Este pensamiento recurrente me atormenta.
"Ah, mi vida es una mierda" Cerrando el único ojo funcional y desplomándose de frente. La sangre se esparció en el suelo.
Caí y caí.
Soy consciente del terrible sitio en el que he acabado.
Mil pensamientos, pasaron en una memoria. Me negarán el derecho de todo ser vivo. La vida.
"Jamás lo aceptaría, el cielo a mí me espera" Es lo que me gustaría decir. Pero, no vea más que un camino espinoso.
Tengo mucho miedo de encontrarme acá abajo, sola en un mundo daltónico.
Me está matando, el no saber qué hice para terminar aquí. "¿Papá, mamá donde están?"
Deambulo en este turbio hospital, buscando la manera de salir. Mil emociones profanan mi esperanza.
"¿Por qué dicen esas cosas? ¿No he sido limpiado del pecado original?"
Nada más que desgracias en cada esquina. Personas iguales a mí. Privadas por voluntad propia o negadas por sus mismos creadores.
Los seres sombra dicen que no hay salida. - ¿Que equivocados están? - "Envíenme a quien sea, no podrán asesinarme."
Uno de los doctores atrapo a la chica. "Lo siento, pero deberás suicidarte."
"Por culpa de tus padres eres doncella en el limbo." Dijeron al unísono.
Su madre la tomo del cuello. Ambas manos la entrujaron. "No sigas construyendo castillos en el cielo." El hospital donde todo termino.
"Mienten."
"Dicen que mi única misión es, aceptarlo, como todos los demás." Yo morí justo después de nacer.
No hay nada que perder, del borde del infierno tengo que salvarme. "Papa ya te he visto"
"¡ALMAS EN PENA! ¡NO DEJEN QUE EL NIÑO HUYA!"
Veo una luz, el final del recorrido. Sobreviví de algún modo. Papa me salvo, es su laboratorio. "Algo salió muy mal."
Abrió los ojos.
[Lucidez al 66% y en ascenso.
Informe del sistema.
Habilidades adquiridas. Liturgia del grado de aprendiz. Teoría de cuerdas.
Experiencia ganada. 50 puntos. 50 puntos restantes para alcanzar el nivel 1.
Nueva habilidad adquirida. Saul mater.
Daños colaterales. Una costilla rota]
Otra vez moro en este extraño mundo. "El mundo donde pertenezco."
Sentí el leve tintinear de ser cargada.
//Llevarla en mis brazos y verla dormir placidamente. Reconforta el alma. Una vez salgamos de los túneles, la dejaré cerca al hospital.
Mi identidad no debe ser revelada, mucho menos dejar huellas, a pesar de lo suscitado.
Aunque me gustaría estar junto a ella, preguntarle sobre sus habilidades. De donde saco el power up.
¿Cómo evito esa habilidad?, de control mental.
En términos de habilidad, soy superado de gran manera por ellos dos, uno es un ser sacado de la ficción y ella una niña atrapada en el cuerpo de un superhumano.
"Vaya suerte la mía."
//Ella, de ahí soy yo, la llamaré por mi nombre, ¿Cómo creen que debería llamarla?
//"Lo hiciste muy bien, peilimorada. Derrotaste a ese monstruo, un golpe por ahí y otro por allá. Diez de diez. Le demostraste quién manda."
"Me llenas de orgullo, ahora prepárate para enfrentar a 2 usuarios del mismo calibre, los encontrarás al final del túnel."
"No me ignores." Haciendo un berrinche en el subconsciente de la pelipurpura.
//"Gracias, ya me puedes bajar. Apreciaría si dejaras de mirarme, es incómodo."
"Ah, disculpa." "¿Cómo te llamas? ¿Pareces nueva?"
"Te dije que miraras a otro lado" Sus ropas se encontraban rasgadas, hechos tirones y la humedad del ambiente acentuaba su belleza.
Explicarle mi situación a un completo desconocido, no es lo ideal. Cabía la posibilidad de seguir en las alucinaciones o incluso aprovecharse de mí.
"Lo relacionada con mi persona es confidencial, por favor no preguntes más."
Zanjo la curiosidad del hombre, poniendo un alto. Mantener las identidades es esencial.
//"Lo entiendo, hay cosas prioritarias. "
Ambas figuras se aproximaron al final del túnel. Verá y la pelimorada, contemplaron las viejas construcciones del lugar abandonado.
Diversos tipos de juegos mecánicos, cubiertos de maleza, dieron la bienvenida al dúo.
