Rafael continuaba mirando el techo, pensando en Paula, en lo que hizo, pero tambien recordó que ella tenía su número, entonces fue a revisar su celular esperando encontrar algo, cuando entro a los mensajes se encontró con un mensaje de Paula, que decía "Hola Rafa. Termine de leer tus cartas y son muy hermosas, pero tu enamoramiento hacía mí es solo una transferencia, a veces pasa que los pacientes se enamoran de sus terapeutas, pero tranquilo no es nada, no dejes que esa obsesión por mí te mantenga atrapado, no me conoces como para saber si estás enamorado como decís. Seguí tu vida Rafael, pudiste recuperarte y eso es lo más importante. Saludos". Al terminar de leer esto, no pudo evitar tener ganas de ir a buscarla y eso hizo, agarro la mochila, se peino un poco y salió a tomar el colectivo, ya que los trenes a las 22:30 p.m dejaban de funcionar.
Al llegar, toco timbre.
P: ¿Quien es?.
R: Soy Rafael.
P: ¿Qué estás haciendo acá Rafael?.
R: Por favor baja abrirme, hace frío.
Paula colgó el teléfono y fue a buscarlo, lo dejo pasar y subieron en el ascensor.
R: Gracias por abrirme (entra a la casa y se sienta en el sillón)
P: ¿Que paso que viniste? (se queda parada mirándolo)
R: Leí el mensaje que me mandaste (la mira por unos segundos en silencio)
P: Aja ¿Y? (se cruza de brazos)
R: No podes decir que es un amor de transferencia y que estoy obsesionado, yo siento que estoy enamorado que es amor.
P: Rafael, no podes enamorarte de una persona que no conoces.
R: (se levanta y se acerca a ella) Entonces dame la oportunidad de hacerlo ¿Tanto te cuesta?
P: Tenés 17 años.
R: ¿Y eso que? Ya se lo que tengo que hacerte cuando vayamos a la cama. (lo dijo serio)
P: (se lo queda mirando sería) No te desubiques Rafael.
R: Lo siento, pero es que mírate mujer, sos tan hermosa, es inevitable no enamorarse de vos (le sonríe un poco y se le acerca más) Dame la oportunidad.
P: (Deja de cruzar los brazos y se acerca a Rafael) No quiero tener problemas Rafael, si alguien se entera de esto puedo perder mí trabajo.
R: Nadie va a enterarse.
P: (solo lo mira)
R: Te escribí todas esas noches, también te pensé, te extrañe, me imaginé todo lo que quisiera con vos ¿y aún así no tengo la oportunidad que salgas conmigo? .
P: No.
R: No tenés idea lo mal que yo estuve, lo mucho que te pensé, quisiera ser como vos qué le da igual.
P: No me da igual.
R: entonces ¿que? no sentís lo que yo siento.
P: También te pensé Rafael.
R: No quiero presionarte a nada, yo solo quiero conocerte, quiero estar con vos.
P: No, tenés que irte.
R: Pero hace frío.
P: ¿Y eso que? te pago un taxi.
R: Quiero quedarme.
P: Conmigo no vas a dormir.
R: Entonces acá en el sillón. (mira el sillón y la mira de nuevo a ella).
P: (lo mira) Voy a traerte una manta entonces.
Se va a buscar una manta y vuelve.
P: Pero mañana te vas.
R: Si me voy mañana (se acerca a ella) yo te voy a seguir esperando.
P: (solo lo mira) Voy a dormir, que descanses (se va a su habitación).
Rafael se acostó y se quedó dormido, hasta que a la madrugada se despertó, no podía conciliar el sueño, solo podía pensar que a unos metros de el, estaba la mujer de sus sueños durmiendo sola y que tal vez sea su oportunidad.