Las 3 chicas traviesas se pasaron castigadas todo el resto del mes, yendo de la casa a la escuela y de la escuela a la casa, hasta que llegó el día 5 de Marzo y el empleado del correo le entregó la revista de su suscripción a doña Adelina a selecciones del readers digest, entre otras cosas y un sobre de carta de correo ordinario destinada a Romaia.
-¿Ya nos va a levantar el castigo doña Adelina? Mire que ya nos hemos portado bien y queremos ir al cine a ver la película de E. T. El extraterrestre. –dice Romaia.
-¡Y la de juegos diabólicos! -dice Érika.
-¡Esta bien pero se van a la función de las 5 para que lleguen a las 7 a más tardar, nada más ven una película hoy y la otra mañana, nada de juegos diabólicos, ni nada de terror, porque luego no se quieren dormir y andan inventando cosas! Y que sea en Plaza Mocambo que es la que les queda más cerca.
-Gracias doña Adelina, ya verá que vamos a llegar temprano.
-¡Tienes correo muchacha! -le dice doña Adelina entregándole la carta a Romaia.
-¿De quién o qué? –pregunta Romaia revisando el sobre para leer el remitente. -¿Nathan Verch? ¡Es el gringo Érika, me contestó el gringo!
Dice y las dos suben corriendo las escaleras ante la complaciente mirada de Adelina, que a todas las veía como a sus hijas.
Érika buscaba un abrecartas cuando Romaia ya estaba pellizcando el sobre por un costado para abrirlo y lo primero que sacó, fue la foto de Érika, la misma que le habían enviado.
-¿Qué raro? Nada más está tu fotografía. –dice Romaia.
-¡Hola chica de mis sueños!
-Te devuelvo la fotografía de tu amiga, le dices que es muy linda y me la saludas, ojala también me hubiera escrito ella en otra carta para conocer a la chica de mis sueños y a una amiga sincera al mismo tiempo, me dio mucho gusto recibir tu carta y me dispuse a contestarla en cuanto el cartero la aventó por el buzón, me pareces muy linda y especial y me gustaría conocerte completamente, yo no tengo cámara instantánea pero te envió una foto de hace poco más de 2 meses donde estoy con mis hermanos, celebrando mi cumpleaños número 19, espero que tú también sepas quien de los 4 soy yo para saber si yo también soy el hombre de tus sueños o tan solo un amigo sincero.
-Ya revisé en mi libro de atlas mundial que precisamente mis hermanos me regalaron ese día, la ubicación del puerto de Veracruz y me doy cuenta muy contento que no queda muy lejos, aumentando las posibilidades de que algún día pueda yo ir a verte.
Un abraso y espero me contestes pronto. Nathan Verch.
P.D. Espero yo también ser el hombre de tus sueños.
-¡Te la regresó, increíble pero te la regresó! Y me refiero a la trampa, no a la carta, pero; ¿Cómo demonios adivinó quién de las 2 eras tú?
Dice Érika mientras su amiga observaba en silencio la fotografía que Nathan le había enviado.
-¡Ya siento que lo odio! Pero ahorita mismo se la regreso. –dice Romaia. –Y me refiero a la carta y a la trampa.
-¡Hey espera! Tranquila, cuenta hasta 10 y cuéntaselo a quien más confianza le tengas, primero tenemos que saber quién de los 4 hermosos gringos que están aquí es él, así que por ahora me dejas en paz ese cuaderno y esa pluma, que tenemos que hacer la tarea si es que queremos ir al cine, porque ya sabes que doña Adelina no nos va a dejar salir si no la hacemos primero.
Y Romaia, tratando de no pensar mucho en el asunto, se dispuso a hacer la tarea de ese día, para poder salir a Plaza Mocambo y sin novedad se divirtieron viendo la película de: Juegos diabólicos y después de la cena, mientras miraban en la televisión de su cuarto un capítulo de la telenovela; Gabriel y Gabriela ; Romaia pensaba en la manera de regresarle la trampa al astuto Nathan que había adivinado quien era, y no solo adivinado, sino que lo aseguraba y mientras más miraba y miraba la fotografía que mostraba a 4 hermanos con distintas indumentarias, con un paisaje costero en el fondo, cortes de peinado diferentes y una cercana diferencia de edad, no lograba adivinar, y ni siquiera imaginar cuál de ellos era el tal Nathan.
Lástima amigo sincero, pero yo soy la otra, en esta carta te devolveré mi foto para que me devuelvas la de mi amiga, también a mí me da mucho gusto que hayas contestado mi carta, también te devolveré tu foto, a mí también me hubiera gustado que tú fueras el hombre de mis sueños pero no adivinaste, así que esa fue la señal divina que me indicó, que el hombre de mis sueños no puede estar tan lejos de mí, y en una situación tan imposible de conocer.
Igual Besitos de tu amiga más sincera y más lejana:
Romaia Montero Sobrevilla.
- ¿A ver que le escribiste? –le pregunta Érika arrebatándole el cuaderno. - ¿Cómo, así nada más, ya te vas a dar por vencida? La gran Romaia Montero Sobrevilla, la líder no elegida de las 3 mosquetebrias, las más terribles cazadoras de hombres infieles del siglo XX; ¡Para eso me gustabas!