La Feria de Chapultepec, el parque de diversiones por excelencia de la CDMX.
//"Recorrimos la sección de Tules Q1, localizada en la Segunda Sección del Bosque de Chapultepec."
Si no mal recuero, diferentes secciones de túneles coinciden aquí. Varios nos llevan al bachillerato internacional castillo de Chapultepec.
La entrada mejor escondida se encuentra en los baños de los hombres, pero es raro que salgo de ellos.
Algunas veces aparezco en las librerías, ya sabes, las librerías son poco concurridas, un sitio ideal a quien nadie le importa.
En el radar y en su percepción del sistema, 2 núcleos aparecieron. Tomo a la joven de la cintura. //"Ven para acá."
Fue tan rápido que no le dio tiempo de responder ni reaccionar.
Escondidos detrás de un coche mecánico, cruzaron miradas, sin apartar el ojo de la batalla.
Escuche el parloteo de mi mini yo. "Destrúyelos y así subirás de nivel, hazme caso, por dios."
Me di unas cuantas cachetas. //"Conozco una ruta de escape."
Vera quedó sorprendido. //"Antes de irnos, tengo que dejar listo esto." Saco de su bolsillo, una mariposa, le dio vuelta y comenzó a volar.
La mariposa enfocó el lente en Alice. Portaba un atuendo peculiar, del lado izquierdo del ojo un lente mágico en forma de triángulo.
En sus hombros una muceta calor negro, en forma de estrella, mostrando simbología en cada punta.
La parte superior lucia una prenda parecida a una birreta, dividida en blanco y negro.
En cuanto a la camisa, lucia un estilo clásico en color blanco, reforzada con sellos mágicos de protección, contrastando con el blanco.
Vestía una falda triangular, acompañado de unas medias en patrón de rayas de color negro, dichamente la falda es de color semi negro, en medio de cada uno de los bordes e interior mostraba una secuencia de letras mágicas en blanco neón.
Al lado de ambos hombros, levitaban dos figuras pequeñas en forma de ojos y por encima de la birreta una estrella amarilla, semejante a las areolas.
La mujer detuvo los ataques, alzó la mano en señal retadora, el oponente portaba un conjunto de dagas, de ellas caí un líquido densamente viscoso.
Entrando en contacto el líquido con el suelo, desaparecía en píxeles grises.
La mujer se quedó inmóvil. Expectante el dúo, comenzó a cuestionarse la manera de actuar, inclusive el oponente dudo.
En pocas palabras, bien podría haber perdido la cordura o cabía la pasibilidad de algún plan mañoso, disfrazado de estupidez.
***Cambio de escena
Vera caminaba a rastras detrás de la pelipurpura, siguiéndola y disfrutando de la vista, aunque se sentía apenado.
//"(Logro comprender tus inquietudes, apenas encaraste un mundo nuevo de magia y superpoderes.)"
//"Espera un minuto." Se interrumpió a sí misma, le resultaba bastante extraño escuchar su propia voz de hace unos años.
Vera mantuvo la mirada. "Sucede algo."
//"Solo pensaba en voz alta." Se dijo a si mima. Su yo seguía explicando.
//"(Recupere la motosierra, asimismo realice algunos cambios en ella, retírala del inventario, te encantará el nuevo diseño.)"
//"¡Ya no me fastidies!"
//"Alguien te ha dicho cuan aguafiestas eres pelimorada. Interrumpes las extraordinarias explicaciones impartidas por mí."
Le molesto el poco interés mostrado en su respuesta. Se evidenció en la mueca dirigida a sí misma.
En verdad era difícil hablarse consigo misma, al yo de 7 años de edad.
"Soy alguien complicada de tratar."
//"Como sea. El secreto de su habilidad única, se encuentra en el estado de ánimo del atacante."
//"¿De qué rayos estás hablando? La pelipurpura desconocía sus nuevas habilidades. Tachándola de alucinaciones.
//"Tu habilidad única, nos confiere la capacidad de igualar cualquier poder, sin embargo, no asegura el éxito."
Respiro algunas ocasiones durante el trayecto. "Mierda." Checo su reloj.
[Lucidez en 75%]
//"(Más irreal no puede ser. Sufro de personalidad múltiple, si es el caso lo conjuntaré con el Doc.)"
//"Un desastroso defecto, por lo que no es considerado como la carta de triunfo, igualmente no contamos con ninguna."
"¿Por qué no desapareces? Ya toma demasiadas pastillas."
