Entran al juzgado, se dirigen a la audiencia; en el camino se topan a abogados y gente, que la saluda, como si fuera política. Comienzan y la desahogan; Astrid, pone atención y se enfoca en aprender. Los del juzgado al igual que muchos abogados con los que se encuentra Ishtar, se sorprenden al ver el parecido entre ellas, y otro tanto al saberlas primas. Astrid sorprendida por ver de cerca el orgullo, avidez y soltura con que se desplaza Ishtar por los tribunales, entre los abogados y con los trabajadores de ahí; así como la actitud que ponen ante ella, las felicitaciones a Astrid por seguir los pasos de su prima, y los "¡en hora buena!" por haber cambiado de despacho y aprender de "la mejor abogada del estado". Entre el entusiasmo y la sorpresa, los múltiples sentimientos encontrados que comienzan a invadir a Astrid; se encuentra un poco noqueada o embriagada por tanto, que pierde noción cuando Ishtar la saca de sus ideas.
Ish -¡Astrid!
Astrid regresando – ¡eh! Sí, dime
Ish – te perdiste; vamos, ya casi terminamos, solo hay que ir a presentar tu demanda
Astrid – Ok, y…
Abogado – ¡Licenciada Ishtar!
Ish se frena, girando por completo para ver a la persona que le ha llamado; con una falsa y fingida sonrisa y una ceja alzada – ¿sí? Licenciado –lo saluda de mano, intentando recordar el nombre del abogado contrario de algún asunto – ¿en qué puedo ayudarte? – le pregunta incisiva al ver que observa libidinosamente a su prima
Abogado – ¡Valla! Tiene sangre nueva en su firma, porque ella no es un cliente –dice extendiéndole la mano a Astrid; mientras es fulminado con la mirada por Ishtar, y Astrid le reta con el gesto.
Ish, presenta a su prima quien extiende la mano para responder el saludo –te presento a la Licenciada Marshall
Astrid – Astrid Marshall, y ¿usted es?
Lic. – José Miguel, un gusto
Astrid le da una pequeña y corta sonrisa y suelta la mano; Ishtar le corta – llevamos prisa ¿en qué puedo ayudarte?
Lic. – Sobre el asunto 456/18-2 del cuarto juzgado
Ish con tono frio y seco dice – Licenciado, ¿quiénes son las partes? El evocar solo el número de expediente eso es demasiado frio para estar hablando de las personas, que son sus clientes.
Lic. – de la Sra. Guadarrama; supongo que el Lic. Rubalcaba ya le habrá contado
Ish – En realidad no, ese asunto le fue turnado a él; pero dígame, supongo que tiene alguna propuesta
Lic. saca un papel y se lo tiende a Ish – si, esta es la propuesta de mis clientes, es lo que quieren para terminar el asunto
Ish recibe el papel, lo lee y guarda; lanzando una pequeña carcajada de burla, fingiendo después pena por el escándalo – Le haré llegar esto a mi clienta, aunque dudo que lo acepte. –con un ademan, de la mano como señalándolo, así como evocando las cosas le dice– No sé en qué creen que fundan sus exigencias, pero como sea, ningún juez determinaría sentencia alguna, que valga esta cantidad.
Lic. – es la propuesta de ellos, están abiertos a la posibilidad de un trato, y aceptaran una contra propuesta
Ish –Bien, la contrapropuesta son veinte mil pesos
Lic. se ríe – Licenciada usted se burla –dice con tono ofendido
Ish con sonrisa torcida –no licenciado, es usted el que pretende burlarse de mí y mi clienta con su estratosférica propuesta. Esa es la cantidad que mi clienta ofrece por terminar este asunto, y cada mes que pase bajará mil pesos.
Lic. –adivinaré… ¿es lo que me dice le cobrará a ella por este asunto?
Ish levanta los hombros, y lanza una sonrisa fría y de lado; antes de darse la vuelta y continuar su caminata con Astrid –Buena tarde Lic.
Astrid, incrédula pregunta – ¿veinte mil?
Ish – es lo que le ahorraríamos a la señora por este tedioso juicio; del que ahora que recuerdo Pedro quería hablar el otro día
Astrid – ¿Rechazaste una propuesta sin saber cómo está el asunto?
Ish –la Sra. no quiere pagar a esas personas ni un centavo; sí hacemos un trato será algo que salga de los honorarios que le cobraremos a la Sra. Y será fuera de juicio. A demás, a menos que Pedro haya cometido un garrafal error irreparable, lo cual no creo que haya ocurrido, no hay de qué preocuparse.
Astrid – creí que siempre era mejor llegar a un convenio
Ish –siempre es lo mejor, pero cuando ya tienes experiencia aprendes a saber que asuntos, es mejor llegar a un mal convenio que un largo juicio; y que asuntos conviene litigarlos al final, pidiendo el todo por el todo
Pancho – ¡Ish!
Ish alza los ojos al cielo y voltea con una sonrisa – ¡Pancho! Hola
Pancho – ¿Qué tal?
Ish lo saluda de beso y abrazo – bien… ¿ustedes?
Pancho – Pues que te digo... como se puede estar en esta situación
Ish –ni que decirte… -Pancho voltea a ver a Astrid- ah, te presento a la Licenciada Astrid, el Licenciado Francisco
Pancho le sonríe y tiende la mano – ¿Qué tal?
