En un bar a las afueras de la ciudad
-Un brandi por favor
-Enseguida
La noche era animada pues había un descuento de 2 x 1 lo que resulto en que el lugar se llenara se forma rápida
-Un wiski aquí
-Va en camino
La música clásica y la decoración sencilla daban al lugar un toque elegante que te hacía sentir relajado, combinando eso con la atención de primer nivel hacía que la gente llegara sin importar si había descuento o no
-Que mierdas amigo
-Hijo de perra
De pronto una pequeña disputa ocurrió ocasionando que los clientes dejaran lo que estaban haciendo y voltearan a ver
-¡¿Te crees muy fuerte?!
-Te estoy esperando así que ven
Uno de los hombres se quito la camisa y levanto los puños, el otro agarro una botella cercana y estaba listo para lanzarla. Viendo esto los clientes se alejaron y los rodearon en un circulo lo suficientemente grande para no salir lastimados.
-¿Que les pasa?
-Talvez se pasaron de copas
-Uno de ellos acaba de llegar, así que parece premeditado
Mientras los clientes discutían el bartender; que debería estar molesto o preocupado, lucia una sonrisa sencilla, ni pretenciosa ni humilde
-Pelea a puño limpio
-Jodete
Diciendo lo anterior uno de los hombres estaba apunto de lanzar la una botella
-Calmados…
El bartender susurro algo que nadie puedo escuchar
-Mier…
Antes de que nadie se diera cuenta los 2 hombres se desplomaron
-Que sucedió
-¿Sera el efecto de alguna droga?
-Viendo como actuaban es posible
-Seguridad
El bartender con una sonrisa llamo a los guardias y estos inmediatamente sacaron a los hombres. Con el espectáculo finalizado los clientes volvieron a sus asuntos.
La noche continuo de manera tranquila hasta que un susurro sonó en el aire
-Señor, lo he traído
Algunas personas estaban confundidas, pero antes de que pudiera pensar mas en eso el tiempo se detuvo, las personas bailando, los amigos charlando, las cortinas revoloteando… todo parecía una fotografía tomada en el momento justo.
Entre todo ese espectáculo sobrenatural el único que no encajaba era el bartender que podía moverse y hablar con total naturalidad.
-Hm
Con un pequeño asentimiento el bartender dejo su copa actual y agarro una de las recién usadas para comenzar a limpiarla. Esto se repitió por un buen rato hasta que el bartender limpio la ultima copa, solo entonces comenzó a prestar atención.
-No pensé que volvieras tan pronto, dame un resumen
Gabriel entrego la canica y por los siguientes minutos narro los últimos 3 meses de él hombre.
-Un hombre que cayo a lo mas bajo, un hombre que aun en los peores momentos confió, un hombre que a pesar de todo quiso reiniciar su vida, dicho hombre fue obligado a perder su fe en la humanidad… -El bartender lanzaba y atrapaba la canica, una acción que repetía- Las buenas almas siempre son obligadas a caer en la oscuridad, eso solo demuestra lo podrida que esta la humanidad… me pregunto, ¿Que contamino este mundo?
En este punto Gabriel tuvo un presentimiento y levanto la cabeza
-Es hora de reiniciar todo… Gabriel
-A sus ordenes señor
-Tu eres el único humano de la tierra que convertí en ángel, así que quiero saber tu opinión
Gabriel dudo durante un tiempo pero al final dijo
-Yo vivo para hacer su voluntad, mi opinión es irrelevante
-Excelente respuesta
Con esas palabras el mundo siguió su curso
-¿Que fue esa voz?
-Tu también la oíste
-Que raro
Los clientes estaban en un dilema pues escucharon una voz inimaginablemente hermosa, pero no sabían como ni de donde vino.
-Atención
De repente la música paró. Antes de que los clientes pudieran preguntar que paso el bartender habló.
-Actualmente hay 54 clientes en mi pequeño local, lo que sinceramente me llena de orgullo pues nunca pensé que nos haríamos populares tan rápido…
Los clientes estaban confundidos pero aun así comenzaron a aplaudir pues era obvio que algo bueno venia
-Así que como recompensa para ustedes 54 hare que nazcan en una buena familia durante su próxima vida…
Los clientes que estaban entusiasmados quedaron atónitos con la información
-Oye, de que estas hablando
-No es para nada divertido
-Que broma de mal gusto
Mientras discutían el bartender siguió
-Les deseo lo mejor
Antes de que los clientes siguieran protestando empezaron a caer, al ver como caían los que seguían concientes intentaron correr pero pronto les llego su turno. Cuando todos estaban en el suelo pequeñas canicas azuladas salieron de sus cuerpos y flotaron hacia el bartender.
-Creo que es hora de cerrar
Con esas palabras el local, junto con los cadáveres, se convirtió en polvo.
Escenas similares estaban ocurriendo en todo el mundo, hubo un completo caos y muchas personas intentaron refugiarse pero… nada funciono. En exactamente 3 días los humanos; y todo lo que crearon, se convirtió en nada.