— 6:30 P.M horario terrestre
— Ubicación: Órbita de venus, cuarteles de la ogch.
Después de un viaje moderadamente largo, la nave nuevo amanecer se acercó a la base de la ogch en el sistema solar terrestre, ubicado en la órbita de venus.
Lo cierto es que, no es necesario contemplar con ojos agudos para percatarse que… No es muy sofisticada en cuanto a diseño, con la forma de una mansión, por lo menos 23 veces el tamaño de un estadio, hay sectores delimitados y las únicas entradas visibles son puertos de aterrizaje.
Beatrice vió esto y rápidamente señaló al puerto más cercano, seguidamente dijo "Prepárense para abordar la base".
Todos los miembros de la tripulación presentes en la cabina de control comenzaron la obra, dirigiendo cada uno su parte hasta el puerto marcado.
Sin embargo, la nave se detuvo.
Los operadores se desconectaron, tras unos instantes la nave comenzó a ser atraída de manera automática y dejaron el resto a la base.
Atraída por los campos gravitatorios, lentamente se acercó, dejando sin labores a los operadores, más que esperar.
En aquel instante un hombre[Por apariencia con una edad que roza los 50 años y vestido en ropa militar con distintas insignias]que comprobaba el estado del puerto, observó aquella nave en camino a atracar "Hmmh, la nave nuevo amanecer ¿Que hace aquí?".
Se dirigió paciente frente a la puerta.
Apenas salir Beatrice, el hombre la observó suspirando "¿Beatrice que haces aquí?" Dijo antes de escudriñar los alrededores, añadiendo una vez terminado "¿Y Jack?".
Beatrice contempló a Otis e inmediatamente realizó el saludo en señal de respeto "General Otis..." su expresión se oscureció sin poder decir nada.
"¿Qué ocurrió?" Otis remarcó.
"Sí... El experimento fue... Un fracaso total, criaturas de otro universo cruzaron el portal, Jack se ofreció a detener el motor, actualmente desconocemos su paradero y estado, sin embargo. Deseo asumir que nada malo le ha ocurrido" dijo ella, con renuencia. De alguna forma sintió que no habría un buen final.
Otis reveló una expresión confusa "Ya veo, resulta que terminó así..." su mirada cayó en el mando de control, al mismo tiempo se sentó en una silla cercana "Temía que algo malo pasaría, de hecho eso explica las anormalidades".
Beatrice se sorprendió, jamás pasó en su mente la idea que la explosión afectase algo tan lejano como este lugar… "Anormalidades... ¿A qué se refiere señor?".
Otis mostró algo de complicación en su mirada "Una gran onda expansiva sobrecargó e incapacitó nuestros medios de comunicación, aunado... Figuras inidentificadas fueron observadas en masa atravesando el espacio, junto a ellas distintas fluctuaciones de energía. El investigador de cabecilla sospecha que fueron la causa de la disrupción".
"..." Beatrice comenzó a pensar en lo peor. La imagen de Jack rodeado de sombras bestiales impregnó su mente, sin embargo. Tras un instante de duda sacudió su cabeza, alejando aquellos pensamientos "Justo como lo advirtió... Probablemente representen una gran amenaza... Es tan...".
Otis soltó una sonrisa irónica y dijo "¿Imprevisto? ¿Repentino? ¿Doloroso? ¿Una desgracia? Sí; es todo lo anterior y mucho más, sin embargo, así es la vida, todos esos golpes se volverán la norma en caso de inacción. Tendremos que esperar para comunicarnos con el resto de la ogch".
Interrumpiendo a Otis, la base comenzó a sacudirse con una fuerza inmensa, seguido inmediatamente de un estruendo metálico, capaz de sacar el alma a cualquiera.
Beatrice difícilmente mantuvo el ritmo de su cuerpo y finalmente cayó.
Otis se mantuvo firme, su centro gravitatorio se movió al son del estruendo, algo sorprendente al estar sentado sobre una silla móvil "Parece que volvió".
Beatrice tomó soporte en su pierna derecha antes de impulsarse en un esfuerzo para volver sobre sus pies; su balance no regresó instantáneamente, tras unos segundos recuperó la compostura y preguntó "¿Una de las criaturas?". Para hacer temblar semejante fortaleza solo podría imaginar su fuerza.
Otis presionó un botón, tras lo cual dijo "Exactamente. Aunque prefiero llamarle gran bastardo" seguidamente tomó el parlante del mando, gritando con entusiasmo "¡Desplegad las naves de combate ligero! ¡Ahora!".
"Yo también iré" aseveró Beatrice.
Inmediatamente Otis asintió con una sonrisa "¡Ese es el espíritu!".
Ambos asintieron antes de tomar caminos distintos. Otis se dirigió al ala estratégica con tanta velocidad como su cuerpo le permite.
Beatrice se movió con gran rapidez al almacén de combate más cercano.
Dentro de este, apenas se dió el tiempo de recuperar su aliento antes de vestir el traje de combate; blanco con franjas anaranjadas.
Todos habían ya abandonado el almacén, siendo despachados a la batalla.
No obstante, para nada se permitiría ser quien llega tarde a una fiesta que terminó muy mal.
Decidida, entró en una de las pocas naves disponibles dentro del solitario puerto.
Tan rápido como despegó, pudo observar aquella criatura.
Con un tamaño colosal, más grande que una ballena azul. Su forma es lo más extraño, parece querer imitar la de una mantarraya, fracasando debido a su bultosa masa.
El color de su piel es de rojo escarlata, más oscuro conforme avanzas al tope, bajando pierde el color hasta formar un gran punto blanco, desde el cual se extienden venas negras.
