John se encontraba en una sesión de terapia con su psicóloga Ana, un viernes por la tarde eran como las 7, el estaba sentado en el sillón frente a ella y ella en la silla de siempre.
A: ¿Que tal estuvo tu semana john?
J: Normal.
A: ¿El trabajo?
J: Ah bien, mí secretaria se está ocupando de eso.
A: Entiendo ¿estás saliendo con alguna mujer?
J: No, por el momento no, no necesito una mujer.
A: Mmm no lo sé.
J: ¿por qué decís eso? (la mira muy serio)
A: Bueno, tu secretaria es mujer y dependes al cien porciento de ella.
J: Para algo la contrate ¿No?
A: Podría haber sido un hombre, no necesariamente una mujer.
J: Lo se, pero creí que era mejor una mujer.
A: ¿Mejor una mujer?
J: ehh si, supongo.
A: ¿Sentís cosas por ella?
J: (la mira sin entender muy bien) Me conoces, sabes cómo soy.
A: Te conozco y se cómo sos, pero solo fue una pregunta.
J: Es mí secretaria, no puedo.
A: No podes pero ¿Lo haces?.
J: Ella y yo a veces lo hacemos, pero sabe que no es para nada serio.
A: No contestaste mí pregunta John.
J: No, no siento nada, soy un tipo serio.
A: Que seas serio y tan duro, no quiere decir que no puedas enamorarte.
J: Lo se, pero de ella no.
A: Pero tienen intimidad.
J: Eso no significa nada, no para mí.
A: ¿Y para ella?.
J: No lo sé, nunca le pregunté, creí que si le preguntaba se iba a confundir y no quiero eso.
A: Tal vez no querés confundirte vos.
J: (se ríe) No lo sé, cambiemos de tema.
A: ¿Que tal tu mamá John?
J: Ella está todo el tiempo llamandome, dice que quiere verme y recompensarme el tiempo que no estuvimos juntos.
A: ¿Y que respondes a eso?
J: Siempre le digo que no, que no quiero.
A: ¿Te sentís bien con eso?
J: Sabes perfectamente que hace tiempo no puedo sentir.
A: ¿Entonces como es?
J: Ya sabes, solo siento cosas feas, nunca nada bonito, de hecho hasta las cosas feas me duran poco y dejo de sentirlas, estoy vacío.
A: ¿Vacío?
J: Si, vacío.
A: Debe haber algo que te llene.
J: No, no mucho.
A: ¿Cuando estás con tu secretaria tampoco?
J: Las personas no deben llenarme, tal vez si pueden hacerme sentir algo bonito, pero soy yo el responsable de que algo me llene, a ver tengo un excelente trabajo, voy de vacaciones, mí vida es una completa tranquilidad y aún así mí corazón no logra sentir nada.
A: Tu corazón tiene que sentir algo, es imposible que no sientas, sos humano John.
J: Sabes que no miento, que si tengo que admitir algo, lo hago y me toca admitir que si siento algo, no es lindo, es intenso y se siente feo, pero si siento algo lindo que no sucede tan seguido dura muy poco.
A: ¿Y que te hace sentir algo?
J: ¿Acá en mí pecho?
A: Si en tu pecho John.
J: Nada, quisiera que me toques el pecho y que sientas que hay solo un simple corazón latiendo.
A: No creo que solo haya eso, tiene que haber más.
J: (se para y se acerca a la psicóloga) Mira, toca.
A: No es necesario John.
J: (la mira) Por favor toca.
A: (extiende su mano y toca su pecho)
J: (agarra su mano y la pone en su pecho del lado del corazón) (espera unos segundos) ¿Ves? Solo late y ya.
A: (Saca la mano de su pecho) John, si tocaras mí pecho también sentirías cómo late mí corazón y ya.
J: (La mira por unos segundos, se da vuelta y va sentarse en el sillón) (se sienta y sigue mirandola a los ojos fijamente)
A: (comienza a incomodarse un poco y desvía la mirada)
J: Me conoces desde que tengo 16 años, ahora tengo 25 años y aún sigo diciéndote lo mismo ¿Alguna vez te hablé de algo que senti?.
A: Haz hablado si.
J: ¿Y como eran mis sentimientos?
A: Más bien hablabas de emociones negativas.
J: Lo mismo de ahora.
A: Si, lo mismo.
J: Comprende que estoy vacío.
A: John, no es bueno para vos estar así, no lo es.
J: Ya no me importa lo que es bueno o no, hice todo lo que tenía que hacer y aún así sigo estando igual, vacío.
A: ¿Estás haciendo algo que te gusta?
J: Mí trabajo me encanta, a veces cansa pero me gusta, voy a jugar al fútbol con mis compañeros, los findes de semana viene mí familia a comer a mí casa , no se que más hacer.
A: Podes probar con alguna otra cosa.
J: No lo sé, no se con que.
A: John de chico sufriste mucho, te pasaron muchas cosas feas y todas juntas, eras un simple adolescente y ahora sos un hombre, ya sos adulto, lo manejaste muy bien, ya no necesitas pastillas, dormis bien y por lo que veo ya no tenes pensamientos suicidas.
J: No, no los tengo, duermo todas las noches, pero aún así a veces me planteo que gane y se que no gane mucho.
A: Sos abogado.
J: ¿Y eso que?.
A: Antes venías dudando si ibas a poder lograrlo y lo lograste.
J: Porque me centre en eso y lo intente todo para conseguirlo.
A: Lograste cosas John, contame que es lo que quisieras para llenarte.
J: (la mira por unos segundos y comienza hablar un poco pausado) A ella la quiero, pasan los años ...y... la llevo conmigo.
A: ¿Quien es ella?
