Chereads / Lost Past / Chapter 3 - Capítulo 2: En Nuevo Mundo

Chapter 3 - Capítulo 2: En Nuevo Mundo

El cielo despejado, lleno de nubes y el sol recubriendo todo el extenso valle verde. Ese es el paisaje que aprecio estando sentado frente a la puerta de mi casa, mientras espero a padre. Él me había dicho que iría a cazar a un bosque cercano y que regresaría en una hora.

—Ya pasaron seis, ouahhh… —No pude evitar soltar un gran bostezo por el aburrimiento.

Él dijo que esperara en la puerta hasta que regresará porque tendría una sorpresa para mí. Hice lo que me dijo, pero ya me aburrí. '¿Por qué haces esperar aún niño de dos años tanto tiempo?', '¿acaso no sabe que los niños de esta edad tienen muy poca paciencia?'

Dejé de seguir esperando en la puerta, así que me levanté y fui hacia un pequeño estanque que había al lado de la casa. Caminar se me es aún un poco incómodo, mi pequeña cola se menea y mis alas rebotan, eso hace que me sienta extraño. Al llegar al estanque observé que el agua era muy cristalina, hasta podía ver mi reflejo en él.

—Hmmm…

Quedé pensativo al apreciar mi apariencia en el reflejo del estanque. Sonreí para ver mi dentadura, se ve normal, a excepción de mis colmillos que son largos y puntiagudos tanto en los inferiores como en los superiores.

Mi cabello es de color negro con algunos mechones blancos, y mis ojos, irónicamente, son de color ámbar. Además, tengo unas extrañas marcas que cubren ciertas partes de mi rostro. Estas parecen grietas y son de color negro.

Padre también tiene esa misma marca en el rostro, pero él la mayoría del tiempo las oculta. Me mencionó que todos los demonios la poseen, pero la forma que esta tiene es diferente y única en cada uno de ellos. También dijo que algunos deciden mostrarla, mientras que otros les gusta ocultarla al igual que él. Es simple estética entre demonios. Creo.

—¡Eing, ven por favor! —Madre sacudía los brazos desde el pórtico de la casa.

—¡Ya voy!

Al llegar con madre me recibió con una cálida sonrisa y me dijo que entrara a la casa. Estando dentro fui directamente a la sala y me senté en el sillón que teníamos. Vi que en la mesa de enfrente había una bandeja de galletas recién horneadas.

—Si quieres puedes tomar una.

Obedecí a su sugerencia y tomé una, aún estaba caliente. Al darle un mordisco pude sentir el exquisito sabor a vainilla y lo crujiente que estaba.

—Parece que tu padre vendrá tarde hoy —dijo madre sonriendo mientras veía como disfrutaba de la galleta—. Si quieres puedo leerte un cuento.

—Sí, está bien, me parece buena idea —contesté a su recomendación con una alegre sonrisa.

—Entonces, ¿qué quieres que te lea?

—Hamm…

Pensé profundamente al tratar de buscar una respuesta. Los cuentos que hay en la librera no me llaman la atención; aunque... hay uno que sí. Si no mal recuerdo el título era "La liberación de Mezia". El libro habla sobre una guerra de hace mucho; es entretenido, pero se me hace incompleta la historia por alguna extraña razón.

—Léeme la historia del gran libro azul.

—Está bien, perece ser que te gusta mucho esa historia, ¿verdad? —dijo acercándose a la librera de la sala.

—Este…

Madre me miró con el rabillo del ojo mientras tomaba el libro, después agregó:

—¿Entonces no te gusta tanto la historia?

—No es eso. Es que… hay algo en esa historia que no me gusta.

Madre sonrió y volvió a colocar el libro en su lugar.

—Entonces. ¿Por qué no te cuento mi versión?

—¡¿Ah?!

Madre soltó una pequeña carcajada al escuchar mi reacción. Me miró fijamente y después se volvió a acercar a mí.

—Te contaré lo que yo sé sobre aquella guerra de hace miles de años.

Las palabras de madre acaban de confundirme un poco. Prácticamente, lo que me quiere decir es que la historia de los libros ¿está mal?

—Está bien, cuéntame tu versión.

—Muy bien, presta atención entonces.

De nuevo regresó a la librea para tomar un tipo de cuaderno pequeño de color marrón, se sentó al lado mío y me colocó sobre su regazo. Después abrió el pequeño cuaderno, dentro se encontraban muchas ilustraciones.

— Mezia, nombre dado a este mundo por el dios del todo Jagad, el creador de mundos. Mezia es un lugar poblado de personas y criaturas únicas y extravagantes, una tierra fértil y amplia, un espacio donde lo inimaginable tiene cabida, un mundo lleno de paz, armonía y abundancia.

