdo, entremos.

Decido dar el primer paso.

Este vecindario, un tanto maltratado, no, este lugar está descuidado.

Y las casas que yacen a nuestro alrededor parece encontrarse vacías, pero solo temen a ser juzgados injustamente.

Ya sea por botar basura, insultar, caminar, bostezar, entre muchas acciones más.

Una vez dentro, una secretaria nos espera.

—Buenas tardes, ¿tienen una cita?.

—Si, soy el detective Haru.

—Oh, por favor permítame guiarlos.

La secretaria nos guía, hasta terminar en una oficina.

—Me retiro, espero encuentren lo que desean y no mueran.

—¿Como?

—Tony apúrate.

—¿No escuchaste lo que dijo?

Una vez dentro de la oficina....

—Buenas tardes, por favor, tomen asiento.

Tanto Haru cómo yo nos sentamos delante de la persona quien mueve los hilos.

El líder del consejo ejecutivo.

—A que se le debe la visita, señor Haru?

—El caso de Ana Sánchez, quiero entrar a los archivos.

—Mnn, me temo que no puedo otorgarle la autorización.

—¿Puedo saber el motivo?

—No.

—Mnn, sabes....

«Y empezamos...»

—Estaba en mi computadora y en mi correo se me envió un vídeo peculiar.

—¿De verdad?, que curioso....

El líder empieza a sorber su taza.

—¡Pero que sorpresa!, ¡Usted aparece en el vídeo!...

Noto como el líder comienza a apretar su taza.

—Y también se capta como acepta un dinero anónimo...

Noto algo debajo del escritorio.

«¿Un palo?»

Decido mover un poco mi cabeza hacia la izquierda e inmediatamente regreso mi cabeza a su posición actual.

—Haru...

—¿Ese no es el mayordomo del acusado?, ¿porque está entregando dinero hacia su persona?

—Haru...

—¿Por lo que tengo entendido es ilegal este tipo de actos, no lo crees?

Haru sigue chantajeando al líder ejecutivo.

«Ya basta...»

—Entonces, ¿que tiene que decir al respecto?.

—Haru.

—Dios....Tony estoy hablando con el líder.

—Bueno, la cuestión es que....

En ese instante, la mirada amable del congresista cambia a una sombria.

Como si el tiempo avanzará lentamente, el líder sostiene el palo y una vez alzado....

Empujo a Haru, sacando su cabeza de la trayectoria del arma.

Y el arma es incrustada en la pared de al lado.

—¡Tiene una hacha!

«Finalmente pude decirlo»

El líder me patea del camino y va directo hacia su hacha.

A una vez que saca el arma incrustada de la pared apunta hacia mi cabeza y en el momento de lanzar, Haru lo paraliza.

—¿Porque el ejecutivo tenía un hacha?

—No lo se, no estaba en el informe.

Pasos empiezan a escucharse.

Asomo mi cabeza hacia la puerta y logro captar más de 20 hombres con hachas en manos.

—¿Porque todos tienen un hacha?

—No lo se, no estaba en el informe.

—¡Haru Rivaille!.

—¿Si?

—¡Hoy estamos de buen humor!

—Oh....¿Y?

De manera desinteresada, Haru responde.

—Este mocosos de mier....

El tipo se calma.

—!No queremos pleitos!, ¡Abandona por lo que viniste e ignoraremos todo lo que ocurrido!

Alzo la cabeza y noto una mini camara en la esquina superior derecha.

—Haru.

Le susurro a Haru, indicó con mi dedo índice la posición de la cámara e inmediatamente dispara.

Los restos de la cámara quedan en el suelo como fragmentos.

—A juzgar por como llegaron, no parece que nos dejarán ir.

—¡Te doy mi palabra!

—Tu palabra no es confianza.

—¡Mi paciencia es escasa mocoso!

—No gracias.

—Como gustes.

La puerta empieza a ser golpeada.

—¿Trajiste algo?

