Mirar a la muerte a la cara,
susurrar tus últimas plegarias,
sonreír inocente, haber muerto sabiendo la verdad.
Un suspiro entrecortado y el día se convierte en noche. Un cielo sin estrellas.
Cerrar los ojos e imaginar tus esmeraldas brillantes.
Anhelar el oro de tus besos, el exquisito manjar de tus caricias.
Apolo ha muerto. Nyx baila sobre su pira funeraria.
Los cielos lloran, y sus lágrimas bañan los aterciopelados pétalos de las rosas que coronan la majestuosidad del sol.
Y en esta oscuridad infinita y absoluta, solo tu voz cantarina ilumina mi camino.