» Pero en Mezia no siempre hubo paz, hace cinco mil años padeció de una guerra en contra de unos seres llenos de maldad y ambición. Demonios, así fue como todas las razas de Mezia los nombraron. Su surgimiento era inexacto, algunos decían que provenía del mismo infierno y otros que nacieron de los pecados de los habitantes del mundo, pero la superstición más coherente que hallaron, es de que ellos fueron creados por Erebo, el dios de la oscuridad.

» Erebo tenía toda la intención de destruir Mezia a través de los demonios por un odio desconocido que le tenía al dios Jagad. Él creó a los demonios con la fuerza de cien soldados y con un aspecto monstruoso para que generaran un enorme miedo en las personas. La gran masiva de los demonios llevo casi al colapso de la sociedad de Mezia; acorralados, los reyes de distintas razas decidieron usar un hechizo, el cual estaba en desarrollo, para poder hacer frente a aquellos monstruos.

» A pesar de no tener una teoría clara sobre los efectos del hechizo, aun así, decidieron utilizarlo. Consumiendo la energía vital de los guerreros y magos más poderosos de toda Mezia, pudieron realizar el hechizo y así convocar a cinco individuos pertenecientes de otro mundo a los cuales llamaron: Héroes.

» Cada individuo recibió el título único de héroe y una ocupación referente a sus habilidades. En el grupo estaban: la heroína santa, el héroe de las artes marciales, el héroe espadachín, el héroe sabio y el héroe de las armas. Ellos cinco formaron el frente contra los demonios y los hicieron retroceder sin dificultad alguna; fueron capaces de vencer a grandes ejércitos demoníacos. Fue una lucha tenas y hubo demasiadas bajas, pero lograron reducir más del setenta por ciento de la población demoníaca.

» El líder de los demonios, el cual el dios Erebo nombro como: Rey Demonio. Él decidió atacar de frente de una vez por todas. Lucho con arrogancia y subestimó demasiado el poder de los héroes. Fue una pelea agotadora y audaz, pero a pesar de la dificultad de la pelea, consiguieron asesinarlo. Todos los habitantes de Mezia festejaron durante una semana por la victoria de los héroes y a pesar de la cantidad de muertos, esa victoria hizo recuperar los ánimos de muchas personas.

» Sin embargo, el rey demonio, antes de morir, ya había fragmentado su poder en otros 5 demonios, a los cuales proclamo como sus "vestigios". Eran guerreros muy fuertes y extremadamente poderosos. Ellos se identificaban con unas marcas, las cuales poseían la figura de: un dragón, una serpiente, un león, un zorro y un oso. Ellos debían continuar con el caos que el rey demonio había iniciado. Pero por una extraña razón no lo hicieron y anunciaron la paz, después se retiraron con los demonios que había sobrevivido.

'Con que ese es el origen de los demonios, ¿eh?'

—¿Y qué hicieron los demonios después de irse? —Mire a madre directo a los ojos.

—Ello fueron hacia una región llamada: El continente de tinieblas. Ese lugar se volvió el refugio y nuevo hogar de los demonios que siguieron a los vestigios.

» Los primeros vestigios gobernaron a los demonios hasta su último aliento. Al llegar en sus hechos de muerte, decidieron entregar su poder. No querían elegir a alguien, así que solucionaron eso, dejando que el mismo poder eligiera al portador. Es así que comenzaron a nacer niño con las marcas de los vestigios.

» Entre los mismos demonios conformaron la idea de que los vestigios, por naturaleza, serán sus gobernantes. Solo debe haber un dragón, una serpiente, un león, un zorro y un oso. Los niños que nacieran con esas marcas serian reyes. Sin embargo, después de algunos cientos de años, varios demonios nacieron con la misma marca.

» Hubo un pequeño conflicto por ello, pero al final se logró solucionar llamando a los poseedores de la misma marca como "candidatos". Su fuerza determinaría quien sería el vestigio honorable. Por el momento es así como los demonios deciden quien será su gobernante.

'Dios mío madre, todos esto es muy interesante, pero ya no me estás contando un cuento, en cambio, comenzaste a darme una clase de historia.'

—Entonces… ¿Qué paso con el mundo después de la guerra? —Volví a lanzar otra duda al aire.

— Bueno, el tiempo paso y tanto a los humanos como las demás razas dejaron de ver como a un enemigo a los demonios, algunas naciones empezaron a aceptar demonios emigrantes reconociéndolos como una raza más; pero, en cambio, otras aún optaban por la decisión de exterminarlos por completo, está idea es compartida por la mayoría de los gobernantes humanos.

