Hospital materno de Rosemont
"¿Entonces qué hago? no me quieres dar dinero ni alimento, insisto ¿No soy tu hijo? Ni los animales dejarían morir a sus crías, pero aquí estas tu…"
"( ಠ_ಠ )"
[¡¡¡Este mocoso!!!] Donovan se quedó sin habla, hubiera considerado las palabras de Arlan pero este mismo se estaba burlando indiscriminadamente de él.
Al ver que la cara de su padre se ponía cada vez más negra el pequeño niño lo disfruto, total no le podían hacer nada ya que tenía un respaldo que incluso su padre temía.
"Debo de estar pagando las maldades de mi vida anterior, sí no ¿porque tendría un crio endemoniado como hijo?"
"¡Oh! entonces soy un demonio a tus ojos… le voy a decir a mamá"
Arlan mostro una sonrisa que no llego a sus ojos, en ellos no se reflejaba ninguna ondulación de alguna emoción, era como un lago en calma.
Donovan hablo con Arlan mientras usaba sus palabras para engatusarlo.
"Little Arlan, estoy muy preocupado por tu madre, ni siquiera tengo ganas de comer, mas sin embargo tu que eres el hijo más amado ¿todavía tienes el descaro de tener hambre?, me decepcionas, debo decir que tu forma de actuar es poco filial y en consecuencia demuestra lo frio que está tu corazón"
Arlan entrecerró los ojos al escuchar el sermón de su padre.
Quien no conocía al presidente Donovan y sus tácticas de viejo zorro dentro del círculo, las palabras floridas entraron por una oreja de Arlan y salieron por la otra sin causar olas.
Si bien Arlan era el orgullo de Dónovan también era su némesis, era mucho peor que sus antiguos socios comerciales, que si bien a ellos con una simples oraciones podía cerrar un trato de miles de millones, en su hijo tenía que implementar mil y un estrategas con el fin de ganar la guerra, lo cual era absurdo ya que no recordaba un día que le allá ganado.
Arlan White era más zorro que él, tanto fue así que lo dejo sin palabras, pero Donovan jamás admitiría que perdió con un niño y mucho menos que ese niño era su hijo. De una forma muy tranquila he indiferente Arlan ataco.
"Permítame corregirlo, en primer lugar ¿Porque está aquí? ¿Debería estar en la sala de partos con mi madre pero no lo está? ¡Oh! claro, ya recuerdo… ¿Puedo guardarme mis palabras? O ¿Quiere que le diga en detalle por qué sigue aquí? Así que Sr. Donovan ¿va alimentar a este hijo suyo? O ¿También se va a desmayar?"
"....."
[¡¡¡ME ESTA AMENAZANDO!!! ¡Oh! ¡¡Este hijo poco filial!!]
Donovan quería arrancarse las greñas de enojo. Sin duda los comentarios de Arlan atravesaron su corazón. ¿Qué podía hacer? horas atrás perdió el control de su cuerpo cuando vio a Keila entrar en etapa de parto, solo recuerda que cuando se despertó las caras de los sirvientes le dijeron mucho sin necesidad de explicar.
Ahora Arlan podía alzar su cuello con arrogancia y restregárselo ya que a pesar de su corta edad mantuvo la calma y se encargó de su madre, abandonándolo sin piedad.
[¡¡Pui!!(sonido de escupir) ¡¡Quiero estrangularlo!!]
Estaba a punto de replicar cuando de repente la luz roja de la sala de partos se apagó, minutos después salió una doctora con un y traje completamente azul sosteniendo entre sus brazos una sábana rosa y detrás de ella varias enfermeras empujaban la camilla de Keila.
De inmediato Dónovan y el pequeño Arlan dejaron de lado sus amenazas. Los dos se levantaron automáticamente y caminaron con mucha rigidez, debido a que los dos estaban nerviosos, no se dieron cuenta que parecían unos gemelos robotizados exponiendo así su lazo de sangre a la perfección.
"Señor Dónovan permítame felicitarlo, es una niña."
Sonriendo la doctora le paso la manta rosa, dentro de ella una carita sonrojada y débil se asomó.
Donovan sostuvo a la pequeña mientras admiraba su carita roja, sus respiraciones eran apenas susceptibles haciéndola adorable. El cansancio y las preocupaciones se fueron volando, remplazándolas por una inmensa felicidad.
Cuando Arlan White vio a su mamá de inmediato corrió a la camilla, una vez que la colocaron en la habitación Arlan comenzó a parlotear.
"Mamá ¿cómo estás? ¿Te encuentras bien? ¿Quieres agua? Mamá ¿tienes hambre para mandar a papá? padre ve por la comida, mamá tiene hambre y deja a mi hermana, estará más segura con nosotros, eso sería todo, apúrate"
".... Este niño"
En la habitación para pacientes, Keila observo con ternura a su adorable hijo, este niño siempre fue sobreprotector, por lo tanto al enterarse que tendría un hermanito se volvió todo un tirano total, Keila pudo deducir fácilmente el tono sarcástico que ejercía Arlan hacia su esposo. Como esposa y madre tuvo que asumir la responsabilidad y la intermediaria de las constantes peleas de su esposo y su preciado hijo, a veces sentía que no tenía solo a un niño sino a dos.
Keila soltó un suspiro mientras trataba de ocultar su fatiga.
"Bebe, me haría muy feliz si el que me trajera la comida fueras tú, solo mi niño puede entregarme la comida, solo tú sabes de mis gustos, recuerda que tu padre se la pasa en el trabajo por lo tanto desconoce lo que me gusta, así que ¿Podrías ir por mamá?"
Cuando Arlan escuchó el escondido ataque de su madre hacia su padre de inmediato mostró una hermosa sonrisa.
"Si madre, enseguida vuelvo, ya que mi padre no es muy confiable me hare cargo."
El pequeño ángel de inmediato abandono la sala, Keila le indico a su esposo que se acercara mientras le dirigía una mirada tierna.
"¿Qué sucede querido?"
"No tenías que insultarme"
Dónovan mostraba su claro disgusto y sus labios formaron un ligero puchero, pero aun así se acercó a su esposa. A Keila le pareció divertido verlo así y con un poco de risa escondida preguntó.
"Querido, ¿Cómo es que te insulte?
"Crees que no me di cuenta de la indirecta cuando le dijiste que no sabía tus gustos, no te gustan las comidas picantes y adoras los postres ¿Dónde me he equivocado? por alguna razón siento que me culpas por lo de la niña."
Keila se mantuvo tranquila mientras analizaba la situación, debido a que conocía mejor que nadie el temperamento de su esposo y el de Arlan, determino que lo correcto era tratarlo por separado.
"Cariño por supuesto que no te culpo, es normal que entraras en pánico por lo de la niña, más que nada comprendo tu pánico ya que fue tu primera vez en una situación así, pero sabes que Arlan no estará tranquilo si no te reprocho un poco, así que no tomes en serio mis palabras, ¿Está bien cariño?"
Asintiendo la cabeza Dónovan se quedó más tranquilo, acostándose a un lado de la cama, abrazo a su esposa y a la bebe. Cuando llego Arlan vio esta escena, no sabía que hacer por lo tanto se quedó parado afuera de la puerta. Su pequeña sombra se reflejó fuera de la habitación, dejando así una sensación de abandono y tristeza.
Sin embargo antes de que siquiera pensara en otras cosas Donovan noto su llegada, levantándose de la cama camino hasta donde estaba, sin preguntar se agachó y lo sostuvo entre sus brazos, Arlan no pudo reaccionar, solo cuando lo dejaron con su madre y su hermana salió de su aturdimiento. El ambiente volvió a su estado cálido, por fin la familia estaba completa, la satisfacción y alegría alumbraba toda la habitación.