Dan era un joven de 26 años de edad, con una complexión delgada y cabello negro, tenía unos rasgos bastante finos y elegantes que sumaban bastante a su porte, no tenía la piel pálida como esas novelas de fantasía que leía en ocasiones, pero tampoco era moreno, más bien tenía un color claro a secas.
No hace mucho tiempo se había graduado de la universidad más prestigiosa de su país, hecho por el cual estaba realmente orgulloso y cada vez que lo recordaba se sentía bastante lleno de sí mismo, pero no es por pura vanidad, realmente hizo un gran esfuerzo durante su tiempo en la universidad, donde dormía tarde bastante a menudo haciendo sus tareas o estudiando para los exámenes, ya que la carrera de Arqueología no era fácil, uno tenía que aprender y memorizar bastantes cosas si quería terminar la escuela.
Desde chico siempre le gustó todo lo que el mundo tenía para ofrecer, explorar pronto se convirtió en una de sus pasiones y para cuando tenía 10 años se decidió a estudiar Arqueología con el fin de dedicar toda su vida a la exploración y el descubrimiento de nuevas cosas, cabe decir que una pasión así no se encuentra fácilmente entre los niños de hoy en día, aunque no es imposible por supuesto, aun así, Dan siempre fue bastante decisivo pero no impulsivo, hay que tenerlo claro, aunque le gustaba llevar a cabo sus elecciones cuando se decidía por algo, aún se tomaba el tiempo de pensar en los pros y contras de cada acción, y con base en su propio juicio ponía en práctica su decisión o simplemente la desechaba.
Actualmente, habían pasado 4 años desde que terminó su carrera y aunque encontró un trabajo más o menos decente al terminar la universidad, solo se quedó por 3 años en él, este consistía en dar mantenimiento a las exposiciones de un museo y ocasionalmente dar algunas sugerencias para las exhibiciones. Aunque no le disgustaba el lugar o el ambiente ahí, con el tiempo recordó su objetivo inicial y el por qué estudió esa carrera, le encantaba la exploración y el hacer descubrimientos sorprendentes de la antigüedad. Una vez que se dio cuenta de esto no esperó más y presentó su renuncia.
Afortunadamente, había guardado bastantes ahorros en estos 3 años por lo que no tuvo problemas al principio, entonces comenzó a investigar por Internet ubicaciones donde el humano no tenga nada o casi ninguna intervención, también se informó sobre lugares históricos, ya sean famosos o muy pocos conocidos, leyó sobre todos ellos mientras analizaba la información y buscaba posibles destinos para explorar, aun así, le costó bastante encontrar un buen lugar por lo que decidió llamar a su amigo y pedir recomendaciones, su amigo ya tenía bastante experiencia en la exploración, ya que empezó a hacerlo inmediatamente después de terminar la carrera por lo que le mencionó algunas de sus ideas a Dan con la esperanza de que alguna le sirviera o le diera una dirección sobre la cual trabajar y empezar su exploración.
Fue así como se decidió ir al Congo, pues además de poseer selvas tropicales, que son lugares bastante aptos para la exploración y supervivencia en un entorno salvaje, también se encuentra en el continente de donde se cree salió el primer humano y por consiguiente, toda la civilización, por lo que Dan pensó que sería un lugar con algunas oportunidades si tenía suerte con su exploración.
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"¡Está decidido, me iré al Congo! Puede que incluso pueda hacer un gran descubrimiento en algún área remota de ese lugar"
Inmediatamente después de decidir su destino, Dan pensó en su elección. 'Debo decir que la idea que me dio mi amigo es realmente buena, aunque no me dijo que fuera al Congo directamente, realmente me ayudó con su idea de buscar en algún área central de África o territorios cercanos al centro del continente'
Después de organizar todo su equipaje junto con artículos de exploración y por supuesto, un repelente de mosquitos, Dan abordó un avión rumbo a África para comenzar una exploración dentro de las selvas del Congo.
Luego de horas y horas de viaje, finalmente llegó a una selva que según había investigado y leído por ahí, tenía casi 0 intervención humana, lo que la hace muy apta para la exploración y mucho más si es con la intención de buscar registros de la antigüedad o algo con valor histórico de la era prehistórica.
Al principio le costó bastante, ya que aunque había estudiado para esto toda su vida universitaria, conocer la teoría y ponerla en práctica no es tan fácil como parece y es por eso mismo que Dan sufrió un poco al principio, pero poco a poco su emoción se hizo cargo de él, logrando adaptarse rápidamente a la situación poniendo en práctica todos sus conocimientos adquiridos a lo largo de los años.
No en vano estudió tanto e investigó en innumerables libros desde niño.
Y así pasaron días y días, con Dan usando su libreta y pluma para registrar todas sus observaciones o descubrimientos dentro de la selva, nada se escapó de su visión, anotando todo lo que veía con un entusiasmo aterrador, si uno no tuviera en cuenta el sombrero gracioso junto con el chaleco y el pantalón que compró accidentalmente por Internet pensando que era equipo profesional cuando se estaba preparando para su viaje, daría la sensación de alguien profundamente involucrado en su área de especialización con vasta experiencia en el campo.