» Al mantener esas ideas, crearon una facción religiosa en nombre de la heroína Santa y el dios del todo, Jagad. La llamaron: La Dirección de los Ángeles, ellos propusieron al mundo su signo de justicia hacia aquellos demonios que se atrevieran a revelarse de nuevo, castigándolos de la forma que ellos crean correcto. Eso suena muy mal, ojalá nunca me llegue a topar con esa iglesia.

—¡¿Y los héroes?!, ¿qué paso con ellos?

—Los héroes… Mmmm, tras la victoria que tuvieron y la retirada de los demonios; vivieron normalmente. Ellos pertenecían a otro mundo, y lastimosamente el hechizo que se utilizó para invocarlos era un experimento. La manera de hacer que regresaran era imposible. Así que no les quedo más de otra que prosperar en nuestro mundo. El héroe sabio, espadachín y de las armas se volvieron nobles, la heroína santa se volvió reina de un país y el héroe de las artes marciales, solo desapareció.

—¡Ohh! ¿Por qué el héroe de las artes marciales se fue?

—Según lo que sé, es porque él quiso enseñar todo lo que sabía al mundo. Los otros cuatro héroes habían decidido convertirse en miembros de la alta sociedad solo para mantener sus conocimientos limitados al exterior. Y al parecer el héroe de las artes marciales no deseaba eso, creo que es por eso que se marchó.

El héroe de las artes marciales decidió abrir la puerta de su conocimiento hacia el mundo en lugar de volverse en un noble y guardárselo para sí mismo. 'Eso es ser un verdadero hombre. ¡Creo que se volverá mi ídolo!'

¡Toc, toc! ¡Toc, toc!

Unos golpes en la puerta principal interrumpieron la clase de historia que tenía con madre, al parecer alguien pedía ser atendido, ya que los golpes no paraban, madre fue a ver en seguida, decidí ir a fisgonear un poco. Me acerqué por detrás de madre y asomé mi cabeza detrás de su cintura.

Cuando mire por detrás de madre, en la puerta se encontraba una pequeña niña. Tenía dos diminutos cuernos sobre su cabeza, un cabello color violeta del cual caían dos largos flecos a cada lado cubriendo la mitad de sus ojos, los cuales comparten el mismo tono que su cabellera.

—¡Tania! —exclamé feliz saliendo detrás de madre.

Ella es Tania, es una niña con la que últimamente me he estado reuniendo para mantener largas sesiones de juegos, ella me ha ayudado mucho a pasar el tiempo. Ya que aún soy un niño muy pequeño, no puedo entretenerme con grandes cosas, como usar arcos o la espadas.

—¡Oh! Eing, si estás en casa. ¿Quieres salir a jugar?

¡Cof, cof!

Madre tosió interrumpiendo nuestra pequeña conversación.

—¿No olvidas decir algo? —Cruzó los brazos mientras veía a Tania.

—¡Eh! Perdón señora Cloud, este digo Licia, es que me emocione mucho y lo olvide decir. —Enderezo la espalda y con una voz elegante, dijo—. Buenas tardes, Señora Licia, ¿puede dejar salir a jugar a su hijo un rato conmigo?

Sus palabras se oyeron con bastante clase, hasta se inclinó. Creo que es demasiado solo para pedir permiso para jugar.

Inclinando un poco la cabeza hacia un lado y posando sobre sus dos manos juntas, madre dijo:

—Muy bien hecho. Recuerda que los modales de una dama son muy esenciales, no importa de donde sean.

Madre era la educadora de etiqueta que les enseñaba a todos los niños de la aldea, era muy estricta al respecto de eso. Puede que la etiqueta sea irrelevante aquí, ya que estamos en un lugar alejado de alguna ciudad, pero madre insistió mucho en querer impartir esa materia. Insistió demasiado que al final todos aceptaron su petición.

—Bueno, dejando eso de lado. Claro que Eing puede salir contigo a jugar, por supuesto, solo si él quiere. —dijo volteando a verme.

—¡Si!, si quiero ir a jugar.

—Entonces que esperas, ve y juega.

Salí corriendo de la casa acompañado por Tania. Pasar un rato con ella es divertido, a pesar de tener la mente de un adulto, jugar como niño no era algo de que me importara. Ya había perdido los recuerdos de la niñez de mi vida pasada. Formar más siendo un niño ahora es algo que quiero disfrutar al máximo.

Jugamos durante varias horas sin descansar; corrimos, saltamos, trepamos unos árboles que había cerca y perseguimos algunos conejos, ni siquiera sentimos el tiempo pasar. Después de haber estado un buen rato jugando, decidimos descansar cerca del estanque que había al lado de mi casa.