Le pregunto a Haru.

—Si.

Vuelve a electrocutar al líder mientras responde a mi pregunta.

—De su mochila, saca una granada.

—Esa granada...

—Si.

—¿En serio?

—No te preocupes, verifique que tuviera seguro.

—Eso no es lo preocupante.

Una de las hachas queda incrustada en la puerta.

En el instante que quitan el hacha incrustada de la puerta, dejando una grieta enorme...

Haru lanza la granada través de la grieta.

—Voltea el escritorio.

Al voltear el escritorio, pequeños fragmentos atraviesan la puerta, dejando agujeros en ella.

Y todo lo que yace a su alrededor, queda destrozado.

Salimos a verificar....

Y tal como pensé, todos están muertos.

—Entiendo el estar preparado, pero traer una granada de fragmentación....

—¿Pero funciono verdad?

—Cierto.

Los cuerpos de todos los ejecutivos quedan en el suelo, mientras que expulsan sangre a través de los agujeros hechos por una granada.

—Bueno, tengo la llave, el líder debería esconder mejor sus cosas.

Mientras bajamos por el ascensor, volteo la mirada hacia la mochila de Haru, para luego dirigir mi mirada hacia el.

—¿Algo más que trajiste?

—Pensaba en traer un incendiaria, pero luego me resulto innecesario.

—De acuerdo....

El ascensor llega al destino.

La sala de archivos, área donde guarda todo lo relacionado a crímenes.

Tanto resueltos cómo sin resolver.

—Gris....rojo....verde....¡aquí!

Haru encuentra la sección azul.

—Veamos...

Haru saca el informe.

—Fila 3 sección B.

Abre la sección, en lo cual son varios casos de abusos hacia mujeres.

—Esto va a tardar unos minutos, chequea el lugar.

—De acuerdo.

Mientras vigilo el área, capta mi atención una fila.

—....¿Morado?

Decido dar un vistazo.

—Veamos, que sea fila 1.

Elijo la sección A, saco un informé de lo sucedido....

Y me arrepiento de haberlo hecho.

El caso de un niño abusado por 4 hombres, las imágenes son fuertes.

La expresión del niño lo dice todo, sus lágrimas piden parar.

Pero las expresiones de placer de esos hombres se niegan rotundamente a hacerlo.

Imágenes de como cortan sus extremidades.

Cómo último acto, mostrando el cómo es asesinado con una escopeta.

La imagen final muestra sus sesos esparcidos por el suelo, mientras rien de la desgracia del niño.

Colocó el informe en su lugar y vuelvo a patrullar con la mente traumatizada.

Luego de unos minutos...

—¡Lo encontré!

Haru avisa con alegría mientras agita el informé.

—Si, todo fue un soborno.

Las imágenes muestran el momento que Carlos Lerdo abusa sexualmente de Ana.

Y no solo eso, un disco con el vídeo de la violación.

—Con esto, el caso está resuelto.

Haru muestra positividad, mientras que yo no puedo dejar de pensar en ese niño.

—Que pasa, tus ojos están alterados.

Haru saca su linterna y alumbra mis ojos.

—Tus pupilas está dilatadas, ¿estás estresado?.

—....Si

Respondo de una manera fría.

—No te preocupes, ya nos vamos a casa.

Mientras caminamos hacia el ascensor, noto uno de los focos apagados.

—Se quemó, pueden comprar yates pero no un foco, tacaños de mierda.

Mientras Haru critica a los ejecutivos, noto una silueta al frente, esperando nuestro acercamiento.

Inmediatamente saco mi silenciador y el no duda también en apuntar hacia mi cabeza.

—¿Porque son tercos?, ¿porque no se fueron cuando se les otorgo la oportunidad?

—Oh eres tu líder, ¿que tal la siesta?.

—Cierra el hocico Haru.

—Oh, vaya humor el tuyo.

El líder me mira fijamente.

—¿Que te pasa?, parece que viste un fantasma.

