-Hola Cassian.
Su voz sonaba profunda y distante, era como escuchar a un dragón hablar desde lo profundo de su cueva, a pesar de ello pude notar el pesar en sus palabras.
Le tomó un momento ponerse en pie y cuando lo hizo pude verlo con mayor claridad, debía medir más de dos metros, su piel era blanca como la luna, sus ojos eran negros como el abismo, su túnica, al igual que su cabello, se movían como si estuviera bajo el agua, reflejandoel firmamento nocturno, nebulosas de estrellas flotando en una obscuridad absoluta. Sin duda alguna, era un dios.
Se detuvo un momento, su mirada, a pesar de la oscuridad de sus ojos, reflejaba desconcierto, observó sus alrededores y finalmente me miró directamente a los ojos.
No tenía tiempo que perder, si quería salvar al mundo, ese era el momento.
- Aratel nu asapod cargiot, grateneme nu siorapa nodaso, sangeah sisvileb, nedacad sivanid. Deidad sin nombre que controla el destino, estás bajo mi dominio, con tu sangre forjaré un nuevo camino.
Fue entonces que el círculo mágico se hizo presente, su luz morada marcaba una barrera entre aquel ser divino y yo, cadenas de luz se formaron y ataron a aquel ser, no era la primera vez que aprisionaba una deidad, sabía que mientras estuviera adentro, su magia estaba bajo mi dominio, ya lo había doblegado para que me revelara la verdad y lo había invocado exitosamente, pero no podía tomar ningún riesgo, si escapaba, mi muerte estaba asegurada.
Al principio parecía temeroso, pero había algo en su mirada... algo que mantenía mi miedo a flote, a pesar de mi ventaja.
-Mi primera orden es...
De un momento a otro, una sonrisa se reflejó en su rostro y su mirada cambió por completo.
- Increíble.
- Di... disculpa?
- Perdona, sé que has pasado por mucho y que esto es super importante, es solo que... solo había podido ver este lugar en mis sueños, es hermoso.
El bosque de la Media noche era muchas cosas, pero nunca nadie lo había llamado hermoso, el bosque era un lugar malicioso, la luz del sol nunca toca el lugar, por lo que se encuentra en una medianoche perpetua, cuando cualquiera pone un pie en sus adentros, inmediatamente es transportado a una parte más profunda del bosque, las criaturas nacidas aquí son salvajes y violentas, los arboles, a pesar de parecer muertos, al entrar en contacto con la sangre apresan a su víctima con sus raíces, entierran sus ramas en su víctima y lo consumen en vida, la neblina provoca illusiones de pesadilla que de no ser controladas, pueden volverse realidad, y si tu mente no es lo suficientemente fuerte, el halo del eclipse te enloquece por completo.
- Mi primera orden es...
- Si, realmente no creo que entiendas por completo lo que quieres hacer.
- Voy a salvar el mundo.
- Oh, si, claro, no cuestiono tus intenciones, te conozco, tal vez incluso mejor de lo que te conoces a ti mismo, pero la cuestión no es si quieres hacer un bien, la cuestión es... puedes hacerlo?
Su voz ahora reflejaba burla y arrogancia.
- Te tengo encadenado, tu poder es mio.
Dije intentando mantener la compostura, no era normal que las deidades actuaran de esa manera, sin importar su poder, el círculo siempre funcionaba.
- Creo que sigues sin entender.
-Voy a salvar a mi hermana, a mi reino, a todos los reinos y con tu poder, todo eso será posible.
- Siempre mordiendo más de lo que puedes masticar.
- BASTA, no me importa si eres un dios arcano o un comandante del caos, tu ahora estás bajo mi dominio.
Entonces empezó a reir, se supone que el circulo mágico reacciona cuando está a punto de romperse, pero solamente bastó con una risa de su parte para que el circulo estuviera al borde del colapso, en menos de un segundo, pasó del morado al rojo carmesí, pero milagrosamente se mantuvo en pie.
- Me invocaste para usar mi poder, y ni siquiera sabes que soy, dime... este circulo mágico ¿lo hiciste para atrapar dioses, no es así?, pensaste que estabas atrapando a algun ser de este mundo ¿verdad?seguramente usaste este bosque porque la magia es más fuerte aquí ¿no es así? para invocarme y atraparme con mayor facilidad, pero dejame decirte algo y esto es algo que tu ya sabes, no puedes usar una ratonera para intentar atrapar un león, no importa que esta sea de hierro rojo.
De un tirón, rompió todas las cadenas que lo inmovilizaban.
-DETENTE, DETENTE.
Dio un par de pasos y llegó al borde del círculo mágico, yo solo pude mirar impotente como usaba sus manos para apartar el velo de luz como si fuera la cortina de una ventana.
- Yo soy, el presente, el pasado y el futuro, soy todo lo que existe y lo que no existe, la creación y la destrucción, la vida y la muerte, y soy todo eso, gracias a tí.
En ese momento me di cuenta de que era lo que me perturbaba tanto de su mirada, debido a que era un ser divino y al tono de su piel, no pude notar el halo blanco alrededor de sus ojos, un escalofrío recorrió todo mi cuerpo al notar la marca del bosque de la media noche, la marca de la locura.