ISHMAR
En la cocina, Andrés prepara un té de limón para la cruda que carga Hannah.
Hannah – ¡hay! me siento terrible
Pedro –te dije que no bebieras tanto
Andrés –Eres testaruda.
Hannah –Por un momento olvide que era jueves
Pedro –lo bueno es que nos fuimos temprano, sino, no me imagino como estaríamos todos.
Andrés –al que le fue peor fue a Lucio; el que tomo menos, se embriago más, se fue temprano y trae una cara de cruda de una semana
-ríen-
Pedro –Por lo menos, no hay tantas audiencias, los clientes no nos verán en este estado.
Joseph entra a la cocina, apresurado.
Joseph –No te creas, dice Lola que esta una clienta en la sala de espera, que busca a Ishtar. Que es una vieja cliente de ella.
Hannah – ¿Ya le dijeron que no está?
Joseph –sí, pero insiste en que es urgente; quería hablar con su socio pero le dijeron que tampoco está, pero que sí es urgente la atendería cualquier otro abogado, no quiso decir de qué se trataba, así que no la puede canalizar con alguien específico.
Hannah –Vas Pedro, yo me siento del nabo.
Pedro – ¿Yo? –con cara de susto, que intenta controlar. – vamos Joseph.
Joseph – ¿Los dos?
Pedro –a ver, qué tan bueno eres con los clientes. –Se burla. –
Joseph –Vamos
Hannah –No, ve con Andrés, tu quédate aquí conmigo Joseph, necesito saber que paso en mi… la audiencia
Joseph –Ok
Pedro –Vamos Andrés
Salen de la cocina, donde se queda Hannah curándose la cruda y Joseph acompañándola. Pedro va hacia su oficina en compañía de Andrés; por el teléfono le dice a Lola que le envíe al cliente. La cual entra minutos después.
Pedro –Adelante
Sra.- Buenas tardes.
Pedro –Buenas tardes Sra. Guadarrama; soy el Lic. Pedro Rubalcaba y él
Andrés –Lic. Andrés de la Garza, para servirle
Pedro - La licenciada Marshall no se encuentra, en que podemos ayudarle
Sra. –La licenciada Ishtar hace tiempo me ayudo con una adquisición de una propiedad ejidal, que convertimos en privada; pero ahora llegaron los hijos del antiguo dueño que estaban fuera, y me están exigiendo la propiedad, me han demandado y me han amenazado y chantajeado con que si no la dejo me meterán a la cárcel, me harán la vida imposible y que si quiero de verdad la propiedad les tendré que pagar el triple de lo que acorde con el Sr.
Pedro – ¿Trae la demanda de la que habla?
Sra. –Si –le extiende los documentos. –
Pedro – ¿Cuándo se la entregaron?
Sra. –Antier se la entregaron a la Sra. que hace el aseo; yo no estaba y hasta ayer que la vi, me la entrego, pero no pude comunicarme con la Licenciada, por eso vine hoy. –Pedro observa la demanda, el calendario y luego a Andrés
Andrés – ¿Trae los documentos de su propiedad?
Sra. –sí, aquí están. Estoy muy preocupada por esta situación, yo ya no tengo para estar pagando tanto dinero, más cuando yo pague al Sr.; nada fue de mala fe. –Dice ahogando un sollozo. –
Andrés – ¿Le ofrezco un vaso con agua, o un té?
Sra. –Agua está bien, gracias
…
Mientras ellos atienden a la Sra.; Hannah habla con Joseph
Joseph –No inventes te excediste anoche
Hannah –Ya, ya no me regañes.
Joseph – ¿Qué te pasó?
Hannah –muchas cosas, fue el tarado con el que salía, me dijo que soy muy posesiva.
Joseph –que idiota, y ¿qué esperaba?
Hannah –Sabes que no soy así. Y luego Andrés –en susurro le dice su nombre y lo que sigue. – me gusta el tipo, pero ¡bi!... no sé, se portó súper lindo anoche
Joseph le mueve la cabeza –No te metas ahí
Hannah – ¡Es que no! Y luego Adriana, ¿la recuerdas?
Joseph –Si
Hannah – ¡Ah! –en un berrinche. – me desespera, es que es tan; me molesto la forma tan cizañosa en que pregunto sí se había ido Ish y Jos, juntos, solos; ¿lo notaste?
Joseph –No le di importancia, ¿pero eso a ti qué?
Hannah – ¿Cómo que a mí qué? Somos amigas a demás si eso le hace a su amiga de toda la vida, que me espero yo –más desesperada. –
Joseph – No es correcto, pero muchas mujeres así son.
Hannah –No todas he, no todas. Luego otros comentarios y como se le quedo viendo a Andy, cuando llegamos y la mirada fulminante cuando me saco a bailar; ni parece mi amiga
Joseph – ¿No estas imaginando cosas?
Hannah –No, ya lo había notado, pero creí que lo imaginaba, pero ayer la observe bien y no, te juro que no estoy alucinando.
Joseph – ¿y qué harás?
Hannah –Es que… es amiga, pero es molesto que supuestamente siendo mi amiga se comporte así
Joseph –Tranquilízate, ¿Por qué no hablas con ella? Cítala en un café y ve directo al punto
Hannah –sí, lo pensaré
Entra Andrés – ¿qué pensaras?
Hannah –muchas cosas guapura, muchas cosas –se levanta y se va con su te en mano. –
Joseph –A mí no me cuestiones –toma un jugo del refrigerador y se va. –
Andrés toma el vaso con agua y regresa a la oficina de Pedro con la Sra.