PLAZA COMERCIAL
Josué –Es demasiado petulante y engreído
Ish –Bastante –haciendo una mueca de desagrado. – un cretino
Josué –Pero te ha hecho una propuesta.
Ish –Si, bastante creído y arrogante para hacerlo
Josué – ¿de cuánto es? –Ish no responde, solo le tiende el sobre, para que él vea por sí mismo. – ¡Wow! No está nada mal
Ish –Si, pero estar bajo las ordenes de él, –niega con la cabeza. – no gracias; me gusta ser mi propia jefa
Josué –No tiene vigencia –ella solo se encoge de hombros. –
Ish lo toma del brazo y le dice –Vamos primero por mi vestido
Josué – ¿Por qué?
Ish –Lo tuyo es más rápido –sonriendo. –
Josué – ¿necesitas que te acompañe?
Ish –Necesito tu opinión –ríe. – y tú la mía –resignado acepta. –
Después de pasear por la plaza buscando tiendas con vestidos de noche, encuentran una boutique, donde Ishtar la recorre con la vista intentando localizar algo que llame su atención
Josué –El negro siempre es lo más elegante y simple
Ish –Si, pero no quiero negro –sigue observando. –
Josué, observa el rededor, resignado y algo hastiado pregunta– ¿entonces?
Ish señala varios vestidos, rechazándolos apenas al verlos –Rojo sería muy presuntuoso y crearía malos entendidos, aunque sería perfecto. Un azul, color vino, blanco tal vez… no sé, cuando vea algo que me guste lo sabré
Josué – Bien, aquí viene alguien, pregunta
Después de ver varios vestidos elije unos para probárselos, termina saliendo a mostrarle solo dos a Josué que desesperado da vueltas por la sala de los probadores.
Ishtar – ¿Qué te parece este?
Josué sin poder evitar la sorpresa del cambio que tiene Ishtar, se recompone para reaccionar y decir
-Te queda bien pero… no crees que es demasiado…
Ish – ¿Alegre?
Josué – Presuntuoso
Ish –Es el chiste; espera a ver el otro
Entra al probador y cambia de nuevo, sale con otro vestido igual de despampanante y llamativo, pero en tonos más sobrios; Josué queda de nuevo embobado con el vestido en tonos desvanecidos del blanco al gris claro, al gris más oscuro; con pequeños detalles en cristales.
Josué, raspándose la garganta– Ese me parece más apropiado; aunque no deja de ser demasiado llamativo y presuntuoso. –Sonriendo. –
Ish –Excelente, me llevo los dos
Josué hace ojos de huevo, desesperado, exhala aire. Se dirige a la dependiente que estaba ahí esperando la decisión de Ishtar, le informa que se llevan esos dos y pregunta por donde están las camisas de caballero y corbatas; la Srita le indica y se va. Sale Ishtar y pregunta por las zapatillas plateadas o grises al tono del segundo vestido; le entrega las prendas y va a buscar los zapatos que le acompañaran. Después de elegir va a ver a Josué que esta entre dos camisas de seda blancas con hilos plata en distinta textura.
Ish –llévate la rayada; la otra te haría ver gordo.
Josué observando las camisas, hace un gesto pensando en lo que dice Ish, deja la cuadrada y se lleva la rayada.
Josué –Si, verdad. ¿Y corbata? –mostrándole un par de grises con hilos plateados en distintos diseños; Ish señala la que va con la camisa. –
Ish – ¿No crees que deberías usar esmoquin?
Josué –sí. Ya lo rente, pero la corbata es para después. –Sonriendo, por la burla a lo que había dicho rato antes ella. –
Ish, ríe– ok.
Se acerca la dependiente y le entrega Josué las prendas, con un par de calcetines negros, y un moño para el esmoquin. Se acercan a la caja.
Dependienta – ¿Pago con tarjeta o en efectivo?
Ish –cuenta separada con tarjeta
Dependienta -¿separada?
Josué –sí. La equidad de género incluye que cada quien pague lo suyo –dice burlándose, al notar que la chica cree que ellos son pareja e Ish igual. –
Ish exclama –con eso se excusan ahora; ya no quieren complacernos –en queja exagerada, resistiendo las ganas de reír. –
Josué –Pides mucho y muy caro
Ish –El que quiere azul celeste, que le cueste –entrega su tarjeta; la dependiente sorprendida solo observa y se calla. –
Josué siguiendo el juego dice – que va a decir la chica ¿que soy un patán? –Ish le hace una mueca a ella y la chica ríe. –
Ish le dice fingiendo confidencia, mientras toma a Josué del brazo – No le hagas caso, esta loquito; pero es buena persona.
Josué, en tono serio le pregunta a Ish, enseñándole la tarjeta de la empresa –Esto no entra como gastos para facturar o ¿sí?
Ish –No, sino te habría dicho que pagaras con la de la empresa
Josué –ni hablar –guarda y saca su tarjeta personal. – vamos a dejar esto y nos da tiempo de conocer la ciudad
Dependiente –podemos enviarles las cosas a su hotel
Ish – ¿tiene cargo extra?
Dependiente –si, en el hotel que están… seria el mínimo
Ish –está bien, habitaciones 103 y 104, cárgalo a esta –sacando la de la empresa. – eso si le toca a la empresa.
Josué le dice en confidencia a Ishtar –Toda la cuenta deberíamos cargarla a tu cliente Daniel. –Ish ríe. –
Dependiente –Listo, ¿les puedo ayudar en algo más?
Josué – ¿A qué hora llegan nuestras cosas?
Dependiente –en menos de dos horas.
Josué – ¿y el esmoquin debo traerlo a entregar mañana?
Dependiente –No, agregue el cargo para que lo recojan mañana en su hotel, al medio día. Puede dejarlo en recepción
Josué –Muy lista, gracias, preciosa –se sonroja la chica, luego voltea a ver a Ish con pena y cierto miedo, pero se sorprende, al ver que ríe. –
Ish se cuelga del brazo de Josué, y con tono meloso, jugando con la dependienta, dice –Bueno, gracias por todo. Vamos, hay que recorrer la ciudad.
Josué, responde con el mismo juego –Tu mandas, eres la jefa –ella pone los ojos en blanco y luego sonríe orgullosa; salen de la tienda; riendo por la cara de la dependiente, que creyó eran pareja, y a la vez no entendió el juego. –