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Chapter 3 - Prólogo. Capítulo 3

Mis manos son mías.

Mis piernas son mías. 

Mis pulmones son míos. 

Estoy en un cuerpo con unas extremidades normales y unos órganos como cualquiera.

Es mi cuerpo. 

Entonces… ¿Por qué se siente tan extraño? 

Estamos realmente alto, en la cima del castillo.

Siento vértigo, no hay ninguna valla.

Puedo caer en cualquier momento.

En el suelo a lo lejos puedo ver a un montón de personas. 

Cielos, estoy hiperventilando. 

Siento que me falta el aire. 

No puedo agarrarme de nada, no hay nada de qué agarrarme. 

El aire frío de la fuerte brisa solo me pone más nervioso. 

No es muy fuerte, pero yo me siento muy inestable. 

El más mínimo golpe de la brisa haría que me cayera al suelo. 

Una enorme caída. 

Hay muchas personas de atuendos pintorescos, quizás de verdad pueden serlo.

Quizás de verdad son todos los jugadores de ROTL. 

No puedo saberlo a ciencia cierta, mi vista está nublada por la distancia.

Aparte, no puedo distinguir nada. 

Este cuerpo es mío.

Pero no se siente así. 

Sentí unos pasos acercándose detrás de mí. 

Cielos, ya lo tengo.

Es el rey.

Dijo algo sobre una condena.

Estoy en ROTL. 

Ya me ubico de nuevo. 

Carajo. 

Realmente siento ganas de vomitar. 

-El traidor de la serpiente se ha presentado al castillo voluntariamente -Oí decir al rey detrás de mí- Creo que es considerado tener un juicio justo en vista de ello. 

¿Eh? 

¿De qué habla? 

¿Un juicio justo? 

¿Por qué me enjuiciarían? 

-Oye, rey -Le dije- ¿De qué estás hablando? 

Sentía como la voz me temblaba. 

-Ya lo sabrás -Me dijo.

De la nada una bocanada de aire golpeó mi pecho, haciéndome perder el equilibrio. 

Caí de nalgas al suelo de la terraza del castillo. 

El dolor se siente bastante real. 

Intenté levantarme, pero sentí como algo del suelo me agarraba. 

Volteé a ver. 

El rey estaba pisando mi gabardina evitando que me levantara. 

Seguido sentí algo frío en mi cuello. 

Bajé la mirada. 

El rey tenía una daga en frente a mi cuello. 

¿Qué sucede?

Mis brazos no dejan de temblar. 

El rey se aclaró la garganta justo después de someterme. 

-Hace un rato recibimos un reporte del jugador Karma Osaka -Dijo el rey ignorando mi presencia totalmente, su voz resonaba por todo el lugar, los jugadores de abajo lo escuchaban- Donde se ha evidenciado que el jugador Souki Aiko ha utilizado archivos corruptos o trampas para hacer uso indebido del juego -Sentí un enorme escalofrío- Por lo tanto, se les ha traído a todos aquí por ciertos métodos confidenciales, todos pagaréis por lo sucedido, no pueden salir, estas son medidas extremas para terminar con las trampas en los juegos. 

Por cada palabra que decía yo sentía más miedo. 

-En sus cuerpos reales ustedes están muertos -Siguió diciendo el rey- Si bien sus cuerpos están intactos, como les dije, no van a salir de aquí, esperamos que así se aprenda a no tomarse las trampas en los juegos a la ligera, ya que es un trabajo arduo, ustedes serán el precedente para las futuras generaciones, una generación más respetuosa, fruto de sus sacrificios, por lo tanto, si mueren aquí mueren realmente, quien sabe que pase, pueden pasar para siempre vagando como meras conciencias, o terminar como algún archivo de computadora.

La daga que tengo frente a mi cuello me atravesará, no tengo dudas. 

Siento su filo contra mi piel. 

-Pero no soy ningún monstruo -Dijo el rey- Calmense. 

¿De qué habla? 

Bajé la mirada. 

Todos observaban. 

Ya estaba un poco más ubicado, pude distinguir a algunos de ellos. 

Sus rostros estaban llenos de miedo.

Llenos de ira. 

Me enfoqué en uno de ellos.

Se retorcía en su sitio. 

Está totalmente desesperado. 

No deja de moverse, en su cara puedo ver como está de tenso, al menos en lo que veo desde esta distancia. 

Hizo dos movimientos. 

Sacó la espada que llevaba de su funda, y puso la punta dentro de su boca.

¿Qué hace? 

De un momento a otro, se tiró al suelo, haciendo que la espada se apoyara en el suelo. 

La espada atravesó su cráneo.

