Pensé que eran unas tontas, ni que cada bebe fuera extraterrestre.
De inmediato, le dije a mi pareja que no.
Como vería mi expresión de enojo que, se acercó a la cama y les quito al niño, fue a llevármelo.
Se hizo un breve silencio incomodo, les dije que no era necesario quitarle nada, ya lo habían visto.
No les cayó bien, pero, no me importo.
Todavía tuve que aguantar que se fueran las fulanas antes de que el aceptara llevarme a casa de mi madre, porque, le advertí que me iría en camión.
Finalmente me fui a casa de mi madre por una semana, más que nada porque, la casa se había inundado, y mi pareja iba a quedarse a limpiarla.
Al menos, eso dijo.
Cuando regresé, vi que solo había barrido un poco, en todos lados había algo de lodo, así que, tuve que llegar limpiando.
En realidad, no me sorprendió que no cumpliera con su palabra, de alguna manera, ya me había acostumbrado.
Un error más.
Al pasar de los días y la falta de sueño, en la que tienes que elegir si en el lapso de la alimentación, puedes usarlo para bañarte, comer, dormir o incluso ir a defecar a gusto.
Es cuestión de adaptarse a los tiempos.
Pues volando se llegó la fecha de comenzar a trabajar.
El proceso para entrar a la guardería del gobierno, es muy problemática.
Es ir y venir del trabajo con el papeleo.
Con este permiso, tienes que colaborar con la guardería.
Ellos lo llaman periodo de adaptación, en la que el primer día te quedas con ellas en la guardería 8 horas, el segundo día 6 horas y el tercer día 4 horas.
Cabe decir que, como es permiso, tienes sueldo cortísimo en cada ocasión.
Es muy desgastante cuando se trata de un solo sueldo, tu sueldo.
La guardería en cuestión se encontraba en un punto intermedio entre mi trabajo y mi casa.
Cuando salía del trabajo me iba en otro camión de la empresa con un destino distinto al que tomo cuando voy a casa directamente, para ir a la guardería.
De ahí un camión al centro y del centro, caminar hacia la casa.
Mientras mi pareja se iba directo o según esto se quedaba tiempo extra, no me consta porque, nunca le vi un cheque.
El me daba 200 por semana, y a un día o dos, me los pedía de vuelta para gasolina, tenía un carro para él, heredado de su padre que es taxista, y los taxis se actualizan cada 10 años.