Y así, llegó el domingo de resurrección y por más que los turistas y cuadrillas completas de cazadores invocaron a la Condesa, ésta nunca apareció, ni el Conde, tal vez porque para que apareciera el Conde tendría que aparecer primero la Condesa; Soledad siguió al pendiente de las muchachas por medio de las puertas mágicas, mientras se divertía ampliamente con las ocurrencias de René, que tenía una manera de platicar sus inventadas aventuras que las mantenía atentas, aunque sabían que tan solo el 10% eran ciertas.
Lo del amor secreto que sentía Soledad por el conde Juan de Malibrán y Bosques, como había decidido llamarlo de acuerdo al nombre que se le daba en una de las versiones de la leyenda de la condesa de Malibrán, porque para ella no era propio que el fantasma del que estaba enamorada y del cual ahora tenía una nueva misión en la vida, no tuviera un nombre propio, por lo menos hasta que lo rescatara de la maldición de odio y rencor en la que estaba atrapado, entonces lo llamaría así; Juanito, hasta que le pudiera decir: Mi amor, o mi vida, porque mientras más hablaba con Romaia sobre el tema, más se convencía de que para el amor nada es imposible, mucho menos para una hechicera milenaria, enamorada como ella.
Romaia trató de convencerla más de una vez de que la llevara a través de una puerta mágica a conocer a Nathan, pero si lo hacía; Romaia pondría en peligro su esencia humana, empezando una transformación irreversible que no todas las que fueron entrenadas como ella, para proteger a la humanidad de los demonios que se escapaban del más allá, habían sobrevivido y las que lo habían logrado, la mayoría se convertían en otro problema, más que en otra solución, porque para soportar la tristeza que soportaba Soledad de ver partir a sus seres queridos, y no poderse enamorar de un hombre como lo podía hacer cualquier mujer, se necesitaba una alma milenaria llena de bondad y luminosidad, despojada de todo egoísmo y ambición, además de sabiduría, alma de la cual Romaia podría ser portadora, pero para poder hacer eso con la chica; Soledad tendría que recibir una indicación, para poder someterla a infinidad de cosas en un entrenamiento que podría durar por siglos, además nunca jamás nadie entrenaría a una de las guardianas de la humanidad en el cuerpo de una mujer tan joven, porque siempre era mejor dejar a una señorita tan especial vivir su vida de manera normal, y que su alma siguiera obteniendo sabiduría, gracias a las experiencias propias del cuerpo que le tocaba habitar.
- ¡Si puedo Romaia! Pero de lo primero que te tendrías que olvidar seria de tu novio, y empezar a enamorarte de un fantasma como lo hice yo, porque desde el primer segundo que cruces al otro plano, mis jefes detectarán tu presencia y se darán cuenta que no lo hice en una situación de extremo peligro, entonces me exigirán que inicie el protocolo para convertirte en una de nosotros, porque eso solo lo hacemos las guardianas de la humanidad, cuando encontramos a alguien que nos pueda ayudar a reforzar nuestro gremio, y tú puedes ser una muy buena guardiana, pero eres muy joven como para empezar un entrenamiento que podría durar siglos, y no creo que seas tan egoísta como para ver a tu novio deteriorarse muy rápido, y verlo morir de viejo a los 40 o 50, mientras él te vea igual, además no solo es él, también veras morir a tus padres, bueno eso será normal, pero a tus amigas y a tu hermano, a tus hijos si es que los llegas a tener con Nathan o con quien sea, y te aseguro que eso es lo más terrible, el más horrible costo que tenemos que pagar por nuestra inmortalidad, por lo general, entrenamos a una nueva guardiana de la humanidad cuando ya es muy mayor, y todos sus seres queridos que permanecieron junto a ella se han ido, eso es uno de los requisitos, como yo, que antes de que comenzara mi entrenamiento envejecí siendo una esclava, vi como todos mis hermanos y mis amigos morían como esclavos, hasta que me quede sola en la vida, tan solo esperando a que la muerte se compadeciera de mí, entonces alguien consideró que yo podía ser una de las guardianas de la humanidad para cuidarlos y defenderlos y no morí de anciana, durante mi entrenamiento rejuvenecí hasta quedar como estoy ahora, al principio me sentí muy contenta y creí que podía volver a vivir mi vida como humana, pero no, claro que al principio todo eran ilusiones y felicidad, pero al ver que mi esposo envejecía y yo no, comenzó mi dolor, un dolor terrible que se volvió espantoso porque ya era madre de 3 hijos, hijos que tuve que ver irse, al igual que tuve que ver irse a mis hermanos y mis amigos, cuando todavía era una persona normal, pero esta vez sin la esperanza de algún día poder alcanzarlos, ahora dime si en realidad quieres eso, podemos empezar tu entrenamiento ahora mismo, pero si es lo que quieres, entonces no amas a tu novio como dices, ni a tu familia, ni a tus amigas y tarde o temprano te convertirías en un ente diabólico como la Condesa, al cual yo tendría que conbatir; ¿Eso quieres? –le dice Soledad, sentenciosa.
