Pasaron varias semanas, y el viaje de Peter se fue preparando, tenía que poner a punto todo, tanto en su casa, como en su lugar de trabajo.
Marie Louisse estaba tanto emocionada como triste, por una parte estaba contenta de ir a casa de ese médico y por otra triste de separarse de Peter, no quería que se fuese, y lo suplicó.
-¡No te vayas!, tengo un mal presentimiento-ella lloraba desconsolada. Esa mujer que siempre había sido fuerte, y que pocas veces lloraba, ahora lo hacía. Notaba que le iba a faltar algo- por favor quédate conmigo.
-Con Michael estarás bien, él te cuidará y protegerá.
-Pero no serás tú. Tú me trajiste a este planeta, tú prometiste que me cuidarlas, y ahora te vas y me dejas sola.- hizo un puchero- todos los que amó se van. Enric, el cartero, el primer hombre que me hizo el amor. Mi primo Johnny, mi primer amor, la persona que más me ama en mi mundo, me dejó para irse a estudiar. Yo no quería que me dejase sola, y él tampoco- sonrió traviesa- fue el primero que me vio desnuda- se llevó la mano derecha al pecho desnudo- jugando fue el primero que me provocó un orgasmo. Nos estábamos bañandonos en el lago, y a él le llamó la atención mi cuerpo, tan distinto a el suyo.
Peter rió.
-Eso nos ha pasado a todos.
-Me tocó los pechos y los pezones, los apretó, yo no me opuse, sólo era un niño explorando un cuerpo tan diferente al suyo, y a parte se sentía tan agradable. Johnny me abrió los labios vaginales y miró dentro. Sé que disfrutó y yo también lo hice, me acarició el clítoris, nunca me había sentido tan bien, y allí con él tuve mi primer orgasmo. Fue entonces cuando le prometí que yo sería su primera vez, y así será, no se lo dejaré a nadie, es mi primo, es mío y de nadie más.
-¿Y si llega una mujer y te lo quita?, una mujer más joven que tú.
Marie Louisse lo miró mal.
-¡Johnny es mío y de nadie más!, espantaré a las masconas que se acerquen a él, lo he cuidado durante años, y lo he hecho para mi, no para que me lo quite una tonta estirada.- esa mujer se había enfadado.
-¡Que celosa eres!, ¡ Tengo celos de tu primo!
-No tienes porque sentirlos- lo miró posesiva- tú también eres mío, como lo será Michael.
-Además de celosa posesiva, acuérdate que Michael está prometido, tu deberás ser su maestra, después de su boda, sólo podrás estar con él si su entonces esposa os lo permite.
Ella cerró los ojos y sonrió, no veía ningún problema en eso, tendría a Michael cuando quisiera, había algo en ese médico que la atraía, era como si ya hubiera estado con él, en otra vida en otro mundo.
-¿No temes que cuando vuelva tu primo esté muy cambiado?, ¿ Que sea como lo demás chicos de su edad?, un repelente señorito. Un futuro amargado, atado por las tradiciones de tu atrasado país.
Ella negó con la cabeza.
-Johnny no es chico como los demás, toma decisiones propias, no se dejará dominar ni convencer, lo he educado para que tome sus propias decisiones, que no siga al grupo. Nadie le hará cambiar de parecer.
-Le has imprimido parte de tu carácter indomable, ¿me equivocó?
-No te equivocas. No podemos seguir teniendo esa sociedad en mi mundo, donde tienes que seguir normas idiotas. Seguir a los líderes como borregos. Hacer lo mismo generación tras generación, repetir los mismos errores. Johnny es el futuro, debe cambiar el futuro, y yo le ayudaré a cambiarlo.
-Será un futuro muy oscuro, nadie os seguirá.
-Pues lo haremos poco a poco, aunque tardemos una generación o dos.
Peter sonrió, esa mujer era una idealista, en el mundo de ella había pocas personas así, con una ideas tan claras. Lastima que las mayoría de las personas con ideas, no tuviese los ideales adecuados. Cuando Marie Louisse volviese a su mundo le esperaba un mundo lleno de gente con los ideales equivocados.
-Antes me has dicho que habían personas que te habían abandonado, pero creo que te has dejado una.
Ella sonrió, a veces Peter era tan corto, ni siquiera se había dado cuenta de eso. Se acercó a él, le pasó los brazos por el cuello.
