Josué – ¿Quién?
Ish –Juanjo
Josué – ¿era contra Juanjo? ¡No necesitaba ayuda! –exclama Josué; siendo fulminado por la mirada de Ish; quien al ver que Josué mantiene su postura y no se intimida, se encoje de hombros– entonces… no son celos –recapacita y termina burlándose
Andrés –una nueva faceta por descubrir
Joseph –a todos nos pasa –dicen, mientras Ish se sume en su silla
Pedro ríe un poco –no te habías descubierto celando a alguien –Ish, le responde con una mirada picara y risueña; llena de doble sentido. Lo que hace que él desvié su mirada, incomodo –Ok, bueno, voy a continuar trabajando; Astrid ya tendrás más tiempo de convivir e irnos conociendo
Ish –te acompaño, necesito saber sobre el asunto de la Sra. Guadarrama; Andrés…
Andrés –voy; provecho –Se van los tres de la cocina-
Joseph – ¿no falta Lucio?
Josué –no está, fue a hacer unos embargos, con Jorge y Dalia
Astrid – ¿también llevamos mercantiles?
Josué –llevamos la cartera vencida de un par de nuestros clientes; además de algunos asuntos mercantiles de solo clientes de confianza; pero también en materia laboral hacemos embargos
Hannah –los embargos se pueden hacer en todas las materias
Astrid –sí, pero normalmente lo relaciona uno con lo mercantil
Joseph –después de un par de años de litigar, no pensaras igual
Josué –Hannah, necesito revisar contigo unos de los expedientes
Hannah recogiendo su plato – vamos
Joseph – bueno, yo voy a alistar lo de mañana
Astrid se levanta y recoge su plato y vaso – yo igual
Joseph – ¿ya te enviaron a audiencias?
Astrid –no sola, estaré trabajando los expedientes con cada uno de ustedes; dijo Hannah que así podría decidir, quien será mi mentor
Joseph –creí que sería Ishtar
Astrid – al parecer… no es lo que planea ella.
Joseph – o más bien te está dejando la elección a ti, al final es lo que será mejor para ti –Astrid lo observa confundida- Ishtar es excelente abogada, te puede ayudar fácil a resolver un asunto o detectar el punto débil para atacar y ganar. Pero como mentora o maestra… es muy poco paciente, para enseñar… no se le da; no trabaja con otras mujeres, porque siempre ha dicho que entre ellas se miden, se retan banalmente, y la mayoría de las mujeres pierde el tiempo en duelos inútiles entre ellas. Eso le molesta y estresa a Ishtar
Astrid – ¿Qué ella no es vanidosa? O ¿no lo hace?
Joseph se encoje de hombros –siempre la he visto llevarse bien con las chicas, pero he visto a muchas que han intentado medirse, atacarla o simplemente les cae mal y la viborean, la tratan mal; o eso intentan. A ella nunca la he visto medirse o compararse con otra mujer, menos verse afectado por todo ello, solo las evade, o les responde y se aleja. Con eso ella demuestra su inteligencia y valor. Y a otras mujeres les molesta, pareciera muchas veces que ella no se da cuenta de eso.
Astrid sacando conclusiones dice –por eso con Sandro, busco demostrar su intelecto al desahogar esa audiencia… en vez de hacer una escena o drama
Joseph –si… además creo que ella no ha experimentado los celos. Siempre ha presumido de ello. Y creo que ahora que los está viviendo, no se había dado cuenta
Astrid – ¡Wow! La conoces bien
Joseph – sí, me gusta conocer bien a las personas que considero mis amigas. Además de que he estudiado algo de psicología. La conocí hace mucho, es una persona interesante. Desde que la vi entrar a la oficina del Administrador de Juzgados, para pedir trabajo y hacer su servicio en el juzgado penal. Es una mujer que llama la atención, ella era apenas una estudiante, y la firmeza, tranquilidad, vivacidad y energía que emanaba; era algo muy interesante, llamativo. Estuvo trabajando ahí por dos años aproximadamente; muchas chicas la viborean, luego me enteraba yo de los comentarios y que la pasaban criticándola; y ella parecía no darse cuenta, y si lo hacía las ignoraba. Pasaba y las saludaba con una gran sonrisa y seguía con la misma altivez que aún tiene; eso hacía que la odiaran más.
Astrid -¡Oh! Y Hannah…
Joseph – ¿Por qué trabaja con ella? Porque Hannah se dio la oportunidad de conocerla y ser su amiga, en vez de viborear; y… es algo similar, sabe quién es, lo que vale y no busca medirse o compararse con Ishtar, son diferentes en muchos sentidos y parecidas en otros; se llevan bien y cada una ha delimitado su área de trabajo, a fin de no chocar en criterios
Astrid – además que es la co-titular de la firma
Joseph –no tan así
Astrid – sigo sin entender por qué entonces lleva su nombre, pero la dirección es de Josué
Joseph – dicen que es porque ella es la imagen y renombre de poder; mientras él es el de la paciencia y cautela para manejar, dirigir y organizar a todos los colaboradores.
Astrid – ¿ella no puede hacer eso?
Joseph –sí, pero es muy mandona, controladora y poco tolerante. Siempre se han quejado de eso, todos los colaboradores.
Astrid –entonces él hace lo que ella no puede o no quiere; ¿y ella?
Joseph se encoje de hombros –no como tal; son, somos un equipo; ellos se complementan de esa manera, así iniciaron esto; y nos han integrado poco a poco a nosotros para trabajar juntos como equipo
Astrid – ¿Quién debería entonces ser mi mentor?
Joseph –cuando hayas trabajado con todos nosotros, tú lo sabrás; con quien mejor trabajes, que te ayude a alcanzar tus objetivos profesionales. Ahora ve a trabajar. –él se va a su oficina.