Pensamiento florecido.
Perjudicas tú,
fácilmente, la libertad de oro escurridizo.
El purgatorio que tan dolorosamente
ha perforado tu visión divergente.
Empolvando el entretenimiento de tus ojos viajeros,
plenamente empáticos.
Impulsar la convexa línea arriba
de la sangre que emana de tu traición.
De tu escoba a la cartulina, sí,
remolón curtir el de tu piel aperlada.