Estábamos recostados viendo como el cielo se teñía de colores cálidos. Nuestra respiración aún se oía agitada y nuestros cuerpos estaban muy sudados.

Desde que comenzamos a descansar ninguno de nosotros dos había dicho una sola palabra, el silencio acompañado con el sonido del aire resoplando las hierbas eran lo único presente en ese instante. Ese silencio tan cómodo hizo que me aventurara a preguntarle algo a Tania que había querido decirle desde ya hace un tiempo.

—Oye Tania, ¿puedo preguntarte algo?

—Sí, dime.

—¿Por qué juegas conmigo, si hay más niños de tu edad con los que puedes estar?

Esa inquietud habitaba en mí desde hace unas cuantas semanas. Tania es cuatro años mayor que yo, podría estar jugando con niños de su misma edad y no conmigo, que solo tengo dos.

—Bueno, es que no me gusta juntarme con los demás, me desagrada que me obliguen jugar lo que ellos quieren. Es por eso que me han dicho que juegue con mis hermanas, pero mi hermana mayor siempre está con su grupo de amigas y mi hermana menor aún es demasiado pequeña. Ella dice: "manita engo hame" o "manita ie opo", cosas como esa. Es muy molesto.

» No es igual a ti. Tú y ella tienen la misma edad, pero tú hablas muy bien aparte de correr y saltar sin problema, no parece que tengas dos años. Talvez seas así por ser hijo de ellos dos.

—¿Tú lo crees? —dije un poco incómodo.

Podía notar esa pequeña envidia que tenía hacia mí, yo también la tendría si los padres de un amigo fueran así de especiales.

Mi padre es un demonio y mi madre una humana, de por sí ya son una pareja rara, pero lo que los hace aún más raros es que no son personas comunes de su raza. Mi padre es un vestigio del rey demonio y mi madre es una descendiente de la heroína santa. No solo por ser humano y demonio eran peculiares, sino de donde descendían los volvía así.

—Tu padre es muy fuerte y tu madre igual, ellos poseen mucho poder. Y creo que tú heredaste mucho de ellos, por eso creo que eres así —dijo mirándome.

—Yo… no creo que sea por eso.

Por supuesto que talvez ese sea un factor razonable para ella, pero lo que no sabe es que mi conciencia ya es de un tipo de más o menos 200 años. La inteligencia que he desarrollado no es porque llegué a aprenderlo, sino porque ya lo sabía.

—Pero yo creo que si lo es. — Ella reafirmó su suposición levantándose del lugar en donde estaba recostada. Me tomó de la mano y me levantó. Me miraba de una forma alegre, parece ser que al final ignora el por qué soy así, solamente disfruta el tiempo que paso con ella. 'Si es así, entonces yo haré lo mismo.'

—¡Vamos a seguir jugando! —gritó sonriendo. Mientrasseguía tomando mi mano, ella acababa de enseñarme una de las mejores sonrisas que he visto desde que renací. Esa sonrisa era tan honesta y cálida, me hizo sentir tan bien solo con verla, que quede atrapado en la misma.

Al final, fuimos a jugar solo nosotros dos en el gran campo verde que se encuentra por detrás de la aldea, jugamos ahí hasta el sol se ocultó. Después de que la luna ya esteba emergiendo en el horizonte del valle, cada uno decidió partir de regreso a casa.

—Tania. Me divertí mucho contigo. mencioné mientras caminábamos entre las pequeñas calles de terracería del pueblo.

—Sí. Yo igual —respondió alegre.

La verdad es que me gusta demasiado estar con Tania. Ella es la única amiga que tengo. La conocí cuando tenía un año y medio, desde ese entonces han pasado diez meses que llevamos pasando el rato juntos. Ella se ha vuelto alguien muy importante para mí y deseo que lo sepa.

'¿Así que como podría mostrarlo…? ¡Ya sé!'

—¿Puedo ponerte un apodo? —pregunté directamente.

—¿Un apodo? ¡¿Acaso no te gusta mi nombre?!

—¡No es eso! Es que, me gusta estar contigo y eres muy especial para mí. Todos te llaman por tu nombre, pero quiero llamarte de una forma que solamente yo pueda hacerlo.

Tania me miró fijamente, su expresión mostraba sorpresa. Sus mejillas estaban un poco coloradas. Giro su mirada hacia un lado y asintió a mi propuesta.

Sonreí ampliamente, rebose de total alegría.

—Entonces, te llamaré… Nía. Ahora tú eres mi Nía.

Ella se sonrojó en un instante, se separó unos pasos de mí e inclinó su cabeza hacia abajo.

—Soy tu-tu… ¡¿Tuya?