- ¡No gracias Soledad! Ya con todo eso que me has contado de ti, prefiero esperarme a ser una viejita para convertirme en alguien como tú; ¡Pero vienes por mí y que no se te vaya a olvidar! –le dice Romaia.
-Aun así, sería mejor que tu alma siguiera recurriendo en distintas vidas, yo si pudiera cambiar mi inmortalidad por la recurrencia de mi alma lo haría encantada, ya cuando sepas la diferencia, entonces entenderás que es mucho mejor ser una chica mortal como tú, que una bruja inmortal como yo.
- ¡Nunca nadie jamás me había dicho nada de eso! ¿Ahora resulta que las brujas son las guardianas de la humanidad? –dice Romaia.
-No todas Romaita, 9 de cada diez se vuelven malvadas y asolan a los humanos, convirtiéndose en nuestras enemigas mortales, por eso tenemos que escogerlas muy bien para no equivocarnos, porque si alguna de ellas nos destruye, desaparecemos para siempre del universo, y como nuestra alma no es recurrente como la tuya, simplemente nos extinguimos como una chispa en la oscuridad, sin la oportunidad que ustedes tienen de renacer en otro cuerpo, el alma de un humano, al morir permanece en su mismo entorno, interactuando con sus seres queridos, puede durar muchos años aliviando sus sufrimientos con oraciones o simplemente cuidando de ellos, pero tarde o temprano se resignan a su perdida y la olvidan.
-Y entonces es cuando su alma toma la opción de recurrir en otro cuerpo, la mayoría de las veces cercano a su entorno, tal vez en algún nieto o bisnieto, o simplemente en el cuerpo del hijo de algún vecino, pero en el preciso momento que entran en el cuerpo de un ser vivo que esta por gestarse, ya sea animal o humano, olvida todo lo que vivió y cuál era su personalidad en su vida y cuerpo anterior, pero mantiene su esencia y sus habilidades principales aprendidas en cada una de sus vidas anteriores, siendo así un alma orientada hacia la luz o hacia la oscuridad, como tú, que me enseñaste cosas del amor que yo, a pesar de mis más de 1000 años de edad, ni siquiera se me habían ocurrido y hasta me diste una idea para por lo menos, poder soñar con la posibilidad de realizar mi amor imposible con el Conde, perdón, con Juan de Malibrán; ¡Porque así se llama, eh! Volviendo al tema, porque tú, mi querida Romaia, portas un alma muy antigua y llena de sabiduría, que se ha ido forjando a través de muchas vidas, por eso te digo que es mucho mejor ser una mortal como tú y todas tus amigas, que como yo y una que otra guardiana que conozco.
Romaia escuchó sobrecogida las palabras de Soledad.
