Chapter 16 - CAPÍTULO 4 (parte 2)

Le conté a mi abuela sobre los tipos de magia y sobre el gremio. Ser un aventurero es mi trabajo ahora, así que quiero explicarle cómo funciona el gremio y los tipos de magia que tengo.

No quiero que se preocupe demasiado por mí, ya he confirmado que los únicos que pueden derrotarme son los demonios, y ellos me atacarán en un año o más, o al menos eso pienso. Seré optimista al respecto y le dije que me atacarán como en un año.

Soy lo suficientemente poderoso como para derrotar monstruos de clase A, incluso S, así que le dije que no se preocupe por mí. Además, con el dinero de las misiones, podremos viajar por el mundo y mejorar la calidad de vida de las personas.

Mi abuela se preocupó, pero le rogué que no se preocupe por mí, solo deberá preocuparse cuando peleé contra demonios, pero que no era necesario preocuparse cuando peleé contra monstruos normales.

—Y soy soy rango A, aunque todavía no comprendo del todo eso de los rangos. No sé cuáles sean mis obligaciones o beneficios, pero supongo que es algo bueno, considerando que es un rango antes de llegar al rango S.

Conseguir el rango A tan fácil me sorprendió, pero no le tomé tanta importancia, considerando lo débiles que son los aventureros de este mundo.

Ah... Definitivamente debo derrotar a los demonios sin ayuda, solo provocaría muertes innecesarias si tengo personas ayudándome.

—¿Yo también tengo un tipo de magia?

—Según Dios, él te dio dos tipos de magia para que te protejas.

—Dos... Vaya... Genial.

Espero que sean magias poderosas, de lo contrario, deberé entrenarla para que se vuelva más poderosa y sea capaz de defenderse. La protegeré incluso con mi vida, pero la vida es impredecible. Más vale prevenir que lamentar.

—Estoy segura de que este lugar me gustará. El aire huele bastante bien.

—Aunque tengo algo que averiguar todavía... ¿Por qué estás tan joven?

—Supongo que es parte de ese hechizo de resucitación que usaste.

—Supongo... Vya, vaya... Abuela, las que estaban conmigo son mis compañeras, no le digas a nadie lo que te dije, ¿entendido? Dios me lo tiene prohibido.

—Confía en mí, no se lo diré a nadie.

Por supuesto que confío en ti, abuela, pero era necesario decírtelo.

—Vamos al pueblo. Tenemos mucho que hacer. Comprarte ropa nueva, entre otras cosas que quieras o necesites.

—Vamos, quiero registrarme en el gremio.

—Vam... ¿Qué?

... ¿Acaso escuché bien? ¡¿Quiere registrarse en el gremio de aventureros?! ¡¿Por qué?! ¡No, no, no, no! ¡Me niego rotundamente a que sea una aventurera! ¡No quiero que salga a peligrosas misiones! ¡Ella ya ha trabajado toda su vida, quiero que pase el resto de su vida descansando! ¡Yo le daré todo el dinero que necesite, no necesita trabajar!

—¡¿Eh?! ¡N-no, no lo harás! ¡No quiero que seas una aventurera!

—¿Eh? ¿Por qué no?

—Abuela, si mueres otra vez, no podrás revivir. Por favor, disfruta de tu nueva vida y descansa. Has trabajado toda tu vida, quiero que descanses. Yo me encargaré de conseguir dinero. Si quieres hacer algo por tu cuenta, puedo darte dinero para que abras algún negocio. ¿No te interesaría abrir un restaurante de comida mexicana, japonesa o de cualquier país o cultura? Creo que los tacos se volverían populares en este mundo.

Es cierto, puedo crear restaurantes y así podré darle trabajos a las personas en situación de calle.

Restaurantes, florerías... Mmm... Bueno, después pienso en más negocios.

—¿Esperas que me quede en tu casa mientras tú sales de aventura? No, yo te acompañaré. Si tienes todos los tipos de magia, no debo preocuparme, tú me vas a proteger.

—... ¿Realmente quieres acompañarme?

—Por supuesto. ¡Me encantaría verte luchando contra monstruos, Dani!

... ¡Ahhhhhhhh! ¡Mi abuela se ve tan emocionada, no me atrevo a decirle que no!

B-bueno, soy poderoso, y si la entreno, ella también se volverá poderosa. M-mientras sean misiones no tan peligrosas, creo que estará bien que me acompañe.

