Las dos figuras se esclarecieron ante mi cuando la nube de polvo me permitió observarlas más cuidadosamente.
Una de ella medía unos cuatro metros de altura era la perfecta imagen de un Zinogre de color celeste.
Su gran cuerpo contrataba con la pequeña criatura herida frente a el...
Un pequeño tigre de color blanco, su color blanco se veía opacado por la sangre que tenía su cuerpo.
En los ojos de la gran criatura había una mirada de ira mezclada con arrogancia, por otra parte contraria a su situación, el pequeño tigre tenía una mirada superior como una persona que ve a una hormiga en el baño mientras caga.
En ese momento me sentía como un camarógrafo o visitante en un área natural cuando veía a un depredador atacar a una cría de otra especie... Pero a diferencia de mi mundo los humanos no son la raza superior así que no estoy en el rango de no interferencia.
Cuando iba a saltar directamente por la gran criatura Paris pasó junto a mí y únicamente con su poder de golpe le rompió toda la pata... Debo recordar pedir perdón por todos mis errores incluso los no cometidos.
La gran criatura que había perdido una pata fue envuelta por un brillo blanco y su cola y dos patas traseras fueron rebanadas por un corte que dejó lo que parecían flores de campo.
Fue un corte realizado por Grettel.... El pobre ser que ya no podía dañar a una mosca fué cegado por dos flechas que atravesaron sus ojos... Esta vez fué Sara.
Rafael y yo estábamos de pie estupefactos.
Lyon - ¿Grettel de dónde mierda saliste?.-
Grettel - Estaba conversando con alguien.-
Paris - ¿¡Puede hablar!?.- En su cara había un ligero rastro de sorpresa pero su cuerpo no estaba interesado en la situación, ella solo estaba acariciando a la pequeña cria.
A ella se unió Grettel y Sara.
Algunos minutos después la estampida fue superada si muchos problemas.
Junto a mí estaba el cadáver de la gran criatura que perseguía a la cría.
Sara - Este es un ser desconocido, debe ser investigado además debemos informar al reino de esto.-
Lyon - Si... Creo que mi vida es más importante que eso.-
Sara - ¿Que?... ¿Por qué?.-
Lyon - No lo sé... Solo siento una cascada que recorre mi espalda.-
Sara - Oh... Ya decía mi abuela que las aguas tranquilas son las más peligrosas... ¿Quién pensaría que la dichosa Paris miraría a alguien tan intensamente?...-
Lyon - No me hace gracia tu chiste de mierda.-
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En otro lugar....
Clark - ¡Camina! ¡Te compré demasiado caro como para que me salgas con eso!.-
En medio de un bosque estaba el joven rubio rodeado por un grupo de mujeres, ninguna de ellas era mayor a veinte años ni menor de diez años.
Seraph - ¡Señor basta por favor solo es una niña!.- Ella al igual que todas las demás mujeres tenía una marca de cruz en la garganta... Eso solo significaba una cosa, eran esclavas.
En todo el continente solo hay un sitio donde la esclavitud es legal... El sacro imperio de la Luz... El solo hecho de tratar como esclavos a alguien que fue un esclavo en el Imperio tenía una condena.
Clark - ¡Cállate maldita perra!.-
El joven rubio le dio una bofetada con el reverso de su mano a la hermosa joven el rostro, la joven aterrizó a unos metros y su cuerpo yacia quieto.
Niña - ¡Hermanaaaaa! ¡Nooooo! ¡Monstruo monstruo! ¡Aaaahhhh!.-
Una niña que parecía ser la más joven del grupo estaba gritando y forcejeando en lo brazos de otra joven mujer que al igual que la niña tenía lágrimas en sus ojos... Sus miradas eran totalmente diferentes, en la mirada de la mujer solo había resentimiento, tristeza e impotencia... Pero en la mirada de la niña solo había horror absoluto al ver a la persona que lo dio todo por ella inmóvil.
Después de unos minutos de llantos la niña solo tenían una mirada vacía, ya no había emociones en sus ojos más que una tristeza sin fondo.
Clark - ¡Trace y Clair me harán compañía hoy!.-
Cuando el rubio dijo esas palabras las miradas de las mujeres se posaron sobre la niña con mirada vacía y sobre la otra niña joven del grupo... Ante los ojos de esas mujeres este hombre era la mayor escoria que podrían encontrar y aún así se hacía llamar héroe y era aclamado en algunos sitio como tal.
Cuando anocheció una gran carpa fue armada y ella entraron las dos niñas y el joven rubio mientras las demás mujeres se quedaron afuera junto a una fogata.
Después de menos de dos minutos de haber entrado en la carpa los gritos de dolor de una niña fueron escuchados durante unos minutos antes de para solo para escuchar como los golpes de carne contra la carne sonaban claramente en la noche....