Levanto su cabeza y comenzó a correr. Me quedé muy confundido por lo que acababa de pasar, '¿acaso no le gusto?' Después de que ella ya había recorrido una larga distancia, repentinamente volteó, y gritó:

— ¡También me gusta estar contigo! ¡¿Te gustaría volver a jugar mañana?!

Aliviado de que no se había molestado conmigo, sonrientemente le contesté:

—¡Sí!

* * *

Caminaba cansado, mi garganta estaba seca y mis piernas casi ni las sentía y, por si no fuera poco, el sueño se apoderaba de mí.

Resulta ser que mi padre tuvo la magnífica idea de enseñarme a cazar, así que decidió traerme hoy al bosque para que aprendiera a hacerlo. El grupo de caza estaba conformado por demonios y humanos, había algunos niños y adolescentes. Los niños que iban en el pequeño grupo tenían entre diez a doce años, pero a mí solamente me faltaba un mes para cumplir los tres.

Padre donde tiene la cabeza para llevar a un niño de casi tres años a cazar en un bosque lleno de animales peligrosos, bueno, aunque me encantaría que fueran animales. Pero lo que habita en este bosque y lo que venimos a cazar son: ¡monstruos!

En mi otro mundo, ¿a quién rayos en su sano juicio se le ocurriría ir a un bosque donde se dice que habitan monstruos? ¡Nadie! Absolutamente nadie. Al menos que fuera un lunático o alguien que tuviera los suficientes huevos, para hacerlo.

Y si no fuera para más, lo que dijo padre antes de partir, es algo que desgarro mi dignidad hasta hacerla pedazos.

—Llevaré a mi hijo hoy. Él aún es pequeño, así que no importa lo que pase, tienen que protegerlo a toda costa, hasta si eso implica abandonar la presa de hoy. Él es mi pequeño ángel y si le pasa algo… yo mismo los castigaré.

Lo dijo apretando sus puños y enseñando un aura aterradora. '¡Si sabes que es peligroso, entonces dime!, ¡¿por qué me trajiste?!'

Todos en el grupo me ven como un lastre, un estorbo, una pequeña sabandija que se coló en su reunión. Sus miradas me presionan demasiado que me hacen sentir mareado. Acaba de darme unas ganas terribles de vomitar. Dios santo, esto no puede ponerse peor, ¿o sí? 'Oh mierda, acabo de decir lo que no se debe decir.'

—Oye ángel de papi —dijo una voz proveniente del grupo de niños—, ¡oye!, te estoy hablando. —Me tomó de la camisa y me trajo hacia él.

Cuando me acerqué pude ver quien era; cabello de puntas color negro, ojos café y planta de delincuente. Era Nil, uno de los niños más fastidiosos de la aldea, su padre también vino hoy a la caza. En verdad él es un dolor de trasero, sus insultos dan lástima. Pero para un niño, obviamente son muy hirientes si provienen de un bravucón como él.

—Ángel de papi. ¿Por qué viniste hoy?, ¿te obligaron a venir?, ¿el mimadito quería seguir durmiendo?, ¿o deseaba ira a jugar con su noviecita?

Cada maldita palabra que sale de su estúpida boca me hace enfadar. Estaba cansado, somnoliento y deshidratado que su voz se me hacía muy fastidiosa. Respiré hondo y no dejé que mi enojo recayera en él.

—Bueno, en realidad eso deseaba, pero papá dijo que le gustaría que viera como se caza. Además, Tania no es mi novia, aún somos niños y ella es más grande que yo.

Mantuve mi expresión de una forma neutral. No mostré enojo, temor o incomodidad, actuar así tal vez haga que no me molesten.

—Así que aceptas que eres un mimadito de mami, JaJa.

'¿Y solo prestaste atención a eso idiota?'

—¿Para qué mentir?, mi mamá y mi papá me consiente muy bien, me atienden de más y me dan mucho cariño. Pero parece que a ti te hizo falta eso, ¿verdad?

—¡Ghk!

'¡Ha!, parece ser que hice que se mordiera la lengua, jajaja.'

—Te-te ¡golpearé~!

—¡Alto!

Una voz detuvo la acción de Nil.

—Recuerda que es el hijo del jefe, si comienza a llorar estaremos en problemas.

El tipo que interrumpió a Nil era su hermano, Dan. Ellos dos son increíblemente parecidos, si me preguntara una diferencia entre ellos, sería su obvia edad. Su hermano mayor ya tiene 15 años.

—¿Por qué lo defiendes?, ¿solo porque es el hijo del jefe lo haces?

—No solo por eso lo hago, veas por donde lo veas, él sigue siendo casi un bebé. Tu eres mucho más grande que él, simplemente es injusto.

—¡Pero…!

—Sin peros y sigue caminando.

