La primera vez que sentí dolor y odio fue cuando tenía 8 años, cuando vi a mi hermana ser secuestrada por dos hombres en una camioneta negra. Yo corrí y los alcances, pero lastimosamente fueron más fuertes que yo y me empujaron hacia otro lado desde ese día decidí que la encontraría y me vengaría de esos hombres, nunca olvidaré los gritos, sus súplicas, los llantos de nuestra familia, las oraciones que nunca se cumplieron, la policía que no hizo nada, desde todo eso empecé con mi plan para encontrarla mientras suplicaba que ella no estuviera muerta.
Empecé estudiando mucho logré saltarme cuatro cursos escolares, cuando salí tenía catorce fui como se dice una niña prodigio luego me fui a Estados Unidos y me uní a la DEA como agente incubierta en los orfanatos duré cuatro años así buscando algún indicio de ella, hasta que logre localizarla, me alegro que estuviera viva, pero no podía acercarme al menos no todavía.