Mi memoria empieza a actuar, vuelvo a recordar la imagen de los 4 hombres.

—Oye, ¿me escuchas?, tu amigo si que está traumado.

—¿Eso era?, pensé que solo era estrés.

Su rostro empieza a conectarse con uno de la imagen.

—¿Acaso no reconoces una mirada de estrés o de un trauma?, esa mirada, ya lo eh visto antes.

Inmediatamente tanto el rostro del líder como el de uno de los abusadores empiezan a encajar.

Hasta que finalmente....

—Eres tu.

—¿Que?

El líder no entiende el porque.

—Eres tu.

—Se específico por favor, ¿acaso no tienes vocabulario burro de mierda?

—Fuiste tu...

El líder voltea su mirada hacia Haru.

—Creo que a tu amigó se le óxido un engrana...

Inmediatamente suelto mi arma y me abalanzó contra el.

Sostengo la muñeca que tiene el arma, al líder se le escapa una bala, reventando uno de los focos.

—Noto que ambos tienen asuntos pendientes, así que los dejo concluir.

Haru se aleja de la zona, dirigiéndose hacia el ancesor.

—Lo estás haciendo difícil...

El líder me proporciona un golpe en el ojo.

Devuelvo el favor con una patada en la pierna derecha e inmediatamente un golpe en la nariz.

La sangre mancha su camisa blanca.

—Carajo....mi esposa me reclamara de la camisa.

—¿Y tienes esposa?, ¿Y acaso ella sabe lo que hiciste?

Arrebato con preguntas.

—¿De que carajos hablas?

—Ya no tiene importancia la explicación.

Vuelvo al ataque.

El líder saca el hacha de su espalda y abalanza contra mi.

Apunta hacia mi cuello, pero me acerco evitando el la trayectoria del arma.

El hacha corta varios informes.

Inmediato sostengo el mango del hacha evitando que ataque y le proporciono un cabezazo nuevamente en la nariz.

El líder, con el dolor insoportable suelta el hacha, cubriendo su rostro mientras se aleja de mi persona.

Pateó el hacha lejos del alcance del lider.

Me acerco, hasta estar cara a cara.

—Maldito abusador.

Inmediatamente, el reconoce el porque mi actitud.

—¿Lo viste?, ¿que te pareció?

Su voz cambia drásticamente.

—Fue algo, increíble siendo sincero.

Empieza a mostrar su verdadera cara.

—El cómo penetraba una y otra vez, el como no importa cuánto llorara, nadie lo escucharía.

—.....

—Eso solo me exitaba más.

La cara del líder se torna a una pervertida.

—¡Su pequeño agujero era la cúspide del placer!

En ese instante lo golpeó con la manopla.

Al no soportar tanto dolor, cae al suelo.

Me colocó sobre el y empiezo a golpear.

—1,2,3,4....

Una, otra, otra, otra, otra.....Y otra vez.

Hasta que finalmente llegue a 30.

La cara del líder queda irreconocible.

Me levanto y me apoyo sobre el estante de informes.

—....

Quedó en silencio por unos segundos....

—Que pasa?....porque esa cara... muchacho?

El líder mira mi expresión, una expresión de tristeza y empieza a hablar con voz baja.

—Deberias....ser conciente....que la humanidad....es atroz....

—....

—Lo que viste....es solo una página de varias....

El líder, con la poca que fuerza interna levantarse, pero es en vano.

—Roban, asesinan, mienten, violan....se volvió algo....común escuchar....todo eso en las noticias....

—La verdadera plaga, los verdaderos monstruos.....son los humanos.

El lider habla con un gesto de gracia a pesar de tener la cara desfigurada.

Me acerco hacia el hacha, lo levantó para luego dirigirme hacia el líder.

El líder no hace ningún movimiento, se queda tieso, cómo si ya hubiera adivinado mi siguiente acto.

La humanidad a causado bastante daño, tanto a la naturaleza como a su misma especie.

