"¿Entonces, qué deberíamos vender?" Fred frunció el ceño. Pensó que Tom había venido con un plato de comida especialmente para consolarlos, ¿verdad?
"Algunos pequeños artículos inofensivos", dijo Tom furtivamente, sacando una pequeña caja. "Los productos que les compré antes... realmente me alegro de no haber traído los caramelos longuilinguo".
Enfrentarse al indiscriminado encantamiento convocador de la Sra. Weasley, Tom estaba seguro de que si hubiera llevado los caramelos longuilinguo, habrían sido descubiertos. La situación habría sido muy embarazosa.
Al ver la caja en manos de Tom, a Fred y George se les iluminaron los ojos.
"Te lo devolvere al precio inicnial".
Fred, George: ???
"Necesito el dinero para comprar algunos recuerdos". encogió Tom los hombros. En este tiempo, había invertido demasiado dinero en alquimia, lo que había reducido rápidamente sus reservas de efectivo. Sin opción, necesitaba obtener algo de dinero de Fred y George.
Pero la forma de obtener dinero no era a través de estos pequeños artículos en la caja. El contenido de la caja no valía ni siquiera dos galeones, lo que le interesaba a Tom era el futuro desarrollo de los hermanos Weasley.
"Seguramente tienes otras intenciones con nosotros", Fred y George eran personas muy astutas y perspicaces, y de un vistazo entendieron las intenciones de Tom.
"Así es", Tom chasqueó los dedos. Hablar con personas inteligentes era mucho más fácil. Les explicó su idea de las cajas sorpresa a Fred y George.
"Es solo una idea, una idea poco madura. Ahora mismo seguramente no tenemos oportunidad de hacerlo realidad, pero cuando regresemos a Hogwarts, las posibilidades serán grandes..."
Después de escuchar la idea de las cajas sorpresa, Fred y George quedaron asombrados por Tom.
"Hermano, eres un genio del comercio", Fred puso su mano en el hombro de Tom y dijo seriamente.
"Gran jefe, por favor, tome un té", George levantó una taza de té sobre su cabeza, ofreciéndosela a Tom en señal de respeto.
Mientras los tres conversaban en voz baja, ya habían llamado la atención de Hermione. Se acercó por detrás de los tres y, de repente, se inclinó hacia Tom y le preguntó al oído: "¿De qué están hablando?"
La repentina aparición de Hermione asustó a Tom, pero Fred y George tenían un "corazón fuerte" y le hicieron una mueca a Hermione.
"Querida señorita Granger, ¿no has oído una frase? Un secreto hace de un hombre un hombre".
No sólo no obtuvo respuesta, sino que además le cayó mal, y Hermione se marchó enfadada.
"Lo que imagino va más allá de las cajas sorpresa", Tom mostró una sonrisa diabólica. El próximo año, Hogwarts recibiría a muchos visitantes, y las ricas señoras de Beauxbatons serían un grupo ideal de consumidores. Esta sería la oportunidad para que él, Fred y George se luzcan.
Premios mágicos, cajas sorpresa, juguetes de edición limitada, figuras de acción personalizadas e incluso un casino basado en las calificaciones... Tom podría hacerlo todo.
A Tom le encantaba ganar dinero. Pero no era culpa de Tom, era porque la alquimia era un pozo sin fondo y Tom ni siquiera podía reunir suficiente dinero para los materiales. Además, la presión de un cierto calvo raro lo obligaba a encontrar formas de mejorar su poder.
El próximo año, se enfocaría en ganar dinero. Tom estableció su objetivo para el próximo semestre.
Mientras Tom charlaba con Fred y George, Bill, Charlie y Percy se acercaron a ellos desde el bosque. Como todos ellos podían usar el Encantamiento Aparicion, pudieron dormir hasta tarde y venir cuando ya estaba muy claro.
"¡Qué festín!" Bill movió su nariz un par de veces y elogió sinceramente. Percy se acercó rápidamente y tomó una rebanada de tortilla y la puso en su plato.
Fred y George estaban devorando la comida que habían traído. Estaban ansiosos por hacer negocios y vender los artículos que habían recuperado de Tom a un buen precio.
Pero la aparición de un invitado especial interrumpió sus planes.
"¡Ludo!" El señor Weasley se levantó de un salto, sonriendo y saludando a un hombre llamativamente vestido.
La persona que apareció era Ludo Bagman, el Jefe del Departamento de Deportes y Juegos Mágicos. Vestía una larga túnica de Quidditch en los colores amarillo y negro, con un gran escudo de abeja en el pecho. Era el uniforme del equipo de las vispas de Wimbourne en el que había jugado en el pasado.
Como el Quidditch era un deporte, naturalmente estaba bajo la jurisdicción del Departamento de Deportes y Juegos Mágicos, pero Bagman parecía estar excepcionalmente ocioso. Esa era su forma de gestionar su departamento: delegar todo el trabajo a sus subordinados.
"¡Qué buen clima! Todo el trabajo de preparación va sobre ruedas, no tengo nada que hacer", dijo Bagman mientras un grupo de funcionarios del Ministerio de Magia con aspecto agotado pasaba corriendo detrás de él, y al fondo había más problemas que requerían la atención del Ministerio.
Apenas había tenido un breve encuentro con él, pero Tom ya había notado que este individuo no era de confianza.
Pero aunque Bagman no fuera de confianza, seguía siendo el jefe de un departamento, y Percy estaba ansioso por llevarse bien con él. Cuando Bagman apareció, Percy se adelantó rápidamente, extendió la mano y estrechó la suya.
Desafortunadamente, Harry le robó el protagonismo a Percy, y Bagman se vio completamente atraído por el "chico que vivió".
Después de conversar un poco, Ludo Bagman dejó en evidencia sus verdaderas intenciones al buscar al señor Weasley: ¡quería involucrarlo en un juego de apuestas!
El señor Weasley no estaba interesado en el juego, pero Fred y George estaban emocionados al respecto.
Tom vio cómo sacaban sus bolsas de dinero y se preparaban para apostar. Admiraba sinceramente la valentía de los gemelos.
No eran unos imprudentes, su apuesta de "Victoria de Irlanda y atrapar la Snitch Dorada por parte de Krum" era el resultado de un cálculo cuidadoso. Aunque sonara muy arriesgada, en realidad estaban apostando a que Krum no atraparía al ladrón a tiempo.
De repente, la apuesta no parecía tan descabellada. Por el contrario, tenían buenas probabilidades de ganar.
Fred y George no tenían otra opción. Estaban desesperados por dinero, necesitaban ahorrar suficiente capital antes de graduarse para apoyar su sueño: Sortilegios Weasley. Por eso estaban dispuestos a correr riesgos y usar el juego de azar para expandir su financiamiento.
Si ganaban, tendrían el dinero suficiente para abrir la tienda. Si perdían, solo serían treinta y siete galeones, quince sickles y tres knuts.
Ese era todo su patrimonio, pero no les importaba. Porque el dinero, ya sea que lo perdieran o no, no sería suficiente para respaldar su tienda.
Entonces, ¿por qué no arriesgarse un poco?
Eso era lo que caracterizaba a Fred y George: su espíritu apostador.
Tenían confianza porque ahora tenían suficientes productos nuevos para una producción estable. Si lograban abrir un mercado en la escuela, el dinero volvería rápidamente.
Tom observaba con indiferencia desde un lado. No tenía la intención de detener a los gemelos, ya que el fracaso de Fred y George simplemente sería una mala suerte: ganaron en la mesa de juego, pero el casino se derrumbó, eso era realmente decepcionante.
De todos modos, él estaba allí para apoyarlos. Si los dos hermanos solo eran inversores técnicos, incluso podría aumentar su influencia.