-El tercero eres tú, que te vas a ir y me dejarás sola.
-No estarás sola…
-El doctor Michael cuidará de ti- continuó la joven con burla.
El hombre resopló esa joven a veces era irritante, sobretodo cuando tenía, o creía tener, razón, y en ese momento ambos tenían razón, distinta, pero razón, cada uno desde su punto de vista.
-No quiero irme de aquí- realmente si quería ir con Michael, pero quería castigar a su señor hasta el último momento.
-Es peligroso para ti quedarte sola.- él hombre ya no sabía que argumentos poner, sabía que ella se burlaba de él, pero tampoco quería parecer alguien que cedía antes las exigencias de ella, como ella no cedería antes la exigencias de él.- hay muchas personas que te odian por ser de otro mundo.
Esa pelea duró días, sin que ninguno de los dos diese su brazo a torcer.
Se conocían desde hacía muchos años, aunque ambos eran jóvenes para los estándares de ese planeta, en la Tierra los dos serían muy ancianos. El hombre ya no sabía cómo convencerla, era una mujer muy terca, pero era eso lo que le hacía quererla, y de golpe tuvo una idea, la atacó de forma inesperada.
-¡Estás enamorada de tu primo! En tu planeta está considerado como delito, eres una asaltacunas incestuosa.
Ella lo miró con falsa ofensa.
-¡Quien fue a hablar! Alguien que me espiaba desde que era niña, que esperó durante años que creciera lo bastante para traerme a su mundo, ¡Eres un pederasta!.
Peter se hizo también el ofendido como hizo ella.
-Relativamente tú y yo tenemos la misma edad, para la gente de mi mundo soy un jovencito.
-Pero tienes más de cien años más que yo.
-Sigo siendo joven. Para nuestra raza, tengo unos veinte y pocos años de tu mundo.
Esa falsa discusión se alargó durante horas, hasta que los dos acabaron en la cama haciendo el amor de forma salvaje.
Marie sonrió, Peter siempre caía en la misma trampa, siempre que se peleaban acababan teniendo sexo, ella siempre que deseaba tener sexo, buscaba pelearse con Peter. Él tenía razón, ese hombre aún era joven e inmaduro respeto a las mujeres.
Peter era tan manipulador como Marie, si quería tener una noche de sexo salvaje debía tener una pelea con esa mujer que lo hacía enloquecer, esas noches hacer el amor era más placentero, los dos daban más.
Durante los días que faltaban para la partida de Peter a su misión, y de Marie a casa del médico fueron haciendo el equipaje, pero sólo hacía falta un roce para que ambos saltasen sobre el otro en un juego de caricias, besos, que casi siempre los desbordaba y acababan haciendo el amor, esos días no hubo habitación de la casa donde lo hicieron.
Al final tuvieron que calmarse, y ponerse serios, si seguían dando riendas a su instintos no acabarían nunca, y el tiempo de la partida estaba cada vez más cerca, se tuvieron que dar prisa para acabar de prepararse, habían gastado mucho tiempo en hacer caso a sus deseos carnales y nada ocultos.
Un día los dos estaban en la cama, ya tenían las maletas hechas. No tenían ganas de levantarse, les dominaba la pereza, a pesar de la calor, parra los dos hacía un frio que no invitaba a levantarse, los dos abrazados después de una noche de amor. Se miraban a los ojos y se sonreían.
-Debemos levantarnos- él no tenía ganas de hacerlo, a los dos les venían malos días, días separados, semanas o meses sin poder estar en contacto. Ese día lo aprovecharían para estar juntos.
Ella se pegó más a él.
-No quiero levantarme, quiero estar junto a ti el mayor tiempo posible.
- Yo también, el tiempo que estemos separados va ser muy duro para mi- la miró y le acarició la cara, para los dos.
Se levantaron de mala gana, bajaron a la cocina y cogieron la cesta para el camping, el día anterior Marie la preparó con esmero. Cogidos de la mano salieron al prado, iban desnudos, sabían que no había nadie cerca, tampoco nadie los espiaría, era una pareja como todas que iba a tomar un baño al lago.
Al llegar se metieron en el agua y nadador juntos, y allí mismo, metidos en el agua, hicieron el amor, no era la primera vez que lo hacían allí.