Dan pudo manejar muy bien la actitud de su hermano, aunque el regaño no iba a hacer que dejara su inconformidad por mi presencia, pero por el momento, gracias a eso, no escucharé sus insultos durante el resto del día. 'Le agradeceré por el pequeño rescate de ahora.'

—Gra…

—No me lo agradezcas, solamente lo hice porque no quería ser regañado por mi padre después; además, ten presente que tampoco me agrada que hayas venido. Este no es lugar para un bebé y tener que cuidarte es una tarea innecesaria. ¿Entendiste?

Ya lo presentía, 'en verdad, que nadie desea que esté aquí.' Me alejé del grupo de atrás y avance un poco más hacia adelante para encontrarme con padre. Estar con él talvez me hará sentir un poco más seguro, emocionalmente.

Al acercarme lo tomé por el brazo, volteo su mirada hacia mí en el momento en que lo hice.

—¿Qué pasa? ¿Pudiste llevarte bien con los otros niños?

—No, para nada.

La razón por la cual estaba en el grupo de niños fue por la recomendación que me dio mi padre. Tania es mi única amiga y le preocupa eso, dijo que hiciera el intento de hacer más amigos y lo hice, pero al parecer no le agrado a nadie aquí.

—No te preocupes, todo estará bien. Cuando te acostumbres a cazar y te vuelvas el mejor, todos querrán que seas el líder del grupo. Te lo aseguro.

—¿A sí? —respondí a su ¿cumplido?, con una pequeña sonrisa rígida.

'En verdad que padre siempre sueña en grande.'

—¡Los encontramos!

El grito de unos de nuestros acompañantes interrumpió la pequeña charla que tenía con padre. Todos nos agachamos y comenzamos a caminar despacio para acercarnos a la ubicación de aquel hombre que gritó, él señalaba hacia el lugar en donde estaba lo que sería nuestra presa. '¿Cómo será?' Mi curiosidad se desbordó a pesar de tener algo de miedo, pero mi intriga era superior a eso.

Cuando nos asomamos por detrás de unos arbustos, pude apreciar muy bien la apariencia y la majestuosidad de aquella increíble criatura y… fue una terrible decepción. Aquella criatura, que sería desconocida para mí, simplemente tenía la apariencia de un jabalí salvaje común y corriente, a excepción de sus colmillos demasiado largos y una peculiar melena que decoraba su lomo, sin mencionar el tono oscuro que tenía su pelaje y sus ojos rojos carmesí.

Mis ilusiones se rompieron en mil pedazos. Para mí, el nombre "monstruo" debería definirse con una apariencia aterradora e imponente, pero lamentablemente este monstruo está más que regordete.

Padre cambió su expresión a una mirada seria, y susurró:

—Acerquémonos lento y suave.

Los demás miembros del grupo cumplieron con su orden. Trataban de no hacer mucho ruido para que el monstruo no saliera huyendo. Alguien se adelantó al resto para ejecutar el plan al que estaban acostumbrados: acercarse por detrás y clavar su cuchillo en el cuello de la criatura.

El tipo estaba cerca de alcanzar su objetivo, pero lastimosamente un mal paso provoco el crujir de una pequeña ramita. Ese ruido hizo que el monstruo se echará a correr dirigiéndose al lado contrario de donde estaba el resto del grupo.

—¡Mierda!, ¡no dejen que escape!

Todos los adultos corrieron tras de él, incluido mi padre. Ante la conmoción, uno de los cazadores se había quedado atrás, le dio indicaciones a Dan, quien por supuesto era el más grande del grupo infantil.

—Entonces quédate y protege a los niños. ¡Mantente alerta de todo! —Luego de eso corrió detrás del resto del grupo de adultos.

—Hermano, ¿qué vamos a hacer ahora? —dijo Nil con las manos detrás de su cabeza.

—Tenemos que esperar a que regresen y estar atentos si hay una señal de que el jabalí de brasas regrese.

'¿Jabalí de brasas?' Un nombre muy peculiar, aunque si lo pienso con cuidado al recordar su apariencia, sus pesuñas tenían un tono rojizo y anaranjado al igual que sus colmillos. Tal como brazas aun calientes se asemejaba la apariencia de ese monstruo, 'ya entiendo el porqué del nombre.'

Dan fue a sentarse a una piedra que había en las cercanías, mientras que los niños escalaban un árbol pequeño. Yo decidí sentarme en el suelo, comencé a revisar con detalle el arma que padre me había dado antes de partir de la aldea. Era un cuchillo hecho con acero de damasco; tenía marcas que le daban una apariencia sofisticada.