Uno de los seres sombras le susurro. "Punto de no retorno."
Detuvo su andar, congelándose en el acto. Esas palabras significaban que los medicamentos perdieron su 100% de efectividad. Y su relativa vida normal ya no existiría.
Pasaría los siguientes años de su vida encerrada en el psiquiátrico.
Vera se acercó al lado de la joven. "Oye." La sacudió múltiples veces, esperando una reacción.
Sus ojos se perdieron en un horizonte invisible. "Mi vida se acabó." Murmuró, como si las palabras fueran arrancadas de lo más profundo de su ser.
Corrió a través del follaje, seguida por detrás. Los árboles pasaban aún lado, las ramas crujían bajo sus pisadas y el ruido de la batalla se alejaba de mí.
Localicé el juego mecánico, un carrusel abandonado en el centro del parque.
Escale la base del carrusel y me deslicé debajo del mismo, buscando la entrada.
Vera hecho un último vistazo al combate y la siguió. "Todos buscamos fantasmas."
Una ventana de estado emergió alrededor de Alice. [Habilidad única restringida/10mn de efecto]
"¿Qué sorpresa?" Planeo usar las alas del Arcángel David y porque no, usar la lanza de Longinos.
"La arrogancia es la perdición de uno", le advirtió tinnitus .
Encolerizada alzó su mano y de uno de los reflejos cercanos emergió la lanza de Longinos. "¡Mierda, Mierda! Ahora sí estoy cabreada."
Si no podía tocarlo, le drenaría el maná o catalizador usado. Confía en poseer más stacks. Es decir, un combate de desgaste.
"¡Eso de ahí es hacer trampa!" Gritó, ocultándose en la maleza y los escombros.
Reportaría el caso atípico de incubación de lo que fuera que estuviera provocando el apocalipsis zombie, era su obligación al aceptar el trabajo de Asesino serial.
"Conque quieres jugar al gato y el ratón señorito Tinhithus, veamos cuanto tiempo duras."
Se echó de hombros y retomo el objetivo principal de su misión, merodeando el parque abandonado. "¿Más enemigos? "
En el suelo encontró pisadas en el barro. "Já."
Siguió el rastro dejado de principio a fin. Uno lleva a las profundidades de la ciudad. El otro termina en un juego mecánico.
Alice tomó asiento en uno de los juegos abandonados. Jadeando, vio salir un perro callejero de uno de los túneles.
Sacando su celular, envió un rápido mensaje de texto, informando su posición. Después de unos momentos, su dispositivo vibró.
Tras una breve consideración, Alice se levantó y comenzó a caminar hacia el rastro que conducía al juego mecánico. Cualquiera que fuera el plan, había decidido seguir esa pista primero.
Entre en los pasadizos de uno de ellos, las paredes de piedra hacen eco de mis propios pasos.
Claro, tengo que hacer notar mi presencia. ¿Para qué ser sigilosa cuando soy imparable?
Estos pasadizos... conducen a la escuela del Castillo de Chapultepec.
"Vaya, vaya, así que uno de mis estudiantes es mi enemigo después de todo"
"Qué emocionante giro de eventos."
El perro de unos momentos atrás, le ladro. "Ah, lo asusté"
Corrió, perdiéndose en la oscuridad de los túneles. Alice desconocía la verdadera naturaleza de aquel organismo.
Jadeo y siguió caminando. "No puedo esperar a ver la decepción y la desilusión en sus ojos."
*** Momentos antes
Los medicamentos ya no funcionan y no puedo distinguir lo real de lo imaginario.
"Tengo miedo de terminar encerrada para siempre." Me llevé las manos a mi pecho otra vez.
"Duele."
Palabras del Doc. vinieron de recuerdos lejanos. "Si te duele el corazón, un infarto as de estar teniendo o a veces el corazón susurra lo que la mente no puede expresar"
"Una enferma de las emociones." Adicta soy, enferma no.
Negación en estado puro. Un consuelo efímero, una mentira, decidida a creerse.
"He llegado."
Detrás de la pared de granito se encuentra mi escuela. "No salgas del baño de hombres." Las voces continuaron hablando.
"Buscaré ropa" Asintió. Recibiendo la indirecta de sus amigos.
"No quiero dar más problemas." La ropa estaba raída, manchada de sangre. Su aspecto le traía recuerdos, quizás felices, de cuando. "Lo olvidé."
El venerado maestro argumentó,//"¿Donde obtendrás ropa nueva?" //Las voces gritaron. "El ala oeste."
