"¿Eres una esclava?" - preguntó un apuesto chico de cabello negro, y ojos verdes con pupilas rosadas.
"S-Sí..." - respondió Erika mientras agachaba la cabeza, con miedo de que este chico la menospreciara por su clase social.
"¿Quieres ser libre?" - preguntó el chico con una hermosa sonrisa.
"!" - Erika abrió los ojos mientras miraba detenidamente al chico, quien dijo las palabras que había querido escuchar todos estos años - "¿Libre?"
"Exacto, yo puedo darte tu libertad, puedes ser lo que quieras ser, incluso puedo asegurarme de tu seguridad hasta que decidas tu destino" - respondió Ren mientras extendía su mano - "Solo tienes que decirme si aceptas mi ayuda, o no"
Erika pudo sentir cómo su corazón latía como un tambor, cómo su cuerpo temblaba inconscientemente, cómo las lágrima corrían por sus mejillas.
El chico pareció sorprenderse de su expresión mientras una expresión de dolor apareció sobre su bello rostro. Él era demasiado amable para un mundo tan cruel como este, sentir dolor por una persona desconocida que acababa de conocer no era algo que cualquier persona pudiera hacer, mucho menos un noble.
"Y-Yo... quiero ser libre..." - murmuró Erika mientras empezaba a llorar cada vez más descontroladamente - "No quiero ser una esclava"
"Entonces yo, Ren D. Bahamut, te libero de tu maldición" - respondió el joven noble mientras le daba una sonrisa y ponía su mano sobre su cabeza.
Erika tembló ligeramente mientras sentía cómo su cuerpo era cubierto por una enorme cantidad de luz.
Los soldados se sorprendieron mientras veían cómo unas cadenas aparecían alrededor del cuerpo de la chica, solo para que se rompieran una detrás de otra.
Erika sintió un enorme sentimiento de libertad, mientras miraba sobre su cabeza el contrato que había aparecido junto a las cadenas, el cual fue incinerado por unas hermosas y cálidas llamas azules.
"Eres libre" - murmuró Ren mientras quitaba su mano de la cabeza de la chica porque no quería incomodarla, aunque lo que no se esperó, fue que la chica de cabello rojo lo abrazara con todas sus fuerzas - "¿Eh?"
"¡Gracias!" - exclamó Erika con lágrimas corriendo por sus mejillas - "¡Muchas gracias!"
Elisabeth y Rea sonrieron cuando vieron esto, después de todo, esta era una de las escenas más hermosas de [Dragon Frontier], un juego en el que la mayoría eran puras tragedias.
Eric simplemente negó con la cabeza mientras ponía su mano en el hombro de su amigo - "En serio, no esperaba que te movieras tan rápido, Ren"
"¿Perdón?" - dijo Ren con sorpresa - "¿De qué estás hablando?"
"¿Estás bromeando?" - preguntó Eric mientras levantaba una ceja, solo para chasquear la lengua cuando notó la confusión de su amigo - "En serio, eres un idiota, ¿A caso no notaste el efecto de tus acciones en esta bella dama?"
Ren se quedó en silencio unos segundos antes de comprender lo que su amigo trataba de decir - "Oh..."
"Exacto, [oh]" - dijo Eric mientras continuaba chasqueando la lengua - "En fin, felicidades por robarle el corazón a tal hermosa dama"
Erika se sonrojó porque podía sentir cómo sus emociones parecían ser bastante obvias para todos menos el chico que le había dado todo lo que deseaba, aunque no era como si Ren tuviera la culpa de esto. Él desde muy joven, solo había recibido el afecto de muy pocas personas, sin contar que fuera de Elisabeth, él no había hablado con muchas mujeres, e incluso si lo hacía, era bastante posible que le mandaran a la mierda por su fama como el idiota de la familia real, por otro lado, conocimiento no es lo mismo que sabiduría.
Ren tenía todo el conocimiento del mundo gracias a la [Torre de Babel], pero eso no se traducía a la sabiduría para poder usar el conocimiento a todo su potencial, es por eso que cada vez que usaba su habilidad, él lo discutía con otras personas, o incluso con expertos del tema para poder analizar y digerir esta información.
Dejando eso de lado, Ren seguía confundido porque no comprendía cómo era que alguien pudiera enamorarse tan rápido, esto no era lógico, y bueno, ese era otro de los defectos de Ren, que él pensaba primero basándose en la lógica gracias a su creciente adquisición de conocimiento.
Erika simplemente ocultó su rostro en el pecho del apuesto príncipe, aunque no era como si pudieran culparla por el crecimiento tan abrupto de sus sentimientos. Ella había vivido toda su vida soñando con este momento, pero había perdido la esperanza de ser libre, es por eso que en el momento en el que Ren cumplió con su sueño, ella sintió cómo sus defensas caían ante el chico de cabello negro, y que él fuera apuesto le daba puntos adicionales.