Pero no pude ver nada de sangre. solo unos pixeles que salían de la herida. 

¿Qué? 

¿Por qué esa persona acaba de suicidarse? 

Es imposible ¿Cómo puede desesperarse tanto? 

Estamos en ROTL.

Eso es algo bueno ¿No es así? 

Sentí una patada en mi espalda, que me hizo chocar contra el suelo.

Recibí un fuerte golpe en la quijada.

El rey me pateó.

-Verán los traje aquí a todos con un fin -Dijo el rey- Creía que encontrar al traidor sería una tarea muy pesada, por lo tanto, iba a poner una recompensa enorme por su cabeza, pero él mismo se presentó ante mí, así que por eso les daré el beneficio de decidir qué hacer con él. 

¿Huh? 

¿Ese es el juicio?

¿Esa es mi condena? 

¿Con ese método tan ridículo decidirán qué hacer conmigo?

Dudo mucho que ellos discrepen en que hacer conmigo. 

Es una unanimidad. 

El silencio invadió toda la escena. 

Intenté levantarme, y en un instante el rey había vuelto a poner la misma daga frente a mi garganta.

¿Así es como termina todo? 

Justicia. 

Cielos ¿Esto será realmente justo? 

¿Yo merezco morir? 

Bajé de nuevo mi mirada. 

Todas las personas estaban decaídas.

Algunos empezaron a gritar y a llorar.

Y otros cayeron en su propia desesperación y se suicidaron también. 

Estoy dentro de mi videojuego favorito.

¿Qué clase de escenario es este? 

Vaya escenario más sombrío.

Se siente como un funeral.

Carajo, se siente como si hubiera estado en algún lugar similar a este antes. 

¿En dónde fue? 

No lo recuerdo. 

Un ambiente tan frío.

Genuinamente se siente como una guerra.

¿Dónde más habré sentido esto? 

-¡Muerte! -Se oyó en la enorme turba- ¡Muerte al traidor! 

Imaginaba que algo como esto iba a pasar. 

Una completa unanimidad. 

Un enorme abucheo se formó en el montón de gente. 

Todos apoyaban la idea. 

¿Qué es esto? 

Maldita sea.

¿Por qué? 

¿Por qué tengo que aceptar este destino? 

¿Esto es justo?

Aunque por otra parte, todas las personas frente a mí están pasando por un dolor increíble.

¿Qué es lo correcto? 

Ninguna de estás personas podrá volver a ver a sus seres queridos por mi culpa. 

¿Por eso debo morir? 

Si muero, nada cambiará. 

¿Trampas en los videojuegos?

Y una mierda.

Suena como un chiste. 

Mi vida por una medida en la trampa de los juegos. 

No entiendo quien está en lo correcto.

Pero ¿Qué más da?

¡Esto no suena lógico para mí! 

Hice un pequeño salto hacia atrás. 

Alejándome de la daga. 

Seguido mordí la hoja de metal, y con un brazo empujé al rey. 

Mordí con todas mis fuerzas para que no se soltara y cortara mi cráneo en dos. 

Cuando sentí que la espada no oponía resistencia me levanté y tomé distancia del rey. 

Me quité la daga de la boca, empuñandola.

La daga hizo unos pequeños cortes alrededor de mi boca.

Dolía.

Ardía. 

Pero no salía sangre.

Solo unos pequeños píxeles salieron de las heridas. 

Miré al rey, quien estaba sacando una espada de su cinturón. 

Creo que simplemente no quiero morir aquí.

-¡¿Y qué si yo no estoy de acuerdo?! -Le grité al rey. 

Había soldados reales en la azotea también. 

Ellos corrieron hacia mí. 

Es un espacio pequeño.

¿Qué debo hacer? 

Solo corrí instintivamente al rey.

Cuando me acerqué, él me atacó con la espada que había sacado de su cinturón. 

Ondeé la espada como pude y repelí su ataque.

Me puse a su espalda y observé a la multitud de jugadores.

Uno estaba sobre un enorme árbol, con un arco.

Estaba apuntándome. 

Empujé al rey desde la espalda, y me cubrí con él. 

La flecha dio al hombro del rey. 

Los pixeles nublaron mi vista por un momento. 

Al voltear pude ver a los soldados de nuevo. 

Solo intenté cubrirme con el rey una vez más.

Pero los soldados lo hicieron a un lado.

Llevaban espadas, estaban listos para matarme. 

Pero yo no solté el brazo del rey. 

Cuando me moví bruscamente para evitar a los guardias, tomé el brazo del rey de manera que lo rompi. 

El rey gritó, y lo solté rápidamente.

Lo ignoré totalmente.

