Sus ojos giraban con desesperación, y yo me puse en pie.
–El mejor amigo de Gabriel está justo frente a mi.
Dije poniéndome frente a él, después le acaricié la cabeza como si fuera un cachorro, él no paraba de temblar, tenía mucho miedo, lo podía sentir, últimamente varios amigos de Gabriel han estado muriendo de formas misteriosas, y si de eso no ahí duda siempre he sido yo. Siempre he sido yo quien termina con ellos.
–Hagamos esto rápido que debo ir a casa. - dije empujándolo sobre su asiento casi cae al suelo por la fuerza en lo que lo empuje.
–Sujetate bien.
Caminé hacia mi mochila, y saqué una cámara. –Lo grabaré todo como te gusta, no soy de grabar mucho así que soy principiante, y no comprendo mucho del enfoque, pero mientras esté grabando no importa ¿Verdad? No lo haré también como lo hiciste hace años, pero lo intentaré.
¿Recuerdas el viaje a París? El viaje de graduación en el cual fui invitada obligatoriamente a ir, no dejabas de grabar ¿Tanto te gustó ver como una pobre chica era abusada muchas veces por sus verdugos?
Bueno ahora es tu turno.
!¡PUEDEN PASAR! –grité al final y varios hombres fornidos entraron al consultorio.
–Disfrutalo. –Le dije y él me miraba con súplica.
Camine a la salida pero antes eche un último vistazo.
Los hombres comenzaban a desnudarlo, que asco lo único lindo que tenía el doctor Suerez son esos ojos grises. Cómo los míos.
Salí y me senté en el escritorio de la secretaría, cuando mi celular comenzó a sonar.
Lo pensé en contestar pero al final lo hice.
–Si?- respondí.
–Me preguntaba si podíamos salir está noche. –Dijo la voz de mi "Novio" del otro lado de la línea.
–No lo sé, no he estado en casa en días.
–Strella, solo acepta salir conmigo, no te arrepentirás. - dijo el sonriendo, se que lo hace.
–Está bien pero será mañana, sabes que mis padres no me dejarán salir si no les avisó con un mes de anticipación.
–Ok nena, mañana será, te amo.
–Adiós Dylan. - colgué la llamada y me quedé en silencio mientras de fondo se escuchaban los murmullos y gruñidos de aquellos hombres.
Cerré los ojos y esperé pacientemente a que terminarán.
Cuatro horas después uno a uno comenzaron a salir alisando sus ropas.
–Ya está hecho señorita Vergara. – dijo uno de ellos, mientras los otros solo se iban.
–Bien, transferire lo faltante esta noche.
–No se preocupe por eso, hablamos y nunca tenemos un abujero tan cerrado donde terminar, así que decidimos que lo que nos pagó está bien.
–Muchas gracias, es un placer hacer negocios contigo.
–No, olvide que para la próxima vez igual puede contar con mi equipo, sean mujeres y hombres por igual entramos.
–Muy bien gracias, estaré en contacto.
–Hasta luego señorita Vergara.
Él se alejó como el resto, entre y lo que vi fue asqueroso sin duda, el cuerpo del hombre estaba bañado en semen y escurría sangre por su entrepierna.
–¿Verdad que duele? Descuida no dolerá mucho después de unas horas.
Sabes que la droga que usaban para dormir esa noche es la misma con la que no te puedes mover solo está un poco modificada para que no pierdas el conocimiento, y creo que se me fue la mano ya que esa vez solo duró una noche pero ahora te diré que está no solo durará una noche sino una semana,una semana en la cuál estarás con vida pero no podrás moverte. –
Puse mi pie en su miembro presionando con fuerza.
–Ahi que matar a las cucarachas o sino se reproducen, te mostraré lo demás que traje para divertirnos.
Caminé de nuevo a mi mochila y saqué el bisturí, le haré una pequeña operación.
–Sabes te haré una operación de cambio de sexo.
Su mirada de temor me hizo reír.
–Mire en internet como hacerlo solo espero hacerlo bien.
Me puse los guantes de látex y me enfoque en la cámara que siguiera grabando.
–Mira, creo que lo hago bien. –Apunte a la cámara.
Me senté aún lado de él y tomé su escuálido aparato en mis manos y comencé a cortarlo con el bisturí.
El comenzó a llorar.
–¿Te duele? Pensé que con la droga no dolería mucho, pero bueno no importa, no te muevas– dije sarcásticamente.
–La la la la la –comencé a tararear una canción mientras me concentraba tanto en cortarlo, después realice algunos pasos que vi en Internet y unas horas después había hecho un cambio de sexo no tan exitoso.
–Debo seguir practicando más, algún día lo haré bien.
Al final lo cosí, pero se me fue la mano por qué no deje ni un abujero lo cerré por completo, creo que le va a arder cuando quiera hacer pipi.
–¿Te gustó mi operación Dr. Suárez?
Sigo preguntándole pero él no me puede responder, la alarma en mi teléfono comenzó a sonar el tiempo ya acabado debo ir a casa o se molestaran conmigo.
–ya que no tengo tiempo de seguir jugando contigo, te llevaré a descansar un poco.
Lo jale de los brazos.
–Dr, Suárez póngase a dieta pesa mucho, comienzo a pensar que debería practicar la reducción de grasa con usted. Pero ya no ahi tiempo.
Lo lleve al baño y coloque su cabeza debajo del lavado, conecte una manguera que llevaba en mi mochila y abrí de la forma en que sólo cayera una gota de agua sobre su cabeza.
Leí que en los años medievales era una de las torturas más dolorosas que practicaban a aquellas personas que eran acusadas de brujería, los ponían bajo una toma de agua donde una sola gota de agua caía en sus cabezas, con el paso de los días la gota perforaba sus cráneos y morían lentamente era muy doloroso, así que así morirá.
Le daré una muerte lenta y dolorosa.
Tome una inyección extra que llevaba en mi mochila, por si el efecto de la droga pasa rápido lo inyectare de nuevo así alargar más el tiempo de durabilidad.
No me preocupa que piensen que se fuga el agua ya que el baño tiene una alcantarilla en el suelo, el agua no saldrá de este lugar.
–Gracias por la consulta doctor Suarez.