Mar del Norte
En un mar que no parecía tener un fin, las grandes y pequeñas olas golpeaban a una docena de katsuyus gigantescos con la marca 66 que avanzaba con calma por el mar.
Lo más asombroso fue que encima de estos ya hacía un gigantesco castillo con banderas negras con el logo "66".
En este día dos de los hijos del Rey Vinsmoke Judge estaban naciendo.
"Donde estoy?" pensó
Un bebé con la piel blanca tenia una mata de pelo gris abrió sus pequeños ojos azules, viendo todo a su alrededor confundido.
"Maestro Judge este niño no ha llorado desde su nacimiento"
Un soldado rápidamente llevo el bebé a su señor.
El hombre frunció el ceño pero asintió, según las pruebas físicas todo estaba bien.
"Por favor quiero abrazarlo"
En ese momento una suave voz suave se escuchó, era una hermosa mujer rubia de ojos azules con rasgos delicados unas cejas normales a diferencia de su esposo.
Extendió la mano, en su rostro se podía ver el cansancio y la fatiga pero tenía una gran sonrisa mientras abrazaba a otro bebé en sus brazos.
El soldado rápidamente se acercó a la mujer para dárselo sin objetar.
"Mierda!"
En estos momentos el niño se sorprendió, acarició su rostro mientras aplicó presión pellizcando su rostro, no sintió dolor.
"Esto es demasiado real para ser un sueño" el niño pensó mientras veía a las personas extrañas.
Tenía un presentimiento de quienes eran sus padres.
Esas cejas del hombre rubio solo las había visto en un lugar más en concreto un anime.
Inconscientemente se llevó la pequeña mano a sus cejas pero no encontró esa forma característica.
Suspiro viendo a la mujer y al otro bebé dormido que tenía unos pocos pelos rosa.
" Mi pequeño Yuu eres tan lindo"
Salió el susurro de la mujer mientras frotaba su rostro con el bebé.
Yuu solo suspiro por dentro le sonrió a la mujer intentando parecer feliz, para ser sinceros no quería cogerle afecto ya que sabía cuál era su destino y dudaba que el sería capaz de cambiarlo.
Por no decir que ahora su corazón se apretó, su verdadera familia padres y hermana simplemente se fueron, supuso que murió o talvez una alucinación, con desgracia un coma.
Mirando al otro bebé se hizo una idea de la línea temporal en la que se encontraba.
Desecho todos los pensamientos negativos, abriéndose ante la posibilidad de hacerse fuerte, después de todo sería increíble poder cortar el cielo con una espada, quizás una buena fruta con poderes extraños, muchas posibilidades.
Se tocó el pequeño cuerpo dándose leves golpes y para su sorpresa podía ejercer una gran fuerza para un bebé recién nacido, además que por lo que noto no tenía nervios del dolor.
Yuu sonrió esto era bueno y malo, al no sentir dolor podría morir al no sentir un límite del cuerpo y lo sería el entrenamiento llevar su cuerpo a lo más grande de este mundo.
Si bien no tenía la genética de los D o ya sea Big Mon o Kaido de las bestias, estaba seguro que estaba por encima de otras potencias, solo el tiempo lo dirá.
Su madre al ver sus acciones estaba un poco preocupada pero al verlo sonreír solo acarició su pequeña cabeza.
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Los días pasaron y en esos momentos Yuu sintió la incomodidad de ser un bebé y hacer sus necesidades.
Para un joven mentalmente de 24 años tenía mucho dilemas y analizando los futuros que le esperaría, no soportaría ser tratado como un bebé entonces decidió que ser un genio a temprana edad no estaría mal "verdad?"
En este corto periodo de tiempo vio que Germa estaba rodeado de soldados genéticamente mejorados, esto quiere decir que no había espías, mientras esté en el castillo nadie sabría sobre su genio, no tenía miedo que Judge fuera presumiendo, de suponía que era un científico, debería de saber que pasaría si aparecía un bebé con el potencial de ser un segundo kaido.
Después de todo el conocía de la ambición de Judge, dominar todo el mar del Norte como en tiempos pasados y para ese objetivo, él no dudó en sacrificar a sus hijos haciéndoles máquinas sin sentimientos.
Realmente fue una sorpresa y como se lo esperaba Jugde estaba muy complacido con una emoción en sus ojos, aunque su madre se veía preocupaba, el decidió no encariñarse con ella y solo fingir para que no se preocupe incluso si no tenía sentimientos por ella, era lo mínimo que podía hacer por la mujer que se preocupaba por él.
"Maestro Yuu por favor tenga cuidado!"
Un soldado corría detrás de un pequeño bebé.
Un pequeño bebé con pelo gris corría furiosamente por el campo de entrenamiento jadeaba furiosamente pero siguió, el sudor recorría sus mejillas sonrojadas por el cansancio.
"vamos joven maestro!"
"El pequeño maestro es el futuro de Germa!"
"Germa con el pequeño maestro volverá a su grandeza"
"Acaba de nacer y ya muestra su grandeza su pequeña majestad"
Innumerables soldados animaban con mucho entusiasmó , extendían las manos en signo de apoyo.
Encima del castillo dos figuras rubias miraban una portaba un casco mirando con los ojos entrecerrados
"La diferencia de ambos bebés es realmente grande"
Una gran sonrisa se mostró en su rostro imaginando el futuro de Germa.
La otra está preocupada sujetando aún bebé, tenía una mirada triste y preocupa.
"Yuu" pensó para sí misma.
Yuu quien acababa de hacer un recorrido estaba feliz, viendo el castillo.
"Germa básicamente era la representación del Nazismo, soldados mejorados genéticamente, tecnología por encima de otros países"
Yuu que ahora tenía el deseo de hacerse con el mundo, estar en la cima.
Era gracioso no? antes de la transmigración le gustaba todo lo relacionado con el arte.
Quizás antes era Hitler?
hahaha una risa salió a él no le importaba, tenía la oportunidad de llegar a lo más alto, no sería fácil pero tampoco imposible, el tenía algo importante de este mundo.
"El conocimiento es poder" Yuu miro el océano una emoción en sus ojos.
"Este mundo es mío, a llegado la hora de recuperarlo"