Astrid sonríe y responde el saludo de mano –Hola, un gusto
Ish – ¿qué harán?
Pancho – investigar y buscar soluciones; sabes ¿dónde anda Sandro?
Ish –ni idea, no he hablado con él; se salió a sus audiencias. Solo dijo que no iría a la oficina
Pancho – está bien, le llamaré; te dejo preciosa –sonríe y se despide de beso de las dos- nos vemos
Astrid – ¿y él…?
Ish – es socio de TECNO-IUS
Astrid – ¡Oh!
Ish –vamos, porque sí nos siguen deteniendo, no llegaremos antes de que cierren
Caminan, llegan hasta la oficialía de partes de la Junta laboral, presentan la demanda, cuando van saliendo, se encuentran con Sandro
Ishtar al verlo, automáticamente se dibuja una sonrisa brillante en su rostro – ¡Hola!
Sandro, le responde con la misma vivacidad, aunque su semblante se vislumbra agotado y apesumbrado –Hola amor, ¿qué estás haciendo por aquí?
Ish con una sonrisa como niña coqueta y pequeña le dice –paseando, para no perder la costumbre. ¿Y tú? -Sandro hace una mueca señalando la agenda; ella hace una mueca- ah, te presento a mi prima, Astrid, Sandro
Astrid – ¿qué tal? Gusto conocerte
Sandro las observa –un gusto; se parecen un poco, pero no como todos alardean
Ish le sonríe – ehm, te andaba buscando Pancho
Sandro –sí, pero no me puedo ir, aún estoy esperando audiencias
Ish – Ok.
Sandro – ¿Ustedes?
Astrid – ya terminamos.
Levy llega corriendo y toma del brazo a Sandro – Sandro, ya vocearon la audiencia –Ish la observa fijamente, con una frialdad que la fulmina y la mayor de las seriedades
Sandro –ahora voy, ve haciéndome comparecer –ella asiente con la cabeza; lanzando una mirada desdeñosa a Ish y Astrid, antes de irse. Ish solo alza la ceja con arrogancia y una media sonrisa altiva- bueno, tengo audiencia, las dejó, te veo en la noche –dice a Ish dándole un beso en los labios
Ish le responde el beso con una sonrisa pícara – ¿vas a desahogar tu audiencia?
Sandro –sí, probablemente
Ish – ¿de qué es?
Sandro – demanda y excepciones ¿Por qué?
Ish –quiero que Astrid, presencie el desahogo de una audiencia –Sandro alza las cejas y esboza una pequeña sonrisa; con un ademán les indica que caminen, invitándolas –tiene mucho que no presencio una audiencia tuya; Astrid, ¿tú has desahogado audiencias laborales?
Astrid –no
Ish –Bueno, toma nota
Sandro – no es la gran cosa; pero te ayudará. Ella es muy exigente –le dice en complicidad a Astrid, haciendo que ella sonría y se relajé un poco- ¿Dónde se va a desahogar?
Levy voltea a verlo con una amplia sonrisa que se le borra al ver a Ish y Astrid –Aquí la Lic. …
Ish con arrogancia le pregunta – ¿es tu nueva pasante?
Sandro –sí, ella es Levy, acaba de entrar a trabajar con nosotros; te presento a las Licenciadas Marshall; Ishtar mi mujer y su prima
Ishtar le lanza una sonrisa triunfante – ¿Qué tal?
Levy nerviosa, le dirige una sonrisa obligada, ocultando su disgusto – un gusto conocerlas; ¿son abogadas también?
Astrid –Si, en ISHMAR –Levy se sorprende y luego frunce el ceño, formulándose mil cuestiones que no atreve a hacer y que Astrid no va a responder. – vengo a ver como desahogan la audiencia
Levy –oh, solo hay que prestar atención
Juanjo se acerca a saludar – ¡Licenciada! ¿Qué tal?
Ish responde el saludo con beso y abrazo fuerte – ¡licenciado! Hola, Bien y ¿tu? ¿Cómo te va?
Juanjo –bien, bien ¿vienes a supervisar a… tu hombre? –dice en tono burlón
Ish sonríe, sonrojada -¡calla hombre, calla! Para nada haría eso
Juanjo – ¡aja! Entonces viniste…
Ish –para fines educativos -Juanjo voltea a ver a las auxiliares y regresa la mirada a Ishtar con gesto interrogante –ella es Astrid, mi prima, es abogada y está aprendiendo; y ella es la nueva auxiliar de Sandro, Livy o Levy, creó que se llama.
Juanjo – Ok, te dejaré creer que no lo vienes a vigilar. –Sin dejar que ella proteste dice acercándose a Astrid – entonces tú eres prima de Ishtar
Astrid sonríe tímida –si
Ish – el licenciado Juanjo, experto en materia laboral; uno de los mejores…
Juanjo –no me halagues tanto
Ish riendo –no me dejaste terminar, uno de los mejores contrarios maestros que puedas tener; ah y que además es miembro de alguna famosa firma
Astrid – ¿Cómo?
Ish –él era mi contrario en varios asuntos, cuando inicie a litigar. Me obligo a: aprender o aprender; y gracias a él, llegue a TECNO-IUS
Juanjo – ¡para nada! No fue así
Astrid curiosa – ¿no? Entonces… ¿Cómo fue?