Ana iba a fisioterpia a diario en compañía de Kaspy y Anthony, quienes la ayudaban en sus ejercicios para poder volver a caminar cuanto antes. Anthony solo quería ver a su hermana libre otra vez.
Al igual que su mamá, Ana había sufrido demasiado ya.
Esa tarde estaba haciendolo mejor que nunca, practicamente no no necesitaba ayuda ya. Anthony y Kaspy se apartaron un poco para hablar más tranquilos.
Se llevaban muy bien últimamente, ya que Anthony deseaba arreglar las cosas con su gemela, y esta vez asegurarse de que Ana sea feliz en serio, así como su padre se seguraba que Sara lo sea también.
Ana estaba sola en esos momentos haciendo los ejercicios cuando vio entrar a un viejo millonario junto a un joven que se parecía a él. El joven rengueaba, iba a hacer fisioterapia también.
Ana lo reconoció al instante, empalideció y empezó a temblar debido a que ese viejo era uno de sus violadores más crueles y de mayor saña. Lo excitaba verla sangrar, escucharla llorar y suplicar.
Cuando sus miradas se cruzaron el viejo sonrió con crueldad al tiempo que se le iba acercando.
En un desesperado intento de Ana por escapar de ese asqueroso sujeto cayó al suelo, mientras lloraba y gritaba. Ésto alteró a todos los allí presente.
-¡No! ¡Alejate maldito bastardo! - decía Ana llorando con desesperación.
-¡Ana! - gritaron a coro Anthony y Kaspy al tiempo que se acercaban junto a un enfermero quien la ayudó a levantarse para sentarse en la silla de ruedas.
Kaspy la abrazó con dulzura, para que se calme.
Ana ¿qué ocurrió hermana?
Anthony, ese sujeto. El viejo ese...era uno de mis violadores.
¿Qué dices Ana?
A quien Adam solía entregarme más seguido. Esa bestia disfrutaba haciendome sangrar hermano.
Ana, dios mío. Lo siento tanto.
Ese viejo me....me hacía sangrar y siempre me violaba. Es un sádico.
Anthony miró a ese viejo con furia intensa, el aristócrata los miraba con ojos desorbitados debido al escándalo que Ana hizo además de ver que eran gemelos.
Anthony cerraba las manos en forma de puños haciendo intensos esfuerzos para no saltarle a la yugular allí mismo.
- Finalizamos por hoy hermana - exclamó Anthony al final - Regresemos a casa Ana.
La aludida asintió con la cabeza, pero al pasar cerca del viejo, éste dijo:
- Hola Ana - sonriendo con crueldad, como solía hacer instantes antes de violarla. La joven desvió la mirada sin poder evitar temblar y llorar. Apretó los labios que se volvieron blancos por la presión.
Kaspy ignoraba todo debido a que Ana aún no le dijo nada. Pero Anthony era otra historia, furioso no pudo seguir conteniendose más por lo que lo sujetó de las solapas y lo estampó contra la pared ocasionando un gran revuelo.
- ¡Maldito violador! ¡Me aseguraré de hacerte pagar! - rugía el rubio.
-¡Papá! - gritó el hijo del viejo - ¡Guardias!
Los guardias acudieron pero Anthony lo soltó a tiempo.
- Si me ponen un dedo encima perderán sus empleos - rugió Anthony furioso.
- ¡Presentaré cargos! ¡Maldito mocoso! - decía el viejo hecho una fiera.
- Hazlo maldito pedófilo, y me aseguraré de que acabes tus días en la cárcel por violación.
- ¿De qué hablas?
- Violaste a mi hermana siendo menor de edad. Mi padre es abogado y se ocupará de tí. ¡Basura inmunda!
- No se de qué hablas muchacho - dijo el viejo.
En esos momentos llegaban Nick y el abogado del viejo. Ambos habían sido llamados por Ana y el hijo de su violador.
- ¡Ana! ¡Hija!
-Señor Evans - decía el abogado aquí estoy.
- Perfecto, decía el viejo - Quiero presentar cargos contra este muchacho - señaló a Anthony - Por agresión y calumnia.
- Anthony Archer es mi hijo Señor Evans. Por lo tanto su pedido no podrá ser llevado a cabo. Su abogado le explicará los detalles.
- ¿Qué dice?
- Pero yo si puedo denunciarlo por violar a mi hija Ana Archer. Violación y retención ilegal de una menor de edad.
- Abogado Archer eso tampoco podrá suceder, mi cliente no secuestró ni violó a nadie. Estamos en un punto muerto.
- No necesariamente abogado. Vamonos chicos.
Los Archrr abandonaron el lugar instantes después. Necesitaban aclarar las cosas legales y emocionales. Sara llegaba en esos momentos.
Abrazó a Ana con fuerza y se fueron en la limousina todos. Ana aún temblaba debido a la conmoción sufrida.