Frente a mí los dos soldados estaban levantando sus espadas. 

¿Qué puedo hacer? 

Me matarán. 

Bajé la mirada.

Tienen el abdomen descubierto. 

Ondeé una vez más la espada hacia el frente y empecé a correr. 

Corté profundamente el abdomen de ese soldado. 

Pero el otro detuvo mi golpe con su espada. 

Me aparté y empecé a correr.

Él me atrapó en cuestión de segundos. 

Sacudí la espada por todas partes, fue cuando él me soltó. 

Y sin pensarlo dos veces corté la parte que tenía expuesta.

Su pecho.

Salieron un montón de píxeles. 

Lo ignoré y corrí al borde de la azotea. 

Abajo está lleno de jugadores.

Volteé a mi alrededor varias veces. 

Fue entonces cuando encontré una salida.

El Bosque de la hierba santa.

Hay un bosque junto al castillo del rey.

Y ningún jugador está ahí. 

Tenía una idea de como bajar, el caso es si iba a funcionar o no.

Salté directamente.

En el aire sentí como por el salto esquivé una flecha que iba hacia mi cabeza. 

Estaba en caída libre.

A unos metros del suelo enterré con todas mis fuerzas la daga del rey en la torre, para que redujera la velocidad y el impacto. 

Ya estando cerca del suelo solté la daga y caí al bosque.

En ese entonces solo empecé a correr. 

Mis piernas estaban cansadas, pero no dejaban de moverse. 

Solo quiero huir. 

Desde mi espalda venían múltiples flechas, espadas, hachas, etc.

Había gente persiguiéndome, todos me lanzaban cosas. 

Maldita sea. 

¿Realmente merezco esto?

No lo sé, carajo.

¡No lo sé!

Una flecha atravesó una de mis piernas. 

Y caí inevitablemente. 

Cielos.

El dolor que causaba mi flecha en mi pierna irradiaba fuertemente.

He perdido. 

Ya en el suelo volteé hacia arriba.

Un enorme grupo de jugadores me rodeaba. 

-Te he alcanzado -Me dijo un sujeto de la turba, era un tipo bastante robusto con una enorme hacha- Te quitaré la cabeza y la tendré de trofeo por todos los jugadores que estamos aquí por tu culpa, maldito hijo de perra. 

Levantó el hacha, estaba a punto de bajarla. 

¿Así es como termina esto? 

Cielos, vaya vida más vacía. 

Cerré mis ojos esperando el impacto. 

Escuché como el hacha golpeó contra algo.

Abrí mis ojos. 

Creo que no fue contra mi cuello.

Siento mi cabeza bastante pegada a mi cuerpo. 

Levanté la mirada. 

Una daga flotante detuvo al hacha. 

Me alejé arrastrándome en el suelo, quería evitar que la daga fallara y el hacha me cortara la cabeza. 

-Vamos, no creo que sea necesario -Oí en medio de la multitud. 

De la nada todos hicieron paso a alguién que se estaba acercando. 

Era un chico de ropas negras. 

Tenía unas gafas bastante grandes, y un gorro de lana. 

Es una vestimenta bastante inusual. 

Él chico de enormes gafas se puso entre mí y el hacha. 

Levantó su brazo, y la daga apartó al hacha. 

Ese chico fue quien me salvó.

De una manera u otra, siento calidez en él. 

Es agradable ver que una persona no intenta matarme. 

-No creo que sea necesario matarlo -Dijo el chico- Juguemos un poco muchachos ¿Qué tal si abogo un poco por el traidor? 

El sujeto del hacha se acercó al chico de las gafas. 

-Quítate del medio, o te quitaré yo -Le dijo. 

-Alejate amigo, créeme hay algo mal con todo esto -Respondió el chico de las gafas. 

-Poco tienes que decirme -Respondió reacio el tipo del hacha, preparándose para atacar de nuevo- Si proteges al traidor de la serpiente, eres tan culpable como él. 

De la nada el tipo de la lanza cayó al suelo de rodillas con un grito ahogado y corto.

Miré sus piernas.

Algo había cortado sus pantorrillas. 

-Estabas demasiado cerca, me has asustado -Dijo el chico de las gafas tomando con sus manos dos dagas que volaron hacia él- No te corté tan profundo, estarás bien. 

Fue entonces que toda la turba se alejó. 

-Es una sabia decisión -Dijo el chico- Verán, mi nombre es Alex Firedwater y seré directo con ustedes, pretendo llevarme al llamado traidor de la serpiente al clan del que soy líder, Firedwater, así que les pediré amablemente que se alejen. 

¿Qué?

¿Qué está diciendo? 

¿Firedwater?