-¡Pero es que no tengo ni idea de quién de los 4 sea él! Aunque me da igual porque los 4 son bien guapos.
-Mira chaparrita; ¡Ni a mí ni a mi mejor arpía! Digo, ni a mi mejor amiga nos va a ganar un méndigo gringo nerd como éste, y no le vas a contestar la carta hasta que no estemos 100% seguras de quien es el tipo, mañana mismo iniciamos la operación de averiguar la identidad del gringo. –dice Érika.
-¡Mañana mismo voy a averiguar en qué cuarto las voy a acomodar para separarlas si no se duermen! –dice Adelina desde la puerta. –¡Les digo que ustedes siempre inventando cosas.
Y así, terminó ese día para las 2 mosquetebrias, con la difícil misión de averiguar la identidad del gringo nerd.
-¡Vamos a empezar contigo Pamela! Necesito que leas esta carta que le enviaron a Pomaia y luego nos dirás de quien de los 4 gringos se trata.
Dice Érika, ya al otro día después de salir de la escuela.
-¿Mmmh? El primero se ve más chico aparte de que es el más bajito, el segundo me gusta más, pero aunque parece el mayor de todos, se me hace que solo es uno de esos tipos grandes, el tercero me parece que es un nerd porque trae un libro, pero el cuarto se me hace que es el más inteligente, además parece ser el mayor de los 4, yo voto porque el que te puso esta trampa fue el cuarto, o sea, el más guapo.
Dice Pamela y así, se fueron preguntándole a cada una de las otras compañeras de pensión, a las sirvientas y la mayoría votaron por el número 4 y por el más alto, el número 2, dejando en tercer lugar al nerd que portaba un libro y al número 1 al último, por ser el más joven.
-Pues tenemos 2 posibles candidatos. –dice Romaia, ya con las tijeras en la mano. -Aunque a mí el que más me gusta y me parece es el tercero, 19 cabezas piensan mejor que una, así que voy a cortar la foto para quedarme con el gringo de la derecha, y le enviaré la parte de la foto donde están sus otros hermanos.
-¡A ver, a ver, escuincla! Les digo que ustedes siempre inventando cosas; ¿A ver qué foto es y porque la quieres cortar?
Dice Adelina cuando entró a la terraza donde estaban las chicas, y ya cuando le explicaron la situación, acomodándose en una silla le echó un vistazo a la carta y a la foto.
-¿Mmmh? –dijo Adelina mirando la carta.
-¡Mmmh! –dijo ahora mirando la foto.
-¿Mmmh? –volvió a decir leyendo la carta por segunda vez.
-¡Mmmh! –volvió a decir volviendo a ver la foto.
-¡Ay ya, doña Adelina! –dice Pamela dándose cuenta de que las estaba haciendo repelar.
-Es el tercero, sin duda alguna.
Romaia lo aceptó gustosa ya que a ella era el que más le gustaba.
-Espera Roma, antes de que cortes la foto; ¿Por qué piensa usted que él es el chico que escribió la carta?
-Porque él es el único que trae un libro de mapas; ¿O que no se dieron cuenta que el libro que trae dice Atlas Mundial? Y eso fue lo que le regalaron sus hermanos en su cumpleaños, ahí lo dice en la carta.
-¡Yo lo sabía!
Dice Romaia ya cortando la foto, quedándose con la silueta del tercero de los chicos y poniendo los 2 pedazos que quedaban en el sobre con la contestación.
-¿Si nos va a dejar ir al cine doña Adelina? Sirve que aprovecho para ir al correo para mandar la carta.
Dice Romaia ya guardando sus cosas, preparándose para salir de aquella terraza donde las había encontrado doña Adelina.
-Pero llegan antes de la hora de la cena para que me entregues la llave de la Caribe, ya saben que el fin de semana no lo mueven, de paso me traen esto del súper de ahí mismo de Plaza Mocambo.
Adelina les dio una lista de mandado y algo de dinero para que le compraran algunas cosas, y Érika al ver que lo que le encargó contenía algo así como botanas, carnes e ingredientes como para preparar algunas bebidas y bebidas alcohólicas en sí, ansiosa le preguntó.
-¿Bacacho y tehuacanes, acaso nos va a premiar por portarnos bien todo el mes y vamos a tener fiesta de fin de semana?
-Si claro, como no las he dejado salir ni a ustedes, ni a ninguna de las demás, sé que ya les anda el gusanito y como no son las únicas mosquetebrias de mi pensión, así que prefiero ponerlas hasta la madre de borrachas aquí en mi casa, a que se me escapen al Perro Salado, como algunas me lo hicieron el año pasado, al rato les pongo en la mesa del comedor la lista de los muchachos que pueden invitar, ni uno más, porque no voy a aceptar invitados de invitados, también van a venir algunas de mis amigas con sus hijos e hijas, y se me van a cuidar, escuinclas babosas, porque si señoritas me las entregaron sus padres, señoritas se las voy a regresar. –les dice Adelina sentenciosa.
-¡Tenemos tocada en la pensión, Pomela!
Le dice Érika a Pamela en cuanto pudo marcarle del teléfono general de la pensión, y salieron contentas junto con otras de las compañeras pensionadas para irse al cine y hacer las tan ansiadas compras.