Salieron del agua y Peter ayudó a la mujer a entender el mantel, y allí comieron, jugaron a las cartas y se hicieron cosquillas.
Él se acostó y ella hizo lo mismo apoyando su cabeza ennel estómago de él y se durmieron.
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Minutos después uno de los seres de los que Peter negaba su existencia, apareció volando con su pareja, los dos miraron a la pareja dormir tranquilos, se miraron y sonrieron.
-Peter Crousing y Marie Louisse, los dos humanoides que cambiaran este mundo, les espera grandes cosas, buenas y malas- gruñó ese ser a su compañera- esos dos humanoides llegarán lejos, sobretodo ella.
-Si, en un futuro la sangre de ella se unirá a nuestra raza, eso será cuando Peter Crousing haya dejado este mundo.- miró a esos ya famosos seres- entre nosotros, los ocultos, ya son más famosos que entre los de su raza, que tristeza que los que cambien el mundo no recibirán el reconocimiento que merecen.
-Dentro de muchos años lo recibirán. Peter Crousing no sabe de todo la auténtica razón porque la trajo a este mundo, puede que nunca sepa lo importante que es ella para este mundo, y tampoco lo importante que es él, aunque durante mucho tiempo ella será odiada por ser de otro mundo.
-Ella sospecha nuestra existencia, debe permanecer en la ignorancia durante mucho tiempo.
-Es pronto para mostrarnos ante ella, antes lo harán otros.
Y los dos poderosos seres se alejaron volando de los dos durmientes, sin saber estos que habían sido observados, ni siquiera el famoso y poderoso Peter había captado la magnifica presencia de esos poderosos seres.
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Los dos humanos despertaron cuando, el satélite de ese mundo estaba saliendo, aunque faltaban horas para que cayese Ran, el sol de ese mundo, Marie miró a Llum
-Llum llena, me recuerda al satélite de la Tierra. Hay muchas leyendas en mi mundo de la Luna cuando está llena.
-No verás a ningún hombre lobo- explicó Peter- aunque hay hombres que adquieren el aspecto de un lobo humanoide no se descontrolan matando gente.
Ella lo miró con pena, esperaba ver a un hombre lobo, esa experiencia le daría para poder escribir un libro de terror.
Peter la miró, sabía el por que de esas ganas de esa mujer de encontrar a los seres que ella llamaba fantásticos, ese afán de conocimiento le servirían para escribir libros.
-"Toda experiencia, por pequeña que sea, te sirve de inspiración para escribir libros".- Peter recordó lo que había dicho alguna vez esa mujer.
Marie en ese mundo no había abandonado su labor como escritora, había logrado publicar varios libros. A pesar del racismo hacía gente de otros mundos, los libros escritos por Clarice Newton, traídos de la Tierra, eran muy apreciados. Que esa mujer ahora escribiese y publicarse en ese mundo provocó la locura, todo el mundo quería tener los libros de la que ahora se hacía llamar Marie Louisse.
Siguieron el camino a casa, debían llegar pronto a casa, El veinticuatro de MEDIS era una fiesta especial, una fiesta que se celebraba en familia.
Al llegar a casa entre los dos prepararon la cena tradicional de esa noche. La familia entera debía colaborar en la preparación de esa cena, al ser sólo dos en la casa tuvieron mucho trabajo.
Marie tatareaba una canción de su mundo, Peter la miró, esa canción no se había creado aún en el mundo de Marie, le quedaba casi un siglo para que ese grupo la escribiese. El hombre no sabía donde la había aprendido. Marie cantaba y tatareaba canciones, aún no compuestas en su mundo natal, no sabía donde ni cuando las había aprendido, y ella tampoco. Conociendo lo poco que vivían los humanos, Marie tenía pocas posibilidades de llegar a conocer ni siquiera una de ellas.
Mientras Marie acababa de preparar la cena, Peter adornó el salón, y poco antes de medianoche sacaron los platos y los colocaron en la mesa.
Los dos subieron y se pusieron la ropa indicada para esa celebración.
Era ropa de un color gris, pero elegante. El vestido de Marie tenía un pronunciado escote, que dejaba a la vista gran parte del pecho. Unas largas mangas transparentes, y larga falda, con una abertura en la pierna derecha.
Él iba vestido con un traje, la camisa de un gris más claro que la americana.
Los dos iban descalzos, como marcaba la tradición.