De los lados de su boca, se extendieron como bigotes 2 gigantescos tentáculos, mientras que a cada costado se mostraron otros 5. Dando un total de 12.
La fuerza de estos descomunales miembros seguramente era suficiente para destruir las naves atacantes. Por si fuera poco, una capa dura y filosa cubre los extremos de cada tentáculo.
Beatrice en sorpresa y miedo, disparó sin pensarlo. Ráfagas de balas se lanzaron contra la criatura... Rebotaron inmediatamente tocaron la piel de esta misma.
La bestia reaccionó con un ataque brusco, repentino. La nave de Beatrice salió volando hacia la lejanía.
Entonces observó el panel de la nave, sorprendentemente el golpe solo había consumido el 9% del escudo.
「Como poco parece sentir dolor... El problema es en qué punto puedo explotar esa debilidad...」.
Su nave osciló mientras pensaba, e inconsciente su mano activó la carga de los cañones de fotones.
El momento en que se percató. Bajó su mirada, el porcentaje apenas parecía avanzar.
Sin embargo eso no fue lo que llamó su atención.
Aquel punto del que sobresalen las venas.
Bajo cierta lógica… No sería descabellado. Por tanto sigilosamente rodeó la batalla.
Como un enjambre atacando una presa, la bestia fue rodeada de explosiones opresivas mientras que sus ataques se volvieron fácilmente evitables.
Rápidamente entró en un estado frenético, disparando golpes aleatorios, en un intento de impredictibilidad.
Al momento que visualizó el centro del estómago, varias naves fueron destruidas debido al estrecho campo de acción.
En el centro exacto de este punto venoso se puede observar incrustado un núcleo deforme, con tejido carnoso extendido aleatoriamente en el área visible.
Beatrice disparó, ráfagas de balas fueron lanzadas contra el núcleo.
Impactaron, resbalando repetidamente, tan solo logrando desprender pequeñas piezas de carne.
La bestia respondió con un gesto agónico, enfurecida incrementó la agresividad de sus golpes.
Beatrice presionó un botón y dijo "Maniobras SH-Tres, armamento F-Siete al núcleo en la región L".
Apenas soltó el botón, se percató que un tentáculo se dirige hacia su nave.
Demasiado tarde para evitarlo. Su nave fue atrapada en medio de la huida, el golpe impactó sobre un costado, haciendo que diera vueltas sobre sí misma.
Gracias a los escudos no hubo daño alguno. Sin embargo su estado es absurdamente malo.
De 9% pasó a consumir un 60% con un solo ataque... Beatrice sintió recorrer sudor frío en su sien.
Dirigió su nave fuera del peligro mientras observó el estado general.
El cese al fuego disminuyó las explosiones, ahora solo provienen de las naves destruidas.
De forma preocupante, la situación se volteó totalmente al lado de la bestia enfurecida.
Una vez se cercioró que la bestia le ha perdido el rastro, presionó otro botón "Adición, ataque distractor G-1".
Una presión aterradora llenó la mente de Beatrice, al observar una figura por el rabillo de sus ojos.
Soltó el botón e inmediatamente cambió la dirección de su nave.
El tiempo pareció detenerse cuando la barrera azul cristalina se manifestó frente al cristal que la protege. El principal medio de observación al exterior.
La velocidad de la nave hizo que tan solo fuera capaz de observar una grieta.
Y otra… Muchas grietas.
Rápidamente se expandieron y sus ojos casi saltaron cuando el golpe atravesó la barrera… Peor aún fue el daño del cristal.
Desde el interior, la notoria grieta en el cristal comenzó a tragar el oxígeno.
Seguido de algo que ya esperaba, en la pantalla, una alerta notificando que los escudos llegaron a su máxima capacidad.
A partir de este momento no quedaba defensa alguna.
Con la carga de los cañones que tan solo alcanzó el 80%.
A pesar de todo el tiempo que estuvo esquivando... Inmediatamente tomó un parche transparente y selló la grieta.
Por suerte, no era especialmente grande.
La concentración de oxígeno disminuyó drásticamente, ya podía sentir las consecuencias.
Con mareo, activó el llenado de emergencia, en un instante los conductos a los lados de la cabina comenzaron a llenar la nave con oxígeno nuevamente.
La bestia no le volvió a atacar.
Aunque se quedase quieta, ninguna atención le dirigió.
La carga finalmente se completó, al acercarse en cierto rango la bestia reaccionó.
Dirigió todos sus esfuerzos a ella, ignorando a los demás combatientes.
Ella se aproximó al núcleo, evadiendo los atroces ataques. Cuando se posicionó frente a este, uno de los tentáculos arremetió de frente.
Los cañones se dispararon, atravesando el tentáculo y golpeando el núcleo.
El impacto creó una presión opresiva, haciendo que el núcleo retrocediera sobre sí mismo, creando un pequeño cráter.
No obstante eso fue todo, el rayo cedió al mismo tiempo que la bestia se sacudió violentamente.
Arremetió desde todas direcciones, dejando sin vía de escape a Beatrice.
Conforme observó los tentáculos acercarse, su cuerpo tembló.
Cerró sus ojos y cruzó sus dedos, esperando el impacto que pronto acabaría con ella.
Las siguientes fracciones de segundo fueron eternas, su corazón latió a gran velocidad.
Un dolor surgió en su pecho, pensando en todo lo que se escapaba de sus manos.
...
...
...
Abrió sus ojos ante la ausencia del impacto.
Cientos de rayos atravesaron el núcleo desde distintas direcciones y el tentáculo a unos metros de ella quedó totalmente inmóvil.
Tras un suspiro de alivio proveniente de Beatrice, la colosal bestia se fragmentó.
El colorido espectáculo se terminó y el escenario se tiñó en la oscuridad.