No dejarán de corromperse, no dejarán de corromper a aquellos que aún tienen oportunidad.

Y tal como lo veo....

—Estamos destinados a matarnos entre nosotros.

—Ya aprendiste.

Una última felicitacion, para luego ser decapitado con una sonrisa.

Los informes empapados con la sangre del líder....

Recojo aquellos libros intactos y los coloco en su lugar.

Luego de recoger mi arma, me dirijo lentamente hacia el ascensor.

—Tardaste.

Haru me espero en el ascensor con una actitud impaciente.

—Perdon la demora.

—No te preocupes, ¿dónde está el líder?

—En el suelo.

Respondo de manera fría.

—¿Sigue vivo?

—No.

Vuelvo a responder de manera fria.

Haru capta el hacha que tengo en la mano, el filo bañado en sangre.

—¿Llevaras el arma a casa?

—....Posiblemente.

Mirando hacia el vacío, Haru no se atreve a dirigirme la mirada.

—Mañana pesaba ir a la pizzería, ¿Que tal si vamos todos?.

—No gracias.

De inmediato respondo negativamente.

—De acuerdo....¿Y que tal al parque de juegos?, así llevamos a Amy y Elliot para divertirse.

—Vayan ustedes.

—Esta bien....

Haru deja de intentar.

El silencio abundó todo el ascensor, hasta que finalmente llegamos a la salida.

—¿Como te fue?

—Bastante bien.

—Informe.

Enciendo la laptop, en el cual muestro a Haru y su compañero salir con vida.

—Envia el video al consejo.

—Entendido.

Antes de retirarme...

—Señorita Elif.

—¿Si, señor Eduar?

—¿Que te pareció el detective?

—....

Hago una mirada desconcertada.

—No me refiero sexualmente.

—Precavido y tranquilo.

—¿Y su compañero?

Vuelvo a mis memorias....

—Sereno y conformista

—Ok, ya puedes retirarte.

Una vez retirada de la oficina, envío el vídeo a esos viejos repugnantes.

Siento el vibrar en mi bolsillo derecho.

Contesto la llamada.

—¿Si?

[¿Como te fue?]

—Bueno, sigo viva, asi que no me quejo.

[¿Lo lograron?]

—Si.

[Era de esperarse]

—Si eso es todo, voy a colgar.

[Espera]

«Que nefasto»

[¿Logro reconocerte?]

—No, lamentablemente.

[Si tan solo no hubieras vestido tan formal...]

—Es mi trabajo.

[Que se le va a hacer]

—¿Termino, señorita Charlotte?

[Deja de llamarme así, se siente raro]

—Voy a colgar Charlotte.

[No seas tan fría, por lo menos ven a visitarme un día de estos]

—Lo pensare.

Cuelgo la llamada.

—Tal vez, me hubiera reconocido con vestimenta informal.

El caso de Ana Sánchez volvió a repetirse, en lo cual salió Victoriosa, dando esperanza a todas las mujeres abusadas por tal hombre repugnante.

Dentro de las rejas, los rumores no se hicieron esperar.

Todos los reclusos esperan la llegada de Carlos.

Y asi, proporcionarle una "Calida" bienvenida.

Caso 2: Completado.

Datos no aclarados:

A última minuto, el líder ejecutivo propuso para el fin de semana entretenerse con la tala de árboles en extinción.

El árbol cocobolo, chanul y pino Wolle estaba en la lista de entretenimiento.

Lastima que nunca se pudo cumplir lo propuesto.

Durante el tiempo en el que la justicia era pura, los hombre al mando decidieron clasificar los actos con colores.

Depende de la acción del caso, será posicionado.

Verde: robos y asaltos.

Rojo: Secuestros y asesinatos.

Azul: Violaciones y torturas.

Gris: Narcotráfico de órganos, narcotráfico de drogas.

Morado: Casos de la deep web.

A fin de cuentas, la verdadera enfermedad son los humanos.