La cena empezó puntualmente a las doce de la noche, como indicaba la tradición, esa fiesta duraría hasta el mediodía, poco antes de amanecer, los dos jóvenes portando una antorcha cada uno pendieron la hoguera y miraron como ardía.
Peter sacó un aparato musical y los dos danzaron al ritmo de la música. A Marie le vinieron a la mente los bailes paganos que se bailaban en la antigüedad en su mundo. Le vino a la mente que esa celebración era en honor al sol, a la fertilidad, y no se equivocaba. Ese baile era RAN KAU, la celebración del principio de AURIUM..
No era el primer RAN KAU de Marie, como coneja había vivido muchos, y como criada de Peter muchos más. Cada año le gustaba más esa fiesta, aunque sólo la celebraban Peter y ella.
-¿Por qué no la celebras con tu familia?- preguntó Marie. – es una fiesta familiar, como en mi mundo Navidad.
Peter bajó la cabeza.
-Para mí no hay fiestas familiares, mi madre… murió, mi hermana está ingresada en un convento.
Marie lo miró extrañada.
-Si es una fiesta tan familia, ¿ No sería normal que la dejaran salir?
-Es una novicia temporal. Algunas familias mandan a sus hijas prometidas a un convento, si se da el caso que hay otros pretendientes que exigen casarse con ella. Mi hermana por nuestra posición tiene varios pretendientes que quieren escalar en su posición social, mi hermana para ellos es un tesoro que quieren.a toda costa- explicó Peter con rabia.
-¿Pero ella que quiere?- preguntó Marie, no estaba de acuerdo con eso de encerrar a una mujer casadera, parecía de una sociedad primitiva.
-Lo pidió ella. Quería estar a salvo de esa pandilla de locos, nadie que ose secuestrar a una novicia sale vivo.
-¿Y que opima el novio?- preguntó la mujer.
Peter suspiró.
-Fue amenazado, lo querían obligar a abandonar a mi hermana. Ella y él hicieron votos de mutuo amor, esos votos son sagrados y nadie los puede romper. Esa acción encolerizó a los pretendientes de mi hermana. Después de varios intentos de asesinarlo, él también entró en un templo. Los dos estarán allí seguros hasta el día de la boda.
-¿Y después de la boda?
-Nadie osa romper un matrimonio, la pareja puede tener amantes si quieren, pero quien intenta romper un matrimonio es acusado de infamia. El matrimonio es más sagrado que en tu mundo. Y los lazos entre los contrayentes son muy fuertes.
-¿Pero habrá gente que no pensará igual? Que no pensará en la inviolabilidad del matrimonio.
-Los hay, pero suelen personas que les importa poco todo. Que igual traicionan a su mujer, que a su país. Son amorales en todos los sentidos. Capaces de todo para conseguir sus fines.
Marie supo que Peter hablaba por experiencia propia, que él conocía a alguien así.
-¿Y tu padre?- Marie se dio cuenta enseguida que hizo la pregunta equivocada.
-No tengo padre- no dijo que estaba muerto, sólo que no tenía. Marie supo que su señor no quería saber del hombre que había sido su padre. Ella supuso que Peter había cortado sus vínculos con su padre.
Él no contó nada más de su familia. Pero si porque se celebraba esa fiesta. Era honor a Ran, la estrella de ese planeta. En la antigüedad se creía que uno de sus dioses vivía en ella, y de ahí venía esa celebración en honor a dios, pero ahora era un día de celebración por la vida, por un buen AURIUM.
Ella lo miró y rió.
-En pocas palabras, es buen día para celebrar, pasarlo bien y disfrutar, es una excusa para tener un día de fiesta.
Él la miró y rió a carcajadas.
-Tú lo has dicho, no importa la festividad que sea, si es religiosa, o política, un día de fiesta es un buen día para hacer el vago y disfrutar, comer bien y beber.
Los dos se miraron y se besaron, no hicieron nada más, ese día estaban prohibidas las relaciones carnales.
Los dos danzaron alrededor de la hoguera, cantaron las canciones tradicionales de ese día. La mujer sabía de memoria esa canciones, los bailes de ese día se debían improvisar. La ya inexistente línea entre ella, la criada, y él, su señor se acabó de diluir, eran una pareja de enamorados celebrando su última fiesta antes de casarse.
Al día siguiente los dos se separarían. Ese año separados sería muy largo.