Luego de dos días llegamos a una choza abandonada donde se supone que habitaba el grupo de bandidos de antes, pero solo encontramos el lugar en ruinas y varias huellas de caballos que iban hacia el este, al seguir el rastro llegaron hasta una pequeña aldea donde fuimos recibidos con desconfianza, seguro creían que éramos otro grupo de saqueadores o algo.
Les preguntamos por una niña desaparecida, se las describimos y explicamos porque la buscábamos, aunque nos dijeron que la estaba por la zona, la encontraron después de encontrar el campamento bandido siendo atacado por otros saqueadores, pero no se la entregarían a un grupo de extraños que llegaron de la nada. Tratamos de explicarle lo que sucedió pero nadie nos creía y nos echaron del lugar.
Después de irnos los caza recompensas nos abandonaron a la mujer y a mi porque ya no tenia sentido seguir juntos si no hay más criminales que perseguir mientras nosotros. Con la mujer pensábamos como recuperar a la pequeña pero ganarnos la confianza de los aldeanos no seria fácil.
Unas horas habían pasado hasta nuestra vuelta, mientras nos seguían viendo con cautela les preguntamos cuales serian los problemas en que los podríamos ayudar, uno de los varios problemas eran los muchos bandidos que eran una plaga en toda la provincia, los cazarrecompensas eran los únicos que hacían algo para ayudar pero al no poder depender todo el tiempo de ellos debían aprender a defenderse por su cuenta.
Con la mujer le empezamos a mostrar como defender su aldea y a levantar defensas rusticas que no ayudarían mucho contra enemigos bien organizados pero contra un par de bandidos podrían protegerlos bien.
Una aldeana nos dijo que si con nuestra ayuda lograban defenderse eficientemente contra los saqueos nos traería a la niña pero no permitiría que la llevemos con nosotros, luego de varios días los bandidos atacaron el poblado nuevamente pero esta vez los campesinos fueron capaces de proteger el lugar ahuyentando a los saqueadores, fuimos a hablar con la mujer de antes para preguntarle sobre la niña accediendo a traerla a la aldea. Cuando apareció entre algunos arboles la pequeña se puso feliz al verme y vino a abrazarme diciendo que me extraño, los aldeanos se sorprendieron al verla así porque pensaban que tratábamos de llevárnosla mediante engaños para hacerle algún tipo de daño o venderla como esclava, luego del reencuentro les preguntamos si había algo más en lo que pudiéramos ayudar aparte de los bandidos para evitar problemas futuros, informándonos de algunos animales salvajes en el bosque con los que podríamos ayudar. Después de matar a los animales nos agradecieron por nuestra ayuda haciendo unos abrigos con las pieles de los animales y dejándonos algo de comida para continuar buscando a los parientes de la pequeña.