Un día, cuando Dan estaba en cuclillas cerca de un árbol estudiando su corteza, el cielo se empezó a nublar dando señales de que se acercaba una tormenta, y no era una pequeña en eso, Dan instantáneamente se asustó, ya que no tenía el equipo suficiente para afrontar una tormenta de esa magnitud y si se quedaba a la intemperie como estaba actualmente, realmente no tendría un buen final.
En consecuencia a la situación, Dan empezó a correr a las montañas cercanas con la esperanza de encontrar refugio en alguna cueva o debajo de algunas rocas por ahí, no le quedaba mucho tiempo por lo que simplemente siguió corriendo sin un rumbo fijo.
Cuando estaba a punto de quedarse sin energía, de repente chocó con unos arbustos en el camino cerca de la pared de una montaña, inmediatamente después sintió que había un agujero detrás de los arbustos por lo que se inclinó más hasta llegar al fondo, acto seguido quedó maravillado ante la vista frente a él, ya que se encontraba lo que más necesitaba en este momento, una cueva.
Sin pensarlo ni un segundo más, entró en la cueva para refugiarse de la tormenta que está por venir y justo cuando entró empezaron a caer pequeñas gotas de lluvia que poco a poco fueron creciendo tanto en número como en tamaño hasta convertirse en una lluvia torrencial que azotaba la tierra con la furia de un ciclón.
Ya que estaba dentro de la cueva, Dan se decidió a explorar en su totalidad por lo que pronto encendió una linterna que traía consigo para la exploración y justo después de encender la luz se arrodilló con lágrimas saliendo de sus ojos, bueno, no fue tan exagerado, pero si estaba extremadamente emocionado porque lo primero que entró en su vista al momento de iluminar la pared fue lo que parecían ser pinturas rupestres, ya sabes, esos dibujos que dejaron los humanos prehistóricos en las paredes de algunas cuevas y que lograron seguir hasta el día de hoy.
Inmediatamente se dispuso a examinarlos más de cerca para estar seguro de que su vista no lo estaba engañando con algunos dibujos falsos en la pared, y después de innumerables pruebas confirmó que eran pinturas rupestres reales, realmente había cumplido su sueño de la infancia en su primera exploración en el campo.
Después de haberse recuperado un poco de su estado de extrema felicidad, inmediatamente recobró el sentido y comenzó a documentar todo lo que veía junto con el proceso para llegar al lugar con los vestigios prehistóricos, luego comenzó a tomar muchas fotos con gran detalle de toda la pintura y los alrededores.
Una vez que terminó de grabar y fotografiar la pared al contenido de su corazón, Dan pensó que, ya que pudo encontrar una pintura rupestre en esta cueva, no sería alocado pensar que probablemente estuvo habitada hace miles o millones de años, lo que significa que había una gran posibilidad de que hubiera más cosas en su interior o enterradas por el lugar, y una vez que el pensamiento echó raíces en su mente, ya no se lo pudo quitar de encima, Dan tenía que investigar esta cueva a profundidad, tenía que hacerlo.
Acto seguido comenzó a tocar toda la cueva, las paredes, el techo, cualquier grieta o esquina, nada se salvó, incluso el suelo bajo sus pies fue inspeccionado minuciosamente en busca de restos pertenecientes a los humanos prehistóricos, en un momento dado creyó haber encontrado algo en la pared por lo que procedió a retroceder para observar mejor, pero de repente sintió una sensación de ingravidez en su pie cuando daba un paso hacia atrás, esto causó que perdiera el equilibrio haciéndolo caer de espaldas cuando un intenso vértigo lo invadió desorientándolo por completo.
De repente se dio cuenta que estaba cayendo por un agujero en el suelo, pero no era un agujero normal, sino que era extremadamente profundo, tanto que solo veía oscuridad frente a él y nada más, no sabía que tan ancho era el agujero ni que tan profundo llegaba, solo sabía que ya llevaba aproximadamente unos 10 segundos cayendo y aún no veía el final de todo esto, justo cuando ese pensamiento pasó por su mente se dio cuenta que el agujero en el que se encontraba en caída libre comenzó a llenarse de niebla blanca, no sabía qué era pero tampoco estaba dispuesto a averiguarlo con su propio cuerpo por lo que instintivamente contuvo la respiración, pero la niebla era extraña, claramente no la estaba respirando pero aun así sentía que entraba en su cuerpo, cuando se dio cuenta de la situación su mente comenzó a comportarse de manera inestable y su conciencia daba señales de no aguantar por mucho tiempo.
'¿Qué está pasando? ¿Este será mi fin?'
Eso fue lo último en lo que pudo pensar antes de perder la conciencia, aun así, antes de que cerrara completamente los ojos, pudo ver débilmente algo que desafiaba el sentido común, parecía como si el espacio mismo estuviera siendo distorsionado, se doblaba de maneras impredecibles y se podían ver débilmente ondulaciones en el espacio cubriendo todo el lugar, no cabe duda de que parecía extremadamente peligroso y no era algo con lo que un joven aventurero, por más apasionado que fuera, estuviera dispuesto a entrar en contacto, desafortunadamente, Dan no tenía elección, momentos después, todo en su visión se oscureció completamente.