Rea y Mika estaban temblando sobre el árbol, observando cómo los hombres bestia estaban investigando la zona.
Las dos chicas esperaron por una hora sin hacer un movimiento, porque no sabían si esos monstruos todavía estaban por la zona, aunque rápidamente se percataron de un pequeño detalle.
"Rea... tengo hambre..." - murmuró Mika con lágrimas en los ojos.
Rea apretó los dientes mientras acariciaba su estómago porque ella también estaba empezando a sentir hambre, y no era como si pudieran culparlas cuando ellas no habían comido nada desde que llegaron a este mundo - "Tranquila, pronto estaremos a salvo..."
Mika asintió con debilidad mientras sentía cómo su estómago estaba gruñendo.
Las chicas continuaron esperando por otra hora, aunque el hambre se estaba haciendo imposible de resistir.
"Creo que ya se fueron..." - dijo Mika con la esperanza de que ahora podrían bajar a por comida.
"No, esas bestias son cazadores calculadores y pacientes" - respondió Rea mientras negaba con la cabeza. Ella, como buena fanática de [Dragon Frontier], había buscado información extra sobre los personajes, es por eso que sabía que dos horas era poco tiempo para que un monstruo como Leo se rindiera.
"Pero..." - murmuró Mika mientras se mordía el labio.
"Por favor, resiste un poco más, es por nuestra seguridad" - dijo Rea mientras tomaba la mano de su amiga.
"Ok..." - murmuró Mika mientras soltaba un suspiro.
El tiempo continuó trascurriendo lentamente, hasta que otra hora más había pasado.
Mika y Rea estaban al borde del colapso por el hambre que sentían, y el estrés no estaba ayudando en lo más mínimo.
"Tch, creo que no están aquí..." - dijo una voz masculina.
Mika empezó a sudar porque tal como había dicho Rea, esos hombres bestia todavía estaban en la zona.
"Supongo que me el aroma se mantuvo en este lugar porque esa mujer humana descansó aquí..." - dijo Leo mientras fruncía ligeramente el ceño - "Ok, ya hemos perdido demasiado tiempo, es hora de regresar al campamento o el general va a empezar a molestarse"
"Tch, y yo pensaba que por fin podríamos tener algo de diversión" - murmuró el tercer hombre bestia mientras pateaba una roca.
Leo miró alrededor una última vez antes de también chasquear la lengua y caminar fuera del lugar.
Mika soltó un suspiro de alivio mientras se preparaba para bajar, cuando sintió una mano sobre su hombro - "!"
"Shh" - murmuró Rea mientras continuaba sin moverse.
"¿?" - Mika le dio una mirada confundida a su amiga, esperando por el motivo del por qué la había detenido.
"Es posible que sigan por el lugar, y sus palabras solo fueron para que bajáramos la guardia" - dijo Rea en voz baja.
Mika nuevamente empezó a sudar mientras miraba a su amiga con miedo, no porque le asustara su expresión, sino porque las acciones de esos monstruos había funcionado. Ella había bajado la guardia y estaba por bajar para buscar algo que comer.
Las dos chicas se mantuvieron calladas mientras esperaban, solo para escuchar cómo los matorrales a la distancia empezaban a moverse. Lentamente, una silueta masculina salió de estos, él era Leo, quien no se había ido, de hecho, él estaba mirando alrededor con el ceño fruncido, con una expresión de confusión en su rostro, como si estuviera preguntándose si había cometido un error.
"Su majestad, es mejor que regresemos" - dijo el primer hombre bestia con el ceño fruncido - "Ya hemos perdido demasiado le tiempo"
Leo parecía tener una expresión de molestia, aunque rápidamente asintió - "Ok, vámonos, la mujer humana no está en este lugar"
Los tres hombres rápidamente caminaron en dirección al norte mientras las dos chicas soltaban un largo y pesado suspiro.
"¿Ahora estamos a salvo?" - preguntó Mika con preocupación.
"Es posible" - respondió Rea mientras miraba detenidamente alrededor, aunque ella no notó nada extraño, aunque esto en sí era extraño porque no debería de estar tan tranquilo un bosque tan peligroso como este.
"¿Podemos bajar?" - preguntó Mika mientras se sobaba el estómago.
"Esperemos un poco más, solo por si acaso" - murmuró Rea mientras le daba una mirada de disculpa a su amiga, quien solo pudo asentir a regañadientes.
Otra media hora había pasado, y viendo que la situación todavía estaba tranquila, Rea decidió que ahora era un buen momento para poder bajar.
Mika estaba emocionada porque sentía que ella podría desmayarse en cualquier momento por la fatiga, tanto física como mental.
Las dos chicas bajaron lentamente y observaron alrededor, como si fueran un par de suricatas resguardando a su familia de posibles depredadores.
"¿Sabes si alguna de las plantas cercanas son comestibles?" - preguntó Mika mientras sentía cómo un agujero había aparecido en su estómago.
