Soy Marlon, un hombre joven de 18 años de Anchorage, Alaska. Soy un ingeniero mecánico en formación, con una especialización en minería de metales. Mientras salía de mi casa para ir al trabajo, pensé en mi vida solitaria y en cómo debería empezar a pensar en casarme. Pero, poco sabía yo que mi vida iba a cambiar para siempre.
"Buenos días, señor Marlon," me saludó la señora que vende periódicos en la esquina.
"Buenos días," le respondí.
Mientras caminaba hacia mi trabajo, saludé a algunos vecinos y personas en el camino. Anchorage parecía ser la misma ciudad que siempre, pero algo en mi interior me decía que algo sería diferente hoy, tal vez Sandra aceptaría mi invitación a salir, pensé.
Fue mientras caminaba por las calles de Anchorage, en mi camino al trabajo, cuando tuve un accidente. Después de eso, desperté en un lugar extraño, rodeado de personas desconocidas y un mundo completamente diferente al que conocía. La gente no me reconocía, y mi vestimenta parecía extraña para aquel lugar. Estaba ansioso por descubrir la verdad, pero a la vez, tenía miedo de lo que podría encontrar en este nuevo mundo.