…Aprender, acción que la fuimos
cumpliendo paso a paso,
acción que nos llevó a demostrar tanto amor
por una persona, que desbordaba
el brillo en nuestros ojos.
Siempre con paso firme y en conjunto
construimos castillos en el aire
para que nuestra luna tenga
simpre un hogar donde reposar y descansar.
Era un huracán el que paso por nuestros cuerpos,
esos que solo el torbellino matrimonial
se acuerda y sabe que unos meses después
las curvas mas preciosas volverían a aparecer.
Nuevos cambios se vieron reflejados
y esas decisiones casi nos hacen repensar,
¿A la distancia nuevamente la podremos manejar?
Ese retoño de una primavera boreal,
lo pude disfrutar por primera vez
a travez de pixeles de seis por seis.
Cicatrices del alma que nadie las puede ver...