"Sí, pero es mejor que nos movamos, no podemos quedarnos mucho tiempo en este lugar, no cuando esos monstruos podrían volver en cualquier momento" - dijo Rea mientras tomaba a su amiga de la mano y caminaban hacia el Sur, después de todo, la mejor decisión era alejarse lo más posible de Leo y sus subordinados.
Las dos chicas iniciaron su viaje, sin notar como un par de ojos dorados las estaban observando desde la oscuridad del frondoso bosque.
* * * * *
"¿Estás segura de que esta fruta es comestible?" - preguntó Mika con escepticismo.
"Sí, la roja significa que todavía no está completamente madura" - respondió Rea mientras tomaba una manzana verde con puntos amarillos - "Sé que parece venenoso, pero te puedo asegurar de que es deliciosa"
Mika frunció el ceño antes de darle una mordida a la manzana, solo para abrir los ojos ante el delicioso sabor dulce de la fruta - "¡Delicioso!"
"Te lo dije" - sonrió Rea mientras le daba un mordisco a su fruta y sentía cómo sus pupilas gustativas se derretían.
Las dos chicas habían estado caminando por el bosque por una hora completa, y estaban un poco cansadas, pero aún así siguieron caminando porque sabían que todavía estaban en peligro.
"¿Crees que estamos a salvo, Rea?" - preguntó Mika mientras se sentaba en una roca cercana y abrazaba sus piernas - "¿Crees que podamos regresar a nuestro mundo?"
"Lo siento, no estoy segura" - respondió Rea con pesar. Ella sabía que en este tipo de situaciones ella tenía que ser positiva para así convertirse en el pilar de su amiga, pero al mismo tiempo sabía que no era bueno que le diera demasiadas esperanzas porque cuando descubriera la verdad podría terminar quitándose la vida.
Mika se quedó en silencio unos segundos antes de soltar un suspiro pesado - "Ya veo..."
"Lo siento, Mika" - se disculpó la chica de cabello rubio.
"No, es bueno que seas honesta conmigo" - sonrió Mika, aunque rápidamente empezó a sollozar.
Rea se acercó y le dio un abrazo mientras sentía cómo su amiga se rompía en sus brazos.
"Si mis cálculos son correctos, pronto llegaremos a un claro, cerca de allí está la villa de un amable sabio que nos ayudará" - dijo Rea mientras consolaba a su amiga.
"¿En serio?" - preguntó Mika con emoción porque por fin podrían escapar de este horrendo lugar.
"Por supuesto" - respondió Rea con una enorme sonrisa.
Mika empezó a celebrar cuando escuchó esta noticia mientras sentía cómo sus fuerzas se renovaban - "¿Qué estamos esperando? ¡Vamos a encontrarnos con ese sabio!"
"Oh, lo siento, pero eso será imposible..." - dijo una voz masculina.
La expresión de Rea y Mika cambió drásticamente cuando escucharon esta voz porque la reconocieron de inmediato.
De entre los arbustos, Leo salió en toda su gloria salvaje, con una enorme sonrisa sobre sus labios.
Rea empezó a temblar porque no esperaba este tipo de situación.
En el juego, luego de escapar del rango de detección de Leo, ya no debería de haber más peligros, una escena como esta no había sucedido en ninguna de las rutas.
"¿Nos estuviste siguiendo todo este tiempo?" - preguntó Rea con aprensión.
"Por supuesto" - sonrió Leo mientras se lamía los labios - "Nada mal para un par de humanas, son bellas, aunque sus cuerpos dejan mucho que desear..."
Mika tembló cuando sintió la mirada obscena del hombre bestia, así que rápidamente se escondió detrás de Rea porque ella era la más fuerte de los dos.
Rea tomó un largo respiro antes de tomar una rama y una piedra.
Ella sabía que estos dos objetos eran inútiles, pero tenía la esperanza de que podría ganar algo de tiempo para que el sabio llegara.
Como buen personaje de apoyo en el juego temprano, así como uno de los pocos NPC amigables para el jugador, el sabio tenía una enorme red de detección en toda la zona alrededor de su hogar, esto con el objetivo de poder ayudar a todas las personas que acabaran en el bosque.
"¿De verdad quieres pelear?" - preguntó Leo con una enorme sonrisa - "Bien, voy a darte en el gusto..."
Rea apretó los dientes antes de ponerse en guardia. Ella había practicado Kendo, así que tenía la esperanza de que sus habilidades físicas las pudieran defender el tiempo suficiente para que el sabio llegara a ayudarlas.
"Tienes una buena mirada, supongo que me divertiré contigo después de que termine con esa debilucha" - dijo Leo mientras sacudía la cabeza - "Y no te preocupes, no planeo hacerte mucho daño"
Rea soltó un grito de guerra antes de correr donde el hombre bestia, solo para sentir cómo todo empezaba a oscurecerse luego de sentir un pequeño dolor en su cabeza.
"Duerme por unos minutos, cuando despiertes vas a disfrutarlo" - esas palabras, junto al grito de Mika, fue lo último que Rea escuchó antes de perder la consciencia.