- ¡Mejor déjame pensarlo y yo te aviso dentro de 80 años mi decisión! Y cambiando de tema; ¿Será que la Condesa no vino en esta Luna llena porque el Conde la alcanzó y volvió a matarla, o porque ya la perdonó y van a vivir felices por siempre?
- ¡No cómo crees! Los 2 son inmortales y cómo actúan influenciados por una maldición, pues sus almas son inocentes, pero tienes razón, si Juan la perdona tal vez se rompa la maldición, puedan vivir felices por siempre y jamás volvamos a ver a ninguno de los dos, aunque la invoquen con todos los rituales y toda la música disco que exista. –le dice Soledad mirándola acusadoramente.
- ¡Ay perdóname Soledad! No era mi intención, se me olvidó completamente que tan enamorada estás del Conde, perdón, de Juan de Malibrán y Bosques.
-No te preocupes que yo sé que no lo hiciste con mala intención, pero si me dolió en el alma, pero está bien, aunque siento que lo amo con toda mi alma, me sentiría muy feliz de verlo muy feliz, aunque sea de la mano de la Condesa.
- ¡De ese tipo de amor es el que yo busco! Por eso me purga y me enerva sobremanera que los chavos de hoy sean tan facilones e infieles, porque yo, si estoy comprometida con alguien, pues siento que mi deber es respetarlo, serle fiel y alimentar el amor de pareja, si no funciona, pues simplemente dejar de intentarlo y continuar como amigos. –dice Romaia.
-Esos son los principios morales con los que naciste gracias al alma que portas, esa es la esencia de tu propio ser, tal vez porque así ha sido criada tu familia a través de muchas generaciones, porque cuando un alma recurre en las costumbres de una buena familia como la tuya, conserva esos principios morales de los que te hablo, los que te hacen ser así, pensar así y hablar así, principios que le dan el carácter a una persona desde el momento mismo de nacer, aunque algunas veces, si algo sale mal y un vínculo familiar queda destruido por pecados tales como la desconfianza y la infidelidad, una desgracia accidental o simplemente por la intromisión de un alma joven e inexperta, que provoca la alteración del bienestar moral de la familia, todos los sucesos y consecuencias de cada evento, pueden desviar un alma hacia el lado de la maldad, como tú que dices que te purga y te enerva la infidelidad y la traición, puede provocar en ti sentimientos de odio y rencor, como los que hicieron que el conde de Malibrán asesinara a su esposa, o lo mismo que ella hizo que se volviera una loca asesina, por la obsesión que tenia de tener un hijo, convirtiéndote así en un alma enemiga más, en una maldición más, en un problema más, de esos que tengo que solucionar.
Se escucharon 3 golpes en la puerta mágica.
¡Es Ana Lee, no creo que tenga ningún problema y me gustaría platicar con ella.
Dijo y la mulata se despidió, dejando a Romaia pensativa.
-Tal vez sea peor el pecado de los celos que el de la infidelidad misma, tal vez pero nada más de pensar en que Nathan me engañara con una gringa desabrida; ¡Me enerva y me purga al grado de que quisiera ser una de las guardianas de la humanidad, tan solo para poder cruzar ahora mismo por esa puerta mágica e ir a sacarle los ojos!
Dice levantándose para tratar de abrir la puerta mágica, empujándola con sus manos.
Érika también había sido castigada por hablar mucho con Gregory por larga distancia, aunque algunas veces las llamadas las hacia él con cargo a su cuenta telefónica, sus padres consideraron que eran muchas horas al día las que se la pasaba hablando por teléfono, aunque seguían escribiéndose, el correo ordinario seguía siendo la manera más lenta de comunicarse en esos días, aunque usaran el servicio urgente de entrega inmediata o de envío por avión, en el que tardaba 3 o 4 días en irse una carta, y regresar con la respuesta
Pamela y René, ya prácticamente eran novios, porque no había un solo día que no se la pasaran juntos o salieran, para ellos las horas pasaban muy rápido y el día de su partida a los Estados Unidos se acercaba.