Llegan a casa; Conde y Duque corren hacia Ishtar a saludarla, efusivamente; entre babas, abrazos y encimársele el uno y el otro, alternadamente; haciéndole gran fiesta.
Ish – ¡Mis amores!, ¿me extrañaron? –Woof, woof- ¿Si? yo también los extrañe, –mucha baba de los perros. – también los amo, ¿Cómo se portaron? Vamos, ¿qué hacen? –camina hacia los niños que jugaban con la niñera. – Altaír, Etzel, ¿cómo están pequeños? –acercándose a los niños para darles beso y abrazarlos. –
Altaír –Bien, te extrañamos, ¿A dónde fuiste?
Etzel –Si, te fuiste por mucho tiempo
Ish – ¡Ay!, pequeños lo sé, pero tenía que ir a trabajar a Monterrey
Etzel – ¿¡Monterrey?!
Altaír – ¿Eso está muy lejos?
Ish –Si, algo…
Altaír – Mi papá te extrañaba mucho
Etzel – ¡Shhh! Dijo que no –diciéndole al oído a Altaír. –
Altaír – Nos la hemos pasado con André y Charlotte jugando; y Emily nos ha estado cuidando y también a Conde y Duque
Etzel – Si, los ha sacado a pasear
Altaír – sí, porque se pusieron a llorar el jueves que no llegaste
Ish -¡wow! –se acerca en ellos como en secreto les dice. – ¿y no la mordieron?
Etzel, imitando el susurro de secreto– No, primero le ladraron
Altaír – Pero se pusieron felices cuando los llevo a pasear, y luego le demostraron aprecio
Ish – ¡Oh! –los perros que habían estado ahí, escuchando sentados a cada lado de Ish, al oír esto y ante la mirada de Ishtar, Duque salió corriendo como si hullera, mientras Conde se terminó por echar a los pies de Ishtar sepultando su cabeza entre las piernas de los niños. –
Altaír – ¿mi papi está enojado?
Ish – ¿Por qué pequeña?
Altaír –Esta muy serio y se ha ido a dentro
Ish – umm… –Sin saber cómo responder esa pregunta, dirige su mirada hacia el ventanal de la sala donde estaba Sandro, sentado; con un gesto triste y cansado, regresa su mirada a los pequeños. – debe estar cansado
Etzel –o crudo
Altaír –Shhh –haciendo el ruido fuerte con su dedo en los labios. –
Ish –Tal vez necesita descansar, o un poco de besos de sus pequeños
Etzel – ¿y sí está de mal humor y se enoja?
Altaír – ¿Por qué estaría de mal humor? Ish está aquí –señalándola. –
Emily –Dejen que descanse un rato su papá y mejor en un rato van a buscarlo, porque no siguen corriendo
Altaír –Está bien –ríe y se va, seguida por Etzel. –
Ish –Gracias, ¿Emily?
Emily –Emilia, pero me dicen Emi o Emily, un gusto Sra. Ishtar
Ish –Un gusto, y mis cachorros ¿cómo se portaron?
Emily –muy bien, son un amor. Y muy bien educados
Ish, riendo– no les creas, este par de patanes solo se portan así cuando algo quieren ¿verdad par? –viendo a ambos perros que estaban ya parados junto a ellas esperando por alguna golosina o premio, mientras les mueven la cola de felicidad; Emily los observa y ríe, haciéndoles cariños en la cabeza. – Bueno te dejo a cargo, gracias
Emily – Si
Ish – ¡Andrés! ¿Qué tal?
Andrés –Hola, bien, gracias; ¿qué tal les fue?
Ish –en general… un éxito
Andrés – entonces tenemos mucho trabajó
Ish –Así es por eso estas a bordo. –Le sonríe. –
Andrés –Genial.
Ish – ¿estas cómodo? ¿Todo bien?
Andrés –Si, si… ¿Por qué?
Ish –Aquí en casa, en la firma…
Andrés –si
Ish –Solo curiosidad, cualquier cosa puedes contarme y confiar en mí.
Andrés –Claro, gracias Ish –le devuelve la cálida sonrisa y ella se va. –
Entra Ishtar a su habitación, ve la maleta junto a la puerta, la sube a la cama para desempacar; echando la ropa sucia al canasto y lo que recién compro al closet. Saca los recuerdos y los ordena en una bolsa junto a su bolso de mano, para repartirlos el día siguiente. Termina y se mete a dar un baño, cuando salé escucha a Sandro hablar con la niñera, le está pagando y pidiendo el número telefónico, para cuando la necesite. Cuando Ishtar baja, los niños ya se han dormido y Sandro está viendo televisión.