Desde su perspectiva, Ren era todo lo que ella siempre deseó de su caballero de plateada armadura, el héroe que la salvaría de este abismo lleno de dolor y sufrimiento. Él era apuesto, amable, su presencia era relajante, y lo más importante, ella podía sentir esta extraña conexión con él.
Ren la miró directamente a la mujer a sus ojos azules, solo para sentir cómo su corazón daba un salto, después de todo, su mirada era hipnotizante, y no ayudaba que inconscientemente deseara hundirse en esos profundos pozos azulados.
Elisabeth y Rea simplemente chasquearon la lengua, porque ellas sabían por qué esos dos estaban tan sumidos en los pensamientos del otro. Esto no se debía simplemente a la "trama" de [Dragon Frontier], sino a un factor oculto que estaba en la descripción de los usuarios.
Todos sabían del padre de Ren, el actual rey de Bahamut, pero nadie sabía su madre.
Bueno, los desarrolladores dieron un poco de información sobre esto, la madre de Ren, era una aldeana común y corriente, o al menos así era a primera vista, pero en realidad, ella era mucho más importante que esto, La madre de Ren, era en realidad la descendiente de Enrich, el héroe que logró sellar al dios demonio hace miles de años atrás, es por esto que Ren tenía una habilidad tan desbalanceada desde la perspectiva de [gameplay], básicamente, él era el héroe de esta época.
En cuanto a Erika, su verdadero nombre era Erika Belldandy, descendiente directo de la sacerdotisa que sirvió a la diosa Belldandy y ayudó a Enrich a sellar al dios demonio.
En resumen, esos dos eran los descendientes de las dos personas más importantes del juego, es por esto que esta ruta secundaria "secreta", es la que desbloquea el verdadero final feliz de [Dragon Frontier], y las rutas consiguientes solo daban lugar a las secuelas del juego, es por eso que la gente llegó a la hipótesis que este era el verdadero final, al menos hasta que los creadores del juego decidieran crear las secuelas durante el desarrollo del juego original.
"Ahem" - dijo Elisabeth, haciendo en el proceso que los dos descendientes de los héroes se separaban y desviaran la mirada para ocultar sus sonrojos, aunque no sin antes lanzarle una mirada molesta a la chica de cabello castaño - "¿Qué? ¿A caso interrumpí algo?"
Ren chasqueó la lengua cuando notó el desdén en las palabras de su amiga, así que simplemente sacudió la cabeza y les pidió a las dos chicas que les acompañaran.
Rea sonrió ligeramente mientras pensaba en sus siguientes pasos, aunque para su molestia, fue detenida por Elizabeth, quien simplemente le indicó con la mirada que la siguiera.
Eric vio esto con sorpresa, después de todo, esta era la primera vez que su prometida parecía tener interés en alguien.
"Eric" - dijo Ren, sacando de sus pensamientos a su amigo.
"¿Qué sucede?" - preguntó Eric mientras sacudía la cabeza.
"Quiero que me hagas un favor" - dijo Ren con seriedad - "Quiero que llames al sastre para que le prepare unas prendas mucho más presentables a la señorita Erika"
"P-Puedes llamarme Erika, no necesitas ser tan refinado conmigo, su majestad" - respondió Erika con el rostro rojo.
"No, es de básica educación tratar con respeto a una dama" - respondió Ren mientras sentía cómo sus mejillas empezaban a arder.
Eric sonrió ligeramente porque esta era la primera vez que veía a su amigo tan avergonzado. Normalmente, Ren no mostraba muchas emociones o iba directo al punto, pero esta hermosa chica estaba sacando el lado más humano de su mejor amigo, uno que no había visto en muchos años.
"Si ya dejaste de reírte de mi, espero que llames al sastre lo antes posible" - dijo Ren con molestia.
"Lo sé, lo sé, no tienes que enojarte conmigo" - dijo Eric con una pequeña risa antes de retirarse, dejando a los dos jóvenes solos.
Ren le dio una mirada discreta a Erika, quien también estaba haciendo lo mismo, haciendo en el proceso que los dos se sorprendieran y avergonzaran de ser descubiertos en el acto.
Los soldados, simplemente sonrieron porque a pesar de tener celos de la suerte de su príncipe, tenían que admitir que ver interactuar a los dos torpes adultos jóvenes, les traía una sonrisa en sus rostros.
"H-Hoy es un día bonito..." - murmuró Ren mientras intentaba entablar conversación, y tal parecía que de la forma más incómoda posible.
"S-Sí..." - respondió Erika, quien honestamente no sabía cómo continuar con la conversación.
Los dos jóvenes se quedaron en un silencio incómodo antes de empezar a reír.