Levante el cuchillo a la altura de mi rostro, estaba lo suficientemente pulido para poder apreciar mi reflejo en él. A pesar de ser un arma de una mano, tenía que sostenerlo con ambas, por mi tamaño actual, sus dimensiones eran demasiadas para mí y sostenerlo era un poco difícil; aunque, para un adulto, obviamente no lo sería.

De la nada el cuchillo fue arrebatado de mis manos, el ladrón era ni más ni menos que Nil. '¿En serio este patán no tiene otra cosa que hacer?'

—Que hermoso cuchillo ¿Por qué alguien como tú lleva una cosa así? Es demasiado para ti —dijo revisando desde diferentes ángulos el arma.

—Me lo dio mi padre, por favor devuélvemelo.

Nil me miro y luego volteó a ver hacia el lugar donde estaba su hermano. Parecía ser que Dan estaba viendo hacia dentro del bosque. Nil regresó su mirada hacia mí y sonrió desquiciadamente.

—Entonces, ¡quítamelo! —Comenzó a agitar el cuchillo frente a mí, manteniéndolo en una altura que no podía alcanzar. Trate de recuperarlo dando saltos, pero lastimosamente el imbécil es más alto que yo.

Ya estaba cansado del mal día que llevaba y no deseaba seguir soportando más a este vándalo, pueda que aun siga siendo un niño, pero… 'Quebrarle un brazo no le hará mal, ¿verdad?' Nil sería el objeto perfecto para desahogar mi ira y estrés.

Mis pensamientos fueron totalmente plasmados en mi rostro, y Nil se dio cuenta de ello. Mi expresión era demasiado aterradora, mi mirada afilada penetraba la suya. Nil di un paso hacia atrás confundido por mi rostro tan siniestro, se notaba que estaba a punto de echarse a correr. Estaba a punto de lanzarme hacia él, cuando de la nada las ramas de los arbustos de alrededor comenzaron a crujir.

—¡Atención todos, parece que viene de regreso! —La orden que dio Dan se debía a su suposición de que los adultos consiguieron atraer de vuelta al jabalí.

Dan, en medio de todo aquel ruido de las ramas y hojas crujir, se preparó para saltar hacia el monstruo, esperaba su llegada con un hacha en su mano y con postura lista para matar. Su expresión era seria, se notaba que en verdad está familiarizado con esto. Todos los demás también estaban preparados con pequeñas resorteras apuntando hacia la misma dirección de donde provenía el ruido.

Nil y yo seguíamos en la misma situación, solo esperábamos como este momento de suspenso llegara a su fin.

—¡Preparados…!

Todos estaban listos para saltar a la acción, la tensión cada vez se hacía más fuerte junto con el ruido de los arbustos. Sin advertencia alguna, el jabalí salió de los arbustos con una increíble velocidad.

—Pero que... ¡Todos, alto! —Dan se mostró confundido por ver al jabalí, su postura de lanzar a matar cambio drásticamente—. ¡Rápido trepen a los árboles y quédense ahí hasta que diga que sea seguro!

La orden de Dan se oyó muy angustiante, su rostro mostraba preocupación junto con sorpresa. No entendía muy bien él porque del cambio de escenario.

—¡Ustedes que hacen ahí!, ¡rápido, trepen a un árbol!

Nil tenía un rostro realmente confundido, o más bien aterrado.

—¿Por qué esa cosa está aquí? —mencionó lleno de nerviosismo.

Nil estaba demasiado asustado y yo estaba muy confundido para reaccionar a las palabras de Dan.

El monstruo cambió su mirada hacia nosotros dos. Relinchó como un caballo y de repente salió disparado del lugar en donde estaba. Justo en el momento que noté que su objetivo se había convertido en nosotros, mi confusión desapareció y se convirtió en un miedo terrible que invadió todo mi ser.

'¡¿Por qué viene hacia acá?!' '¡¿Por qué es más grande que el otro?!' '¡¿Por qué no me muevo?!' La incertidumbre no me dejaba pensar con claridad, con cada parpadeo que daba el monstruo se acercaba más. Las lágrimas comenzaron a asomarse en mis ojos y el terror se hacía aún más grande.

El jabalí abrió sus fauces al estar cerca de nosotros. Sin parpadear, no le quite la vista a sus colmillos flamantes y sus dientes afilados, el monstruo iba a dar un gigantesco mordisco. Lo que para él sería su almuerzo para mí sería la desaparición de la mitad de mi rostro.

La criatura estaba a pocos centímetros, casi a punto de que el jabalí cerrara su mandíbula, Dan apareció de la nada y con sus manos mantuvo extendida la mandíbula del monstruo.

—¡Co-corran! —Él forcejeaba con el jabalí, manteniéndolo atrás.

