Lucio –De que nos acostamos, y a ella no le importa, le vale como sí no hubiese sucedido nada
Josué, mira perplejo a Lucio y luego a Ishtar – ¿ustedes…? Ishtar
Ish –Si, hace mucho, pero es un patán que me mando a volar de la peor manera, jugo conmigo, me engaño y abandono; jamás me dio una sola explicación; ahora después de un par de años, viene a querer remediar algo que para mí, ya está en el pasado y en el olvido –finge una carcajada. – ¡por favor!
Josué –Estamos aquí para trabajar Lucio, no para remediar viejas historias de amor. Tú, estas comprometido y ella vive con alguien. Ya déjalo y olvídalo; concéntrate en lo que estamos
Ishtar aun molesta, continua con su queja –Me viene aquí a querer sobajar, a inventar y lanzar a mi cara, que sí ya me acosté contigo –al escuchar esto Josué abre los ojos como platos y Lucio se siente y hace más pequeño, pegándose en la pared. – y dando a entender que lo mismo hice con otros…
Josué, se alza en forma amenazante, sobre Lucio. – ¡No chingues! ¡Qué te pasa Lucio! Esas faltas de respeto no pueden ser, menos en la oficina, lanzar mentiras y cosas de ese estilo, así como así, no están bien; yo los escuche y cualquier otro pudo haberlo hecho; ¿sabes en los problemas que puedes meter a más de una persona por ese tipo de tonterías y blasfemias? –le explica con calma pero furioso, apretando los puños como queriendo estrangularlo. –
Lucio –No… es que… pero… yo no… –Empieza a balbucear, tartamudear sin poder formar ni una sola oración. –
Josué –Mira veté de aquí; vete a tu oficina y luego hablamos. –Señalándole la puerta; conteniendo su ira; Lucio sin poder decir más ni defenderse, se va colorado del coraje y susto. – Ishtar –respira. –
Ish –Luego Josué, ve a calmarte y yo también –dice, esta vez con la voz que le empieza a quebrar. –
Josué – ¿Segura? –ella asiente con la cabeza, sin poder articular palabra; él la abraza como a una niña, provocando que termine por soltarse a llorar.
Después de un rato, se calma Ishtar –No me gusta que me vean llorar, ni ser débil
Josué –Te ves horrible jajaja Por eso estabas incomoda, cuando te dije que lo contrataría, ¿Por qué no me dijiste?
Ish –No sé, pensé que ya era pasado, algo irrelevante
Josué, suspira y niega con la cabeza. – no soy quien para meterme en tus relaciones, pero… ¿Lucio? Somos amigos ¿no? Pudiste haberme dicho antes de contratarlo
Ish –Tu lo dijiste, lo necesitamos; creí que como yo, él lo había dejado en el pasado, al final… fue él quien me cambio por otra –dice esto con una mueca amarga y de dolor. –
Josué, niega con la cabeza– Tengo una reunión; hablamos de esto luego ¿está bien?
Ish respira profundo y le responde –sí, no te preocupes. Solo se salió de control
Josué –lo hablamos y luego veremos… sí se queda
Ish –Lo que provoco la bofetada fue lo mismo que a ti te molesto.
Josué – ¿la idea de que tú y yo…?
Ish –si
Josué – Imbécil, se lo merecía entonces. Muy buen golpe –sonríe. – pero no te acostumbres
Ish ríe más a fuerza que de ganas, pero está más tranquila. Con una caricia en el hombro de Josué le dice que se vaya. Saliendo él del privado de Ish le dice – ¡lindas flores!
Ishtar voltea a ver su mesa, que tiene un enorme y hermoso arreglo floral de 24 rosas rojas, con una tarjetita en el que dice <