DESPACHO ISHMAR
Está sentada meditando Ishtar en su privado, con la mirada perdida en la pared. Cuando entra Josué tras tocar la puerta.
Josué –Ishtar, te traigo noticias
Ishtar, perdida en sus pensamientos, se sobre salta al escucharlo hablar mientras se sentaba frente a ella– ¿Qué?
Josué – ¿Todo bien?
Ishtar –Si, solo meditaba
Josué –Espero que de trabajo –alzando las cejas. –
Ishtar, hace una mueca y un gesto con la mano como para dispersar en el aire sus pensamientos, pérfidos – ¿Qué noticias?
Josué niega con la cabeza, para luego tenderle un folder. – Espero que vaya todo bien con Sandro, pero como sea sabes que estoy para ti, somos amigos.
Ishtar, revisando los documentos del folder– todo está bien con él. Solo pensaba en la sentencia, en lo que pasaría si sale en contra.
Josué –No pasara. ¿No confías en las capacidades legales del equipo, las tuyas?
Ishtar, levanta la mirada de los papeles, suelta un suspiro– sí, pero los criterios… –Negando con la cabeza– no quiero seguir ocultando la relación, es agotador –regresando a los documentos. –
Josué –Tú lo decidiste así, sabes que no era necesario; podemos afrontar el juicio con su relación pública y aun así ganar.
Ishtar, se encoje de hombros; para luego saltar de su asiento, sorprendida– ¿Todas las filiales de la región? ¿Cuántos trabajadores son? –con sobresalto. –
Josué – Si, siete filiales; aproximadamente 350 mil en la región centro, ¿ya viste el monto mensual?
Ishtar – ¿Has revisado clausula por clausula?
Josué – Sí. Atrás viene el acuerdo de confidencialidad y el monto por reparación de daños en caso de incumplimiento.
Ishtar, lo revisa directamente y abre los ojos como platos– ¡wow!
Josué – Estaremos a prueba por tres meses; ese es el contrato que debemos firmar en caso de aceptar y que ellos estén conformes.
Ishtar – ¿Por cuánto tiempo?
Josué – cinco años.
Ishtar – ¿aumento?
Josué –Un cinco por ciento anual. Revísalo, lo hablamos al rato. –Se levanta para irse– Habla con Sandro, no es un crimen que esté en una relación.
Estando por replicar Ishtar, entra Pedro. –Traigo noticias que te agradarán.
Ishtar – ¿Cuáles?
Josué – hola
Pedro –Disculpa, pero… pasado mañana se hará lectura de la sentencia incidental, de guardia y custodia definitiva de los hijos de Sandro.
Josué –No tendrás que esperar tanto. –Dice antes de salir. –
Pedro – A las 12 del día, ¿le avisas o quieres que lo haga yo?
Ishtar –Yo le informo. Gracias.
Pedro –Bien. –Se va. –
Revisa el contrato del GRUPO MERT MÉXICO que le ha dejado Josué, hace anotaciones en post its. Continúa con el trabajo que tenía pendiente. Cuando entra una llamada en su celular, contesta sin dejar de trabajar.
Ish – ¿Diga?
Adriana – ¡Amiga! ¿Cómo estás? –La voz alegre. –
Ish –Hola bien y ¿tu?
Adriana –Bien, ¿vamos a comer? –en suplica. –
Ish – ¿Hoy?
Adriana –Si –silencio unos minutos. – anda, te espero en hora y media; en el lugar de siempre
Ish – Está bien, Ahí te veo. Bye
Adriana – Nos vemos –cuelga. –
Sale Ishtar de la oficina, para ir directo a la de Josué, quien salió a una audiencia. Revisa a los auxiliares y colegas. Da algunas órdenes, los apoya con dudas; regresa a su oficina, para llamar a Sandro.
Sandro –Hola –contesta una voz varonil demasiado sensual. –
Ishtar – Hola amor –con una amplia sonrisa. –
Sandro – ¿Qué tal tu día?
Ishtar – Ocupado –mientras gira en su silla, sintiéndose una colegiala– y ¿el tuyo?
Sandro – Igual… ¿Alguna noticia?
Ishtar – Ya hay fecha para la lectura de sentencia… –Silencio, conteniendo el aire Sandro, espera continúe Ishtar– es pasado mañana a las doce del día
Sandro, exhala fuerte– Muy bien
Ishtar dice suavemente – No necesitas ir… si no quieres
Sandro – Prefiero estar ahí
Ishtar – Bien
Sandro – ¿Irás conmigo?
Ishtar, hace una pausa y luego responde – sí tú quieres que esté ahí
Sandro – si
Ishtar – Bueno, ¡anotado!, nos vemos para la cena
Sandro –Está bien, besos
Ishtar – Besos, bye –cuelga. –
Sigue trabajando; cuando está por salir, entra una llamada del Ingeniero Vega, personalmente.
Ishtar –Diga
Vega –Licenciada, tenemos un problema
Ishtar – ¿Qué ocurre?
Vega –Marco murió y su esposa se niega a respetar el acuerdo en que habíamos quedado.
Ishtar – ¿Cuándo fue eso?
Vega –Hace cuatro días
Ishtar, suspira, molesta, conteniendo el cólera– ¡¿cuatro días?! ¿Qué pasó?
Vega – Creí que iba a seguir todo como antes, le ofrecí apoyo para los gastos funerarios, lo acepto, pero a Jarrett le dijo que esto no era suficiente, que debía haber más; que la constructora es responsable y que le debemos pagar más.
Ishtar –Alguien habló con ella, sobre esto. Algo la hizo cambiar de opinión, ¿Quién le pudo haber dicho sobre la situación real o alguna otra cuestión?
Vega – Dudo que alguien de adentro le haya comentado algo. No creo que sepa nada, pero suena a algún tipo de amenaza.
Ishtar – ¿Firmó algún documento cuando le entrego el dinero?
Vega –No.
Ishtar, colérica, intenta contenerse– Debió llamarme antes de entregar ese dinero, para que yo hiciera la gestión. Por ahora lo mejor será esperar.
Vega – ¿Esperar?
Ishtar –si, esperar; cualquier cosa que pretenda hacer la señora. Por el momento no hay más, no la busque, podría denunciarlo por cualquier cosa y empeoraría la situación. Aléjese completamente de ella, usted y su personal ¿Entendió?
Vega – Está bien.
Ishtar –Bien, cualquier cosa comuníquenoslo de inmediato.
Vega – De acuerdo.
Ishtar – Buen día –cuelga. –
Sale molesta, hacia el despacho de Josué.