Cuando la niña entró, el caballero envainó su espada y miró a la niña. "Este niño tenía intenciones de matar a una sirvienta de la casa", dijo mientras se arrodillaba ante la niña.
La niña me miró, y yo le devolví la mirada. Nos quedamos así durante unos segundos. Luego me preguntó: "¿Por qué hiciste eso?" mientras se acercaba a la sirvienta.
Simplemente la miré y no dije nada. Después de unos segundos, ella puso sus manos sobre la herida de la sirvienta mientras cerraba los ojos.
De repente, una luz dorada salió de sus manos mientras la herida se cerraba a simple vista. Di un salto y me agarré a una de las librerías que estaba al lado de ella para observar más de cerca.
Magia. Desde que llegué a este mundo, supe que había magia, pero todos estos años no pude observarla porque estaba atrapado, y los goblins no tenían habilidades mágicas.
Cuando la herida se cerró por completo, ella se levantó y la sirvienta se puso de pie y le agradeció a la niña. La niña me vio al lado de ella, agarrado a la librería como un mono.
Después de vivir toda mi vida en un bosque, me sentía más cómodo moviéndome así. La niña me miró y me preguntó: "¿Te gusta?"
La miré y asentí con la cabeza. "Se llama magia, y la que use es magia de luz. Mira", dijo la niña, y una esfera de luz salió de su mano.
Yo la miré como un niño con los ojos abiertos, levanté las manos tratando de tocarla, pero cuando la toqué, desapareció de repente. "Pfff", la niña se rio de mi expresión de insatisfacción cuando toqué la esfera y desapareció.
Después de verla con una expresión suplicante, simplemente se levanto y me dijo "Vamos a comer, seguro tienes hambre. Después te puedo enseñar a usar magia. Ven, vamos", mientras trataba de agarrar mi mano.
Cuando vi su mano acercándose, me alejé. La niña notó mi reacción y mostró una cara de tristeza. "Oh, no te gusta que te toquen, lo siento", dijo la niña, pero luego volvió a sonreír.
"Entonces, ven, sígueme", cuando la niña estaba a punto de salir por la puerta, se dio la vuelta y me miró de arriba a abajo. "Cierto, tienes que cambiarte, no puedes salir así", dijo mientras llamaba a otra sirvienta para que me ayudara a cambiarme y luego salió de la habitación.
Mientras estaba saliendo, el caballero salió detrás de ella junto con la otra sirvienta. Cuando todos salieron, la puerta se cerró y se volvió a abrir inmediatamente.
Era otra sirvienta con ropa en la mano trato de cambiarme pero le gruñí y le quité las ropa de las manos antes de encerrarme en el baño.
No es que no me guste que me toquen, sino que, después de vivir toda mi vida en constante peligro, donde el único que estaba allí era yo y los monstruos que intentaban matarme, mi cuerpo se acostumbró a estar en alerta máxima. Es como si tu corazón se acelerara a mil por un simple toque. Créeme, no te gustaría.
La ropa era una especie de esmoquin con un montón de detalles, pero no me gustaba ese tipo de ropa. Solo me puse la camisa blanca y los pantalones.
La sirvienta me miró como si quisiera decir algo, pero al final se retractó y no dijo nada. Simplemente se acercó a la puerta y la abrió para que saliera.