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Chapter 32 - Pragmeo.

La atalaya de piedra oscura se erguía imponente en medio de la isla flotante en el centro del universo. Un bosque de coníferas rodeaba la estructura, protegiéndola de la fría y desolada naturaleza del cosmos. Gar y Pragmeo se encontraban sentados en dos sillas de piedra frente a un tablero de ajedrez, listos para jugar.

Gar, con su cabello negro azabache y sus ojos grises, parecía ansioso por comenzar. Pragmeo, en cambio, tenía el cabello blanco y los ojos azules, y su actitud era más reflexiva. Él protegía su casa con todo su poder, mientras que Gar buscaba obtener el poder a cualquier costo.

El juego comenzó y los movimientos de las piezas sobre el tablero parecían reflejar la personalidad de cada uno de los jugadores. Gar era impetuoso y atacaba sin pensar, mientras que Pragmeo era estratégico y calculaba cada uno de sus movimientos.

La tensión se sentía en el aire mientras ambos se preparaban para el primer movimiento.

Pragmeo comenzó la partida con 1.e4, abriendo con su peón del alfil. Gar respondió con 1...e5, abriendo también con su peón del alfil. En la apertura española, ambos jugadores buscan controlar el centro del tablero.

Pragmeo continuó con 2.Nf3, moviendo su caballo hacia el centro del tablero. Gar respondió con 2...Nc6, moviendo su caballo en dirección contraria.

Pragmeo continuó con 3.Bb5, moviendo su alfil en la dirección de la dama. Gar respondió con 3...a6, intentando proteger su alfil.

Pragmeo decidió jugar 4.Ba4, llevando su alfil a una posición más fuerte en la casilla a4. Gar respondió con 4...Nf6, moviendo su caballo hacia el centro del tablero.

Pragmeo siguió jugando de forma defensiva, mientras que Gar jugaba de forma agresiva, buscando rápidamente tomar el control del tablero. Sin embargo, Pragmeo estaba preparado y poco a poco fue ganando ventaja. Gar, impaciente, comenzó a tomar decisiones apresuradas y torpes, lo que permitió a Pragmeo consolidar su posición y establecer una defensa sólida.

Las estrellas brillaban en la distancia, y el frío viento soplaba fuerte, pero los dos hermanos estaban enfocados en el juego. Pragmeo logró ganar la ventaja, y Gar comenzó a perder su paciencia. La tensión se hizo cada vez más palpable en la atalaya, y Gar comenzó a ofrecer poder a Pragmeo a cambio de ganar la partida.

A pesar de la ventaja de Pragmeo, Gar no se rindió y siguió presionando. Pragmeo siguió jugando de forma inteligente y calculada, protegiendo su hogar y manteniendo su ventaja. Finalmente, después de varios movimientos intensos y estrategias bien pensadas, Pragmeo logró ganar la partida.

Sin embargo, la victoria no trajo la paz que Pragmeo esperaba. Gar, furioso por haber perdido, acusó a Pragmeo de haber trucado el juego. Ante la ira de Gar, el tablero de ajedrez comenzó a desvanecerse y se convirtió en humo, como si nunca hubiera existido. Gar fue expulsado del lugar y Pragmeo se quedó a solas, con su hogar protegido y su victoria asegurada.

Pero Pragmeo no estaba interesado en el poder, sólo quería proteger su casa. Finalmente, logró vencer a Gar y el tablero de ajedrez se convirtió en humo. Con una mirada firme, Pragmeo expulsó a Gar de la atalaya y se quedó a proteger su hogar en el centro del universo.

A pesar de que Gar y Pragmeo ya sabían que eran hermanos, su relación se había visto afectada por sus diferentes objetivos y ambiciones. Sin embargo, Pragmeo sabía que su responsabilidad era proteger su hogar, y no permitiría que nada lo interrumpiera, incluido su propio hermano.

Después de expulsar a Gar de la atalaya, Pragmeo se quedó a contemplar las estrellas. Como un ser divino, con una conciencia omnipotente e inmortal, él reflexionaba sobre su lugar en el universo y su propósito divino.

Pragmeo recordó las enseñanzas de las antiguas divinidades y cómo había sido creado para cumplir con un deber más grande que cualquier ser humano. Él comprendió que su búsqueda del ser era diferente a la de los demás seres, ya que él era un ser divino con un propósito sagrado.

Sin embargo, Pragmeo también supo que su deber divino era proteger su hogar y asegurarse de que su hogar estuviera a salvo. Él no podía dejar que nada interrumpiera esa responsabilidad, incluido su propio deseo de conocer la verdad sobre sí mismo.

Pragmeo se sintió satisfecho con su lugar en el universo, sabiendo que su lugar era en la atalaya, protegiendo su hogar. Como un ser divino inmortal e omnipotente, él estaba listo para enfrentar cualquier desafío que pudiera venir su camino.

Desde su atalaya de piedra oscura, Pragmeo contemple los universos con orgullo. Era un ser divino, y los universos eran su hogar. Las burbujas de universos giraban a su alrededor como un cofre de joyas, cada universo una preciosa piedra preciosa en sí misma.

El frío y desolado ambiente de la isla flotante no hacía sino realzar la majestuosidad y belleza de los universos. Cada universo tenía su propia identidad y características, y juntos formaban un espectáculo celestial que hacía que cualquier mortal se sintiera pequeño e insignificante.

Pero para Pragmeo, los universos eran un reflejo de su propia grandeza. Él era un ser divino, inmortal e omnipotente, y los universos estaban a su disposición. Él podía mover burbujas de universos con solo su pensamiento, y su poder era ilimitado.

Pragmeo sonrió, sabiendo que los universos eran su cofre de joyas, y él era el guardián de esas joyas. Él se sentía afortunado de ser un ser divino, y estaba decidido a proteger su hogar para siempre.

Pragmeo miró hacia abajo y vio un pequeño pino creciendo en la isla flotante. Se acercó y se sentó a su lado, reflexionando sobre la vida y el tiempo.

"Pequeño árbol, eres afortunado de estar aquí y ver la evolución de todo lo que te rodea", dijo Pragmeo. "Para mí, miles de años son eones. Pero para ti, es solo un instante en tu existencia".

El pino balanceaba sus ramas al viento, y Pragmeo continuó: "Pero recuerda, todo lo que vive, también muere. Eres un pequeño peón en la gran partida de la vida, pero tienes un propósito, perecer para dar vida a otros".

Pragmeo sonrió al pino, "Aun así, disfruta de tu tiempo aquí, y hazlo valer. No hay nada más importante que experimentar y vivir la vida al máximo". Luego se levantó y se alejó, dejando al pino a sus pensamientos mientras las burbujas de universos giraban a su alrededor.