Aún impactado por la situación me costó reaccionar inmediatamente, pero sacudí la cabeza y retrocedí hacia atrás trayendo conmigo a Nil sujetándolo del brazo. En cuanto Nil reaccionó, comenzó a correr junto conmigo.

—¡Nil!, ¡ve a la aldea y llama al anciano! —exclamó Dan mientras seguía forcejeando con el jabalí— ¡Dile!, ¡que!, ¡necesitamos!, ¡el arco!

—¡Es-está bien! —Nil se fue lo más rápido que pudo dejándome atrás.

Yo seguía conmocionado por lo sucedido, volví a dudar del por qué la actitud de todos había cambiado por la llegada de aquel monstruo.

Aún atrapado en esa duda, enfoqué mi vista hacia Dan, el cual seguía peleando contra el jabalí. Con un empujo Dan logro apartarlo, el monstruo volvió a relinchar y atacó embistiéndolo. El jabalí iba a dar un golpe mortal hacia Dan con sus colmillos, pero él pudo evitarlo interponiendo el hacha contra sus largos colmillos. Dan aprovechó el momento para sujetarlo del hocico y lo arremetió contra el suelo. Con la parte trasera del hacha, le dio un golpe justo en la cabeza.

Aturdido, retrocedió mientras chillaba, Dan tomo la oportunidad para darle una patada. El monstruo salió volando por el fuerte golpe y termino estrellándose con el tronco de un árbol. Cansado por los golpes que le había hecho Dan, él trataba de levantarse, pero por sus heridas parecía ser que le costaba demasiado trabajo.

Dan no perdió el tiempo viendo como se recuperaba, corrió hacia él y en un parpadear clavó su hacha en la frente del monstruo. El jabalí soltó un fuerte chillido cuando el hacha de Dan estaba insertada en su frente, se retorcía del dolor mientras la sangre salpicaba de su herida.

En unos cuantos segundos el monstruo dejo de moverse. Dan cayó sentado dando un gigantesco suspiro.

—Por fin… acabé con él.

Dan se relajó y sonreía por su sobresaliente victoria.

—¡Bien hecho Dan!

—¡Estuviste increíble!

—¡Eres genial Dan!

Eran algunos cumplidos que los niños gritaban hacia él desde los árboles.

El pequeño momento de tensión se había esfumado junto con el monstruo. Todos estaban alegres por el logro de Dan, hasta yo, que sin darme cuenta comencé a verlo con los ojos brillosos llenos de admiración.

—En serio que eres un gran tipo Dan. —Él volteó hacia mí y respondió mi alago con una sonrisa.

Pero aquel momento se vio interrumpido por un fuerte ruido que provenía del mismo lugar en donde surgió el jabalí gigante. Dan se colocó de pie instantáneamente, tomo el hacha del cadáver del monstruo y volvió a colocarse en posición ofensiva. Los demás niños volvieron a esconderse en los árboles.

Cuando las criaturas que provocaban aquel ruido salieron a la luz, Dan se mostró aterrorizado por el hecho. Su rostro expresada confusión y terror a la vez, cuando volteé hacia la dirección en la que todos estaban viendo, yo tampoco pude evitar sentir lo mismo.

—¿Po-por qué hay más? —dijo Dan entrecortando sus palabras.

Había otros diez jabalís iguales al que acababa de matar enfrente de nosotros. Dan sacudió su cabeza y volvió a mostrarse determinante.

—Seguiré encargándome de ellos, así que, cuando de la señal… ¡Corran!

Todos asentimos a las órdenes de Dan. Los monstruos que estaba de pie comenzaron a sacudirse y relinchar, rasgaron sus pesuñas en el suelo, estaban a punto de atacar. Pero repentinamente una flecha atravesó la cabeza de unos de los jabalís, dejándolo muerto al instante.

—¡Pronto, todos corran!

Dan volteó su vista hacia el lugar en donde provino aquella voz, sonrió aliviadamente cuando se dio cuenta de quien se trataba. Era Senil, un soldado jubilado experto en arquería.

—¡Regrese hermano y traje al abuelo! —Nil, quien estaba parado detrás del anciano, sacudía sus brazos con emoción.

—Buen trabajo Dan, hoy has demostrado que eres un hombre de verdad —dijo Senil mientras se acercaba a Dan.

—¡Qué bueno que hayas podido venir abuelo!

Ambos sonrieron mutuamente mientras miraban a los monstruos. El entusiasmo de Senil y el alivio de Dan eran muy presentes en sus miradas.

—Acabemos con estos cerdos, ¿no te parece bien, niño?

—Claro que sí, viejo.

Todos los niños ya habían escapado junto con Nil, pero yo me escondí por detrás de un árbol. Quería ver como esos dos peleaban con esos monstruos.