El país ya es libre, ya no está bajo un gobierno absolutista de otro continente después de algunos siglos de tiranía extranjera aunque en el naciente país las cosas no son mucho mejores, solo se reemplaza un rey absolutista por un presidente tiránico.

Después de todos estos años de guerra y de las miles de muertes mucha gente perdió a su familia y sus posesiones. Aunque muchos prefirieron la muerte para encontrarse con sus seres queridos. Los demás que no podíamos conseguir sustento propio nos dedicamos al robo o a la indigencia.

Luego de unos días sin comida unos comerciantes me ofrecieron dinero y algo de pan a cambio de que los ayude a llevar su mercancía al puerto de la ciudad para poder venderla en otro país del viejo mundo, aún no puedo estar seguro si querían a alguien tan desesperado como para aceptar una miseria o solo fue un acto generoso.