J: Ella es quien me ayudó en el peor momento de mí vida, pero luego me dejó ir y eso me dolió tanto, aún cargo con ese dolor.
A: ¿Hace cuánto paso?
J: Tenía 15 cuando paso todo eso.
A: Eras adolescentes.
J: Si, pero de aquel entonces no pude volver a enamorarme como lo hice de ella, volver a sentir algo tan intenso como con ella o simplemente querer tanto como la quise a ella.
A: ¿Tuviste un romance con ella?
J: No llegamos a eso.
A: ¿Cómo sería eso?
J: Ella no sabía lo que yo sentía, mucho menos la conocía, fue raro todo, no la conozco casi y aún así la busco todavía.
A: ¿Quien es?
J: (La mira sin dar respuesta)
A: Bueno, ¿Ella que te hizo?
J: Nada, yo solo me obsesione con ella, no se que me pasó.
A: ¿Ahora tenés contacto con ella?
J: No, hace tiempo no lo tenemos...
A: Parece que fue importante.
J: No lo sé, solo lo dije porque fue ella quien vino a mí mente cuando preguntaste eso, pero estoy seguro que debe haber otra cosa que me llene y no ella.
A: Es posible, pero es interesante que ella se te venga a la mente.
J: Lo se.
A: Bueno John, nos vemos la semana que viene.
J: Ah sí, nos vemos la semana que viene.
Al irse del consultorio, sube a su auto y se va directo a su casa, donde su secretaria lo está esperando con la merienda preparada.
J: Hola (cuelga las llaves del auto y se sienta en la mesa).
M: Hola, ya te traigo tu merienda (va a la cocina).
J: Si está bien (Se pone a mirar su celular).
M: (le trae su merienda) Chocolatada con sanguche de jamón y queso, se que te gusta mucho eso.
J: Gracias (la mira) ¿Vos no vas a merendar?.
M: Ya lo hice señor, pero en la cocina, se que le gusta merendar solo.
J: Gracias Mayiska, aunque no me molestaría que algún día tengamos una merienda juntos.
M: Bueno señor, disfrute, voy hacer las cosas que faltan (se va).
J: (Se queda comiendo).
Cuando empiezan a golpear la puerta.
J: MAYISKA LA PUERTA.
Ella no contesta por estar en el cuarto de John ordenando.
J: Mierda esta mujer (se levanta y abre la puerta) Hola.
Era el abuelo de John, con unos familiares más.
Abuelo: Hola John.
J: Ah bueno, pero vinieron todos eh (los saludo a todos)
Había ido, el tío Ale, con la tía Cristina, su bisabuela Susi y su primo Lautaro, que es nieto de la bisabuela.
J: Bueno pasen y sientense.
Tío: ¿Y como va todo johnnny?
J: Muy bien tío, todo tranquilo.
Tia: Ay Johnny (mientras se sienta)
J: ¿Si tía?
Tía: Serías tan amable de por favor traerme un vasito de agua ¿si?.
J: Claro tía, como no.
Tío: A mi también.
J: ¿Abuela querés algo?.
Abuela(bisabuela): Si hijo agua también.
J: Pero... ¿Todos toman agua?.
Abuelo: Menos yo, quiero una cerveza.
Lauti: (se ríe) también quiero una cerveza.
J: Si está bien. MAYISKA (a los gritos).
M: (viene rápidamente) ¿Si señor?.
J: Trae agua para mí tía, mí tío y mí abuela, después unas cervezas para mí abuelo, mí primo y para mí.
M: Ya le traigo señor. (se va a la cocina).
J: Bueno (se sienta en la mesa con ellos) ¿Que se cuentan?.
Abuelo: No sabía que tenías sirvienta.
J: En realidad es mí secretaria, pero también mí sirvienta si.
Tío: ¿Y en los ratos libres tu amante? (se ríe).
J: Si también, pero es otra historia eso.
Abuelo: Por dios.
J: Abuela ¿cómo estás? (la mira)
Abuela: Bien hijo ¿Y vos? Ya sos todo un abogado.
J: Bien abuela.
Tío: Ya es todo un cuervo (se ríe).
J: Si, es cierto.
M: (Trae todo lo que le pidieron y lo sirve)
J: Gracias querida.
Tía: Johnny ¿Donde es el baño?.
J: Vení que te digo, porque está un poco lejos.
Tía: Dale (se levanta de la silla y va con el)
J: (Camina hacía el baño) Es acá.
Tía: Gracias (lo mira).
J: ¿Está todo bien tía? (la mira preocupado).
Mariska justo pasa por ahi y al verlos hablando, se esconde detrás de una pared.
Tía: No hace falta que me digas tía, cuando estamos solos John (pone sus manos en su cuello).
J: Dios, creo que ese tiempo ya pasó ¿Si?.
Tía: (Saca las manos) Bueno, voy al baño (entra al baño y cierra la puerta).
J: (Se va de nuevo a la mesa).
Mariska solo se va para la oficina de John.
Al terminar la reunión John se comienza a despedir de su familia, abriendo la puerta para que salgan, diciéndoles que cuando quieran pueden volver.
Luego se fue a buscar a Mariska, que continuaba en la oficina.
J: (entra a la oficina) Ey hola.
M: (Lo mira) ¿Se fue tu familia?.
J: Si, recién se fueron todos ¿Por qué?
M: Solo preguntaba (Se levanta de la silla) Ahí te deje todo lo que necesitas, me voy a mí casa (pasa al lado de el).
J: (se da vuelta a mirarla) ¿No vas a quedarte a dormir?.
M: No John.
J: Bueno, mañana nos vemos, descansa.
M: (suspira al darse cuenta que a él no le interesa lo que a ella le está pasando) Chau (cierra la puerta y se va).
J: (Va a su cuarto, se saca la ropa y se acuesta a dormir).