La pelimorada siguió hablando sola. "Mi escuela tiene una piscina techada. Es grande y profunda. Y me gusta la calma del lugar. En especial los tragaluces virreinales."
//"Oh, ¿Planeas robar el uniforme de otra chica?"
"/"Exacto. Esperaremos adentro."
Dentro del casillero, la pelimorada se encogió, abrazando sus rodillas contra su pecho.
"Falta media hora."
//"¿Qué? Esperaremos media hora."
Río su yo chiquito. //"Ya que estaremos un rato encerradas, te explicaré el sistema de cultivación."
Enfocada en captar el 100% de su atención, explico en breves palabras una forma de curar enfermedades. "Como escuchaste, te puedes curar y quién sabe, hasta salvar a tu padre. Y talvez te vuelva…"
//"Amar"
"Sí, esas cosas existieran, el mundo sería otro."
//"Existen, pelipurpura. Hace menos de tres años aparecieron mazmorras." //"¿Existen en la tierra?"
"Pase parte de mi vida en el hospital."
//"Extraño" dijo el venerado maestro. Se supone que debería haber mazmorras. Le dio vueltas al asunto, primero esa cosa de los túneles. Luego esto.
//"Oye, ¿Sí, estamos en la dimensión correcta?"
Escuche las voces y risas distantes de las demás alumnas. //"Ya es hora." Se susurró a sí misma.
"¿Viste el nuevo corte de pelo de Jessica? Se ve tan lindo"
"Oye, ¿quedamos para estudiar juntas esta tarde?"
"¡No puedo esperar para el baile de graduación!"
Tapándome ambos oídos, evite seguir escuchándolas. Una vida normal es lo que anhelaba.
"Callense, callense, callense, callense, callense, callense, callense"
Esos sonidos alegres y despreocupados le resultaban extraños.
"¿Irás al cine conmigo este fin de semana?"
"Espero que el chico nuevo me invite al baile"
"¿Ya escogiste el vestido que usarás?"
No pude evitar preguntarme cómo hubiera sido mi vida. Lágrimas solitarias rodaron por mis mejillas al darme cuenta de lo mucho que había perdido.
Revise los casilleros uno por uno, buscando el uniforme perfecto. "Es de mi talla."
Escuche pasos acercándose. "Demonios, ese tipo otra vez", murmuro al ver quién acaba de entrar.
¿De dónde sacaste ese poder?", me pregunto sin rodeos.
"Ni idea, solo desperté con él un día" Dándole al avionazo.
"Mira, no sé nada más. Así que por favor, déjame en paz y ya no me sigas."
Ignorándolo. Me quité la camiseta, seguida por los pantalones y la ropa interior.
"Lo siento... no sabía que te estabas vistiendo."
Terminé de ponerme la nueva camiseta y acomodarme el cabello cuando me tomó de la mano.
"No puedes simplemente ignorar esto. Tienes habilidades por ecima de los demás. Un poder que todos ambicionan. Estarás muerta o terminarás como uno de sus lacayos si no te vuelves fuerte."
En los pensamientos de Vera, la idea de ser salvado en los túneles y encontrársela. Es obra del destino.
Sacudí mi mano, apartándolo y empujándolo. "¡Suéltame! No tengo ningún poder, ¡Soy solo una chica con problemas mentales!"
"¿Y qué si tienes problemas? ¡Eso no te define! Hay algo más en ti, algo especial. ¡Y si no puedes verlo, entonces haré que lo veas!"
"Inténtalo. Al final, todos se aprovecharán de mí, como siempre ha sido."
"¿Aprovecharse de ti? ¿De qué estás hablando?"
"Chic@s que decían ser mis amigos, pero que en realidad solo buscaban saciar sus bajos deseos conmigo cuando me encontraba en mis peores momentos."
Mi cruda confesión le dejo un vacío en el estómago. "Abusaron de mi fragilidad mental, manipulándome para conseguir lo que querían. Y yo, ingenua y desesperada por sentirme querida, caía una y otra vez en sus engaños."
"Eso... eso es terrible."
"Así que si lo entiendes ya déjame" Salí del lugar.
Cerré la puerta de golpe a mis espaldas, recargándome contra ella. Me dejé resbalar hasta el piso, hundiendo el rostro entre las rodillas. Me sentía sucia, manchada por esos recuerdos borrosos.
El rostro de vera se ensombreció, reflexionando sobre como rescatarla del fondo del abismo. Robarle sus habilidades es lo más sensato, pero eso significa.