Chapter 14 - CAPÍTULO 14- Mini Mei.

CAPÍTULO 14- Mini Mei.

—¿Seguirás enojada?

Los días de descanso terminaron. Después de enterarse de la boda, Mei ignoró a Kei.

Están en su salón de clases, pero ella sigue ignorando a Kei.

—Lo siento, pero no podía rechazarlas. Ya no te enojes.

Le acaricia la cabeza y Mei se sonroja. Aunque le gusta ser acariciada por Kei, Mei sigue enojada y no le habla.

—Te compraré un regalo.

La profesora entra al salón de clases.

—Buenos días.

Todos se levantan de sus asientos.

—¡Buenos días, profesora!

—Pueden sentarse.

Se sientan y la profesora dibuja un círculo en el pizarrón.

—Como ya saben, la magia se vuelve más poderosa o más débil con el tiempo. Dependiendo del estilo de vida que tengas, la magia puede mejorar.

Traza una línea que divide el círculo.

—Por un lado, un estilo de vida activo. Por el otro lado, un estilo de vida inactivo. Un ejemplo de un estilo de vida activo son las aventureras, porque siempre necesitan usar su magia. Es por eso que una aventurera de clase D puede convertirse en una aventurera de clase A si se esfuerza. Es por eso que deben planear su vida y tomar buenas decisiones. ¿Con quién casarse? ¿En dónde trabajar? ¿Cuántos hijos van a tener? Las decisiones que tomen afectarán su vida.

La profesora señala a Kei con su dedo índice.

—Kei, ¿has planeado tu vida? Imagina a un Kei de 30 años. ¿Qué logros consiguió? ¿Está viviendo una buena vida?

Kei se levanta.

—Creo que... Pues...

Cierra los ojos e intenta imaginarlo.

¿Un Kei adulto? Él nunca pensó que se volvería un adulto. Nunca le interesó... No, no es por falta de interés, sino por falta de fé y esperanza.

No es un misterio que Kei tiene una muy baja autoestima, por lo que, aunque quiere creer que derrotará a Fravi y sobrevivirá, una parte de él no piensa lo mismo, haciéndolo pensar que, aunque logre derrotar a Fravi, no sobrevivirá y morirá.

Kei intenta creer que sí, sobrevivirá y regresará a su mundo, pero aunque intente engañarse a él mismo, sigue creyendo que morirá.

—Lo siento.

Abre los ojos y se rasca el brazo.

—Estaré muerto en 5 años, es por eso que no puedo imaginarme siendo un adulto.

—¿Eh? ¿Qué dijiste?

Kei cometió una estupidez al decir la verdad, pero según los rumores que escuchó, la profesora puede detectar mentiras, por lo que no se atrevió a mentirle.

Han habido casos de personas que lograron predecir sus muertes, incluyendo a Sei Molfer, pero ella logró evadir la muerte. Que Kei diga que va a morir, es una posibilidad bastante real, viniendo del hijo de Sei Molfer.

Todas observan confundidas a Kei, y el enojo de Mei se convierte en miedo y tristeza.

—Moriré en 5 años.

—¡¿Eh?!

Mei se levanta y comienza a sacudir a Kei, mientras llora.

—¡¿Por qué dices cosas tan aterradoras?! ¡¿Te volviste loco?! ¡¿Planeas suicidarte?! ¡No lo permitiré!

—Lo siento, es la verdad... En un par de años te explicaré todo. Y deja de sacudirme.

La profesora se acerca a Kei.

—¿Por qué morirás?

—Moriré peleando contra alguien. Lo siento, pero no puedo decirle los detalles.

—Ya veo. Una predicción... ¿Estás seguro de que morirás?

—Mi madre me enseñó a visualizar una batalla. Cuando me imagino peleando contra mi enemigo, siempre termino muerto... Es muy probable que ese destino se cumpla.

—Ya veo... Sei Molfer una vez dijo eso hace 20 años. Dijo que moriría peleando... Y esa predicción casi se cumple, apenas logró sobrevivir... Ten cuidado, Kei. Las predicciones casi siempre se cumplen, pero si tu madre logró cambiar su futuro, es muy posible que tú también lo logres.

—Sí, lo tendré.

Mei abraza a Kei fuertemente.

Está ensuciando la ropa de Kei con sus lágrimas, y ver eso solo llena de tristeza el corazón de Kei.

—¡No quiero que mueras!

—No te preocupes, estoy entrenando el doble. Tal vez sobreviva... Tal vez.

Pero, aunque intente pensar que vivirá, en su interior sabe que solo se miente a él mismo.

Kei está sentado bajo un árbol, observando a los estudiantes socializando.

Los grupos de amigos ya se formaron. Kei se siente un poco celoso, pero también está llorando. Llora porque se siente culpable. Hizo llorar a Mei.

—Me siento raro.

Drin, en su forma como gato, se dirige a él corriendo.

—¡Cariño!

Salta y abraza a Kei.

—¿Qué pasa? Te ves deprimido.

—No lo sé... Cometí un error. Le dije a la profesora que moriré en 5 años... Y Mei lloró por mi culpa... Debo mantenerme callado, pero no me gusta mentir.

—Cariño, ya te lo dije, si entrenas conmigo, no morirás.

—Lo sé, pero será difícil...

Kei acaricia a Drin y sonríe.

—Pero no es imposible.

Grisia se acerca a él.

—Kei, ¿te sientes bien?

—Hola, Grisia... Sí... Estoy bien. Solo estoy pensando en una nueva forma de entrenar... ¿Cómo está Mei?

—Sigue llorando... Lo siento.

—Debo darle un regalo...

Kei se levanta y extiende su mano derecha.

Un peluche con forma de Mei aparece frente a él. Es una versión más pequeña y adorable de Mei. Apenas mide un metro.

—Es muy lindo... ¿Tú lo hiciste?

—Sí. Parece un peluche normal, pero...

La mini Mei comienza a saltar y bailar.

Eso asusta a Grisia y Kei sonríe.

—Por dentro, tiene piedras mágicas que conseguí en una mazmorra de clase A. No está vivo, no te preocupes. Puedo activarlo y desactivarlo con mi mente. Cuando se activa, intenta alegrar a su dueño con bailes y saltos. ¿Es lindo?

—Al principio me asustó, pero sí, es muy lindo.

—Vamos, mini Mei. Vamos con la Mei original.

Drin sube a la cabeza de Kei.

—Espero que esto sea suficiente.

Mientras sus hijos estaban estudiando, Sei Molfer estaba trabajando.

—¡Detente, por favor!

Un hombre está en el suelo, completamente herido.

Sei Molfer lo está torturando. Están en un bar, y las compañeras de Sei Molfer están a su alrededor, observando.

—¿En dónde está tu líder?

—¡Nunca te lo diré, perra!

Usando su espada, Sei Molfer le corta la mano derecha y un desgarrador grito de dolor se escucha salir de su boca.

—Lo repetiré de nuevo. ¿En dónde está tu líder?

—¡N-nunca te lo diré, zorra!

—¿Ya no soy una perra?

Le corta la mano izquierda y el hombre grita otra vez.

Las mujeres lo observan, sonriendo. Ellas disfrutan ver eso. Después de todo, ellas están corrompidas por el entrenamiento que Sei Molfer les dio. Las volvió mujeres sádicas, adictas al sufrimiento humano. "El miedo es la mejor arma de un guerrero". Esa es la filosofía de Sei Molfer.

—¿Eres masoquista? ¿Te gusta esto?

—¡¡Estás enferma!!- Gritó el hombre llorando.

—Bueno, no quiere hablar... Tendré que cortarte el pene. Hace mucho que no hago eso.- Dijo sonriendo.

—¿Q-qué?

—Y después te meteré los restos en el culo.

—¡¡E-espera!!

—¡Mini Mei, baila!

Mini Mei comienza a saltar y bailar en la mesa de Mei.

Ella la está observando, pero sigue llorando.

Las estudiantes están a su alrededor, observando a mini Mei.

—¡Qué linda!

—¡¿En dónde lo compraste?!

—¡Yo también quiero uno!

—Es una buena oportunidad de negocios... Pero me da flojera hacer más.- Dijo Kei.

Kei le acaricia la cabeza a Mei.

—Mi pensamiento no ha cambiado, pero podría cambiar. Estoy entrenando el doble. No puedo prometer que sobreviviré, pero te prometo que lo intentaré.

Le da un beso en la frente y ella se pone completamente roja.

—Ahora tienes el control de mini Mei.

Una campana suena.

—Bueno, el reclutamiento comenzó... Me interesó el club de natación.

Mei abraza a mini Mei con fuerza.

—G-gracias... hermano.

—Vamos, Mei. ¿Te unirás al mismo club que yo?

—¡Claro!- Dijo Mei sonriendo.

—Vamos.

Kei se alejó caminando, pero un pensamiento sombrío invadía su ser.

—Yo... pronto dejaré de ser un Molfer y las personas me odiarán. Fravi y las héroes me odiarán, y si ellas me odian, todos en el mundo me odiarán. Perderé a mi familia para siempre... Pero...- Pensó.

Kei miró a Mei abrazando a mini Mei y sonriéndole a Kei. Él le devolvió la sonrisa y le acarició la cabeza.

—Disfrutaré el tiempo que me queda.- Pensó.