—E-está bien, abuela, pero solo a las misiones de rango A e inferiores. Te acompañaré a registrarte y te compraré ropa nueva.

—Muchas gracias, Dani. Te lo agradezco.

—Y, abuela, hay cosas muy diferentes en este mundo, algunas dan miedo, para que estés preparada mentalmente. Soy poderoso, pero apenas llegué ayer a este mundo, todavía no lo conozco tan bien. Ten cuidado y no confíes en nada. Incluso sospecho que las plantas aquí comen personas.

—Estaré bien, no te preocupes, tenemos a Dios de nuestro lado. Dudo que no nos advierta de los peligros del mundo.

... Ah, es cierto, lo había olvidado. Mi abuela es religiosa. Abuela, me encantaría decirte que sí, Dios nos protegerá, pero no puedo mentirte.

—Hablando de eso, Dios nos dio los tipos de magia y lo demás, pero de ahora en adelante, ya no nos ayudará.

—¡¿Eh?! ¿Por qué?

—Dios tiene el trabajo de observar y no intervenir. Solo ayuda un poco en casos de emergencia como este. Tiene prohibido ayudar más o algo por el estilo.

—Es una lástima, pero no te preocupes, Dani, sé cuidarme sola. No seré una carga para ti.

—¡Tú nunca serías una carga para mí, abuela! Solo te pido que tengas cuidado, este mundo es demasiado salvaje y peligroso. Solo llevo dos días en este mundo y ya he visto muchas cosas perturbadoras.

Prostitutas ofreciéndome sus servicios gratis, maté a un demonio, hombres gallinas y un hombre perro, y también están los animales raros que existen aquí.

Tantas cosas raras en dos días, y seguramente me esperan muchas más por descubrir.

—Vamos, hay mucho que quiero enseñarte. Posiblemente escuches cosas algo perturbadoras acerca de mí, pero solo te pido que comprendas mi situación. Lo que hice y haré en el futuro es necesario para salvar este mundo, por favor, no me tengas miedo.

—Te refieres a matar monstruos y demonios, ¿verdad?

—... Sí... Sí... Yo maté a un demonio el primer día, y hoy maté hombres gallinas y un hombre perro... Esos monstruos podían hablar el lenguaje humano, y el demonio que maté parecía un humano con armadura... Maté, abuela, soy un asesino... Y yo... Yo... No sé exactamente cómo sentirme al respecto.

Mi abuela me sonrió y me tomó de la mano, mientras comenzaba a caminar hacia el pueblo.

—Dani, eres la persona más amable, educada y buena que he conocido. Sé que todo lo que hagas siempre será lo correcto. No todos entienden con palabras, Dani. Sería demasiado optimista pensar que el diálogo lo resuelve todo en la vida. Hacer lo correcto no siempre se siente bien. Se nos ha enseñado que matar es malo y que nadie tiene el derecho de quitar una vida, pero si no hubieras matado a esos monstruos, posiblemente más vidas se habrían perdido. Quitar una vida, pero salvar dos. Una decisión difícil, pero necesaria.

Mi abuela se detuvo y me acarició la cabeza.

—Hiciste lo correcto, Dani.

—Abuela...

Eso era lo único que quería escuchar... Yo... Yo solo estoy haciendo lo necesario para lograr mi objetivo. Solo hago lo necesario. No debo sentirme culpable.

Me asustaba que mi abuela me regañe o me tenga miedo, pero incluso estoy llorando de alegría al saber que mi abuela me sigue amando.

—Gracias por estar conmigo, abuela. Siempre estaré agradecido contigo.

—Soy tu abuela, Dani, siempre estaré contigo, en las buenas y en las malas. Vamos, quiero que me enseñes el pueblo.

—Vamos... ¡P-por cierto, algunas prostitutas se acercan a mí para ofrecerme sus servicios gratis, pero siempre me niego! ¡N-no quiero que lo malentiendas!

—Fufu. Sí, pude ver que las mujeres del pueblo se te quedan viendo. Incluso en este mundo eres considerado guapo, ¿eh? A tu padre le hubiera encantado este mundo.

S-sí, escuché que mi padre era bastante mujeriego en el pasado, por eso mi abuela me enseñó a respetar a las mujeres, para evitar que sea como mi padre, alguien que se aprovechaba de su apariencia atractiva, aunque después aprendió su lección y se volvió alguien respetable.

—Vamos.

—Vamos, abuela.

Nos vamos al pueblo.

... Mi abuela regresó conmigo... La única persona que me importa, regresó conmigo... Adiós, depresión. Hola, felicidad, vieja amiga. Por favor, quédate conmigo por mucho tiempo.

Durante el camino de regreso, le conté el resto de lo que me pasó en este mundo, así como mi poder mágico y mi teoría del porqué los demonios no atacan todavía a los humanos con todo su poder.

Ella parece fascinada con la magia, así que le enseñaré todo lo que sé sobre eso.

Creo que en su época de juventud las novelas de fantasía eran muy populares, así que tiene sentido que esté tan emocionada. Se me hace bastante lindo ese lado suyo.

Pero hay algo que me causa un poco de incomodidad, y es su apariencia. Es una buena noticia que tenga un cuerpo tan joven, pues vivirá por más tiempo, pero todavía no me acostumbro a su apariencia.

Además, mi abuela es muy hermosa. ¡Los hombres no dejan de verla! ¡Golpearé a cualquiera que se atreva a acosarla sexualmente!

M-mejor me tranqulizo. Dudo que algún idiota se atreva a molestarla, pues si lo hacen, se estarían metiendo conmigo. No creo que sean tan estúpidos.

Después de regresar al pueblo, llegamos a la tienda de ropa en donde compré la mía. Mientras compraba mi ropa, miré la ropa que vendían y se veía muy linda. Creo que a mi abuela le gustaría.

Al entrar, la dueña nos recibió con una sonrisa y se acercó hacia nosotros.

—¡Bienvenidos! ¿Qué se les ofrece? ¿Buscan algo en específico?- Dijo la dueña de la tienda.

—Buenas tardes, señorita. Quiero comprar ropa para mi... amiga.

N-no puedo llamarla abuela en público.

Mi abuela voltea a verme confundida. L-lo siento, pero esto sería lo mejor.

—¿Amiga?

Me acerco a su oído y le susurro.

—Sería raro que te llame abuela cuando te ves tan joven. No quiero llamar mucho la atención, sospecharían de mí.

Prefiero evitar responder preguntas raras. Además, no quiero que descubran que vengo de otro mundo. No quiero que nos investiguen demasiado.

... Ah... Apenas me doy cuenta de que es una acción innecesaria, pues seguramente ya me están investigando, después de todo, maté a un demonio.

Ah, debo encontrar alguna manera de evitar que descubran que vengo de otro mundo.

Pero no la llamaré abuela en público, no quiero que la vean raro. Mi abuela se ve joven, así que quiero que la traten como si realmente fuera joven.

—Entiendo.

—Señorita, ¿qué tipo de ropa quiere? ¿Me permite darle una sugerencia?- Dijo la dueña de la tienda.

—Por supuesto. Gracias. Se lo agradecería.- Dijo mi abuela.

La chica toma algunas prendas de ropa. N-no, e-esa ropa es...

—Le recomiendo este conjunto de ropa. Le quedaría perfecto.

E-es una minifalda demasiado corta y una blusa que, obviamente, solo le iba a tapar los senos.

—¿Eh?- Dije confundido ante tal sugerencia de ropa.

Y, por alguna razón, en mi mente me la imagino usando eso y casi vomito.

¡Ahhhhhhhh! ¡No quiero ver a mi abuela usando ropa tan indecente! ¡Mis ojos!

¡Sé que es grosero de mi parte, pero no puedo evitarlo! ¡No quiero ver a mi abuela usando ropa que muestre tanta piel!

—¡¿Por qué me lo imaginé?!

¡Uwaaaah! ¡Qué asco! ¡Elimina esa imagen de mi mente, cerebro!

—Fufu.

Mi abuela se rió.

—¿No tiene una blusa más grande y una falda menos corta?

—Oh, ya entiendo. Tengo algo perfecto para usted.

La chica le entrega otras prendas de ropa. B-bueno, esas se ven más decentes.

—Vamos, el probador está por aquí.

Mi abuela entra al probador y espero pacientemente, esperando que se vea decente y no muestre demasiada piel.

—Por favor, que sea decente, que sea algo decente.

Mi abuela está en todo el derecho de usar lo que ella quiera y se sienta más cómoda, lo sé, ¡pero mi abuela se supone que es una anciana! ¡Verla usando ropa de chica joven me hace sentir tan raro! P-primero debo acostumbrarme a su nueva apariencia.

Después de unos minutos, mi abuela terminó de cambiarse de ropa.

Mi abuela sale vestida con una falda negra que le llega a las rodillas, una blusa rosa que le tapa todo, unas medias blancas y zapatos negros.

¡Sí, se ve tan decente! Se ve bastante bien. Parece a la moda y decente. ¡La combinación perfecta!

—¿Y bien?- Dijo mi abuela, buscando mi visto bueno.

—Te ves decente, creo que está bien. Te queda muy bien.

Mi abuela se mira en un espejo.

—Está bien, es lindo. Aunque me siento rara usando ropa tan juvenil.

—¡¿Cuánto es?!- Le dije a la dueña, para evitar que sospeche de mi abuela por decir eso último.

—Sería 50 monedas de oro.- Dijo la dueña de la tienda.

Considerando el valor de la comida, creo que una moneda de oro vale 10 dólares... No, no creo que tanto... Mmm... Tal vez 5... La ropa es cara, pero no puedo quejarme.

Después de pagarle, observo a mi alrededor, buscando cosas para mí.

—¿Tiene zapatos, calcetines y ropa interior de hombre?

—Claro que tenemos.

—Quiero cinco pares de zapatos, cinco pares de calcetines y cinco ropas interiores, por favor.

No tengo tanto dinero, pero después compraré más para ella.

Además, planeo que Sara y Alex salgan de compras con mi abuela, para que se conozcan, mientras yo resuelvo mis dudas acerca de la nueva apariencia de mi abuela.

Después de unos minutos, la chica me entrega mis cosas.

—Serían 250 monedas de oro, por favor.

Ah, adiós, ahorros. Tendré que hacer otra misión del gremio.

Después de pagarle, nos retiramos.

—Muchas gracias.

—¡Gracias, vuelva pronto!- Dijo la dueña de la tienda, más rica que antes.

Salimos de la tienda, tengo dos bolsas en mis manos.

... Ah, es muy cara. Mi yo del pasado estaría llorando si me viera. "¡¿Por qué no compraste comida?! ¡Con ese dinero nos alcanzaba para un mes de comida! ¡Tal vez más!"

Siendo sincero, descubrí que puedo conseguir mucho dinero gracias al gremio. Y si es necesario, puedo escribir libros y venderlos. He leído muchos libros en mi vida. Puedo robarme esas historias y hacerme pasar como el autor. No creo que me llegue una demanda por derechos de autor. Fufu.

Algo bastante malvado de mi parte, pero necesario si quiero dinero fácil. Haré cosas muy buenas con ese dinero, así que mis pecados serán perdonados.

—Necesitaba más ropa.

—¿Y para mí?

Lo siento, abuela, pero quiero que tú misma compres tu ropa. Quiero que conozcas a Sara y a Alex, pues nos acompañarán por un año.

—C-cierto... Lo siento, fui egoísta... Aún no estoy acostumbrado a tenerte de nuevo a mi lado. Más tarde regresamos y te compro más ropa. O mejor que te acompañen Sara y Alex para que te conozcan mejor. Tengo algo que hacer.

—No te preocupes, Dani... Por cierto, el oro no es tan valioso en este mundo, Dani. Casi me desmayaba al escuchar el precio, pero comprendí que la moneda no valía tanto como en nuestro mundo.

—Sí, lo sé, en nuestro mundo es muy valioso. Seríamos millonarios con todo el oro que he conseguido desde que llegué.

Con todo el oro que he conseguido, podría comprar una enorme mansión y vivir toda mi vida con lujos en el otro mundo... Pero ya regalé casi todo mi dinero.

No me importa, pues no me arrepiento de lo que hice.

Llegamos a la casa y Alex nos recibe tan alegre como siempre... Bueno, digo como siempre porque desde que la conozco está sonriendo.

—¡Hola, Daniel!

—Hola, ya regresé.

Dejo mis cosas en el piso y suspiro... Ah, tantas sorpresas en un día. Me siento cansado.

—Tengo que ir al gremio, luego regreso.

—Nosotras te acompañaremos.- Dijo Sara.

—¿No ha regresado Liz?

—No. No creo que regrese en todo el día.

—Está bien. Vamos.

Iré a ver a la hermana de Liz, necesito respuestas.