Si tan solo tuviese una segunda oportunidad

🇲🇽Kami_Izumi
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Synopsis

Chapter 1 - Capítulo 0

Es como si aquel momento la fuerte lluvia que caía acompañaba mis lágrimas. Aquel día que era muy especial para la persona más importante de mi vida. Desde lejos, sentada en la última fila de bancos del altar, podía ver su gentil sonrisa que podía cautivar a cualquiera que lo viese…

Estoy segura que en este preciso momento podrías ver en sus ojos el reflejo de aquel anillo que estaba siendo colocado en su dedo…

El amor de mi vida, quien me fue arrebatada en poco tiempo, estaba casándose con aquel hombre que juraba hacerla feliz y apoyarla en todo momento.

Aún sigo sin comprender que fue lo que me hizo falta para haberla hecho enamorarse de mí… no, realmente sí lo sé… es porque nunca le dije cómo me sentía por ella quien conocí cuando estaba en primaria… la primera amiga que hice…

La razón por la que no le dije mis sentimientos fue porque ella y yo somos mujeres…

—Puede besar a la novia.

Aquellas palabras fueron precedidas por un beso entre ella y él así como del aplauso de las personas que habían asistido a la boda.

Sin darme cuenta, mis lágrimas empezaron a caer por mis mejillas mientras miraba aquella escena. Mi corazón se llenó de un dolor indescriptible ante la impotencia de no poder hacer algo para separarlos, de celos, y el recordar el hecho que dentro del vientre de ella está creciendo un retoño de ellos.

Aquel beso fue interrumpido por un fuerte sonido acompañado por el de un rayo.

Todos centraron su mirada hacia lo que provocó aquel ruido. Había sido yo quien de una patada había abierto abruptamente la puerta de la entrada al altar.

Yo, quien yacía con mi mirada al exterior, no dije nada…

—¿Na-Nagisa?

Fueron las únicas palabras que se pudieron escuchar y que provenían de los labios de la mujer que tanto amo, pero aún así no hubo respuesta de mi parte. Lo único que se seguía escuchando era el claro sonido hecho por la lluvia al chocar contra el suelo del exterior.

Gire mi cabeza e inmediatamente hice contacto visual con ella.

—Hana…

Hana dio dos pasos hacia delante al ver las lágrimas que recorrían mis mejillas.

—Nagisa, ¿Qué sucede?

Fue la pregunta que hizo una confusa Hana pero la cual no contesté. Cerré fuertemente las palmas de mis manos así como mis ojos para contener el llanto que yacía atrapado en mi garganta.

Hana vino caminando hacia mí pero inmediatamente salí corriendo bajo aquella lluvia que escondió aquellas lágrimas de dolor.

—¡Nagisa! ¡Vuelve!

A pesar de haber escuchado su llamado no me detuve y ni vi hacia atrás.

Dentro del altar se podía escuchar el murmullo de las personas que habían asistido a la boda pues no sabían que había pasado.

Sin pensarlo dos veces corrí hacia una zona boscosa en el cual encontré un camino que dirigía hacia la cima de un monte, y el cual decidí seguir.

Debido al lodo que había en el camino, me caí y ensucié mi vestido pero rápidamente me levanté para seguir corriendo.

El camino terminó en una especie de mirador en la cual podías apreciar la ciudad entera. Súper mercados, el acuario, las escuelas, universidades, edificios de empresas, el estadio de béisbol, y muchos lugares más podías ver desde allí.

Me tiré al suelo de rodillas, y puse mis manos contra el suelo. Estaba jadeando debido al cansancio de tanto correr. Mi cuerpo temblaba debido al frío pues toda mi ropa está demasiado mojada y cubierta por el frío lodo.

Una vez que recuperé el aliento, el nudo en mi garganta cedió. Empecé a llorar como nunca lo había hecho. Ese día había perdido toda posibilidad de poder estar con ella.

Me enojé conmigo mismo por haberme dejado vencer por el miedo al rechazo social por el hecho de ser lesbiana… por el miedo a ser rechazada y odiada por Hana, y perder toda relación con ella.

En mi enojo, di varios puñetazos al suelo lo cual salpicó lodo a mi cara.

Un rayo sonó, y mientras se escuchaba el eco del aquel estruendo…

—Hana… te amo.

No sabía que iba a hacer de ahora en adelante. Aún estaba estudiando en la universidad pero sin Hana ya no había sentido alguno. En aquel momento pensé que dios era injusto conmigo al no darme la felicidad que anhelé.

—¡AAAAAH!

Grité a todo pulmón. Aquello sonó como un grito de terror… terror al haber perdido la razón para seguir adelante… de terror por el hecho de saber que ahora caminaría a ciegas a un futuro incierto y sin sentido.

Volví a gritar pero esta vez hubo un resplandor seguido de un fuerte estruendo ensordecedor, y vi que toda mi vista era ocupada por una luz cegadora.

Aquel día desaparecí. Hana no volvió